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Los peligrosos precedentes de Strauss-Kahn enturbian su declaración de inocencia
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EL DIRECTOR DEL FMI SE HA VISTO ENVUELTO EN OTROS ESCÁNDALOS

Los peligrosos precedentes de Strauss-Kahn enturbian su declaración de inocencia

“No creo ni un solo segundo de las acusaciones contra mi marido”. Anne Sinclair, esposa de Dominique Strauss-Kahn, salía tajante al paso del escándalo sexual que

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Los peligrosos precedentes de Strauss-Kahn enturbian su declaración de inocencia

“No creo ni un solo segundo de las acusaciones contra mi marido”. Anne Sinclair, esposa de Dominique Strauss-Kahn, salía tajante al paso del escándalo sexual que conmocionó el amanecer de Europa este domingo. Éste, como otros tantos paños calientes de sus compañeros de partido, no han evitado que se recuerden otros sucesos del mismo cariz que han enturbiado la carrera del director gerente del FMI y, hasta ayer, firme candidato para ocupar el puesto de Sarkozy en 2012.

Con comentarios que rozaban más la broma que la acusación, sobre la figura de DSK siempre han recaido los adjetivos de seductor y ligón. Algo que no llamó demasiado la atención hasta hace relativamente poco tiempo, cuando alcanzó la cima del Fondo Monetario Internacional en 2007.

En 2008, el FMI reveló que se había investigado la relación entre Strauss-Kahn y Piroska Nagy, una economista húngara que trabajaba para el departamento de África de la organización. Solo una semana después de este anuncio, la propia organización estimaba que “no había habido ni favoritismo ni ningún otro tipo de abuso de poder”.

Sin embargo, esta no fue la última ocasión en la que las faldas jugaban una mala pasada a DSK. En 2007, la periodista Tristanne Banon explicó en un programa de televisión que una importante figura política había intentado abusar de ella en el transcurso de una entrevista en 2002.

Durante dicha entrevista, el político la cogió de la mano y después fue yendo a más, hasta que la periodista le tuvo que detener al grito de “¡No!”, aunque en la riña le llegó a desabrochar el sujetador e intentó abrirle el pantalón. La reportera no denunció el hecho porque “no quería ser hasta el final de mis días la joven que había tenido un problema con un político”. Finalmente, un año después de esta confesión, Banon reveló que el hombre que había intentado abusar de ella era Dominique Strauss-Kahn.

El escándalo neoyorquino no ha sido el único al que ha tenido que hacer frente Strauss-Kahn esta semana, ya que la prensa francesa criticó su alto nivel de vida en tiempos más reservados a la austeridad. El último golpe fue una foto en la que se le podía ver subiendo a un lujoso Porsche. A pesar de que sus representantes desmintiesen que fuese propiedad del director gerente del FMI, en la instantánea se le puede ver al volante del vehñiculo.

¿El final de DSK?

Todos estos escándalos salpican de barro el impecable currículum de este profesor de Economía y abogado de 62 años. Su primer contacto con la primera división de la política fue en 1991, cuando se hizo cargo del Ministerio de Industria y de Comercio Exterior, desde entonces y hasta ahora, su carrera fue en alza, y su objetivo parecía centrarse en disputarle la jefatura de Estado a Sarkozy en 2012 en el siempre convulso Partido Socialista francés.

La prensa francesa preveía este domingo un oscuro futuro para el presidente del FMI. “La izquierda pierde a su favorito a unas pocas semanas de las primarias socialistas y la salida de la carretera de Strauss-Kahn dinamita toda la campaña”, hacía ver en su editorial el izquierdista Libération, que se empapaba de pesimismo. Con un sentimiento similar al de sus colegas, Le Monde, con el título de “Cómo se ha ensombrecido de repente el futuro de DSK”, hacía repaso de todos los escándalos a los que ha tenido que hacer frente esta semana el director gerente del FMI.

Por su parte, el conservador Le Figaro, también se hacía eco del “mazazo al Partido Socialista”, al tiempo que sus lectores eran pesimistas sobre el futuro de Strauss Kahn y más de un 75% de cerca de 20.000 usuarios de la página web consideraban ayer que su carrera política se puede dar por finiquitada. Todo esto, incluso antes de un juicio.

“No creo ni un solo segundo de las acusaciones contra mi marido”. Anne Sinclair, esposa de Dominique Strauss-Kahn, salía tajante al paso del escándalo sexual que conmocionó el amanecer de Europa este domingo. Éste, como otros tantos paños calientes de sus compañeros de partido, no han evitado que se recuerden otros sucesos del mismo cariz que han enturbiado la carrera del director gerente del FMI y, hasta ayer, firme candidato para ocupar el puesto de Sarkozy en 2012.