"¿Cómo se puede estar tranquilo con España con esa apelación al BCE?"

Las expectativas de que los test de estrés de la banca europea van a ser un bluff  han provocado críticas de numerosos analistas. Pero las de Tamara Burnell, de la gestora M&G Investment, son especialmente duras. A su juicio, los test de estrés serán "extremadamente desestresados", a la vista de las informaciones sobre los laxos requisitos que van a imponer tanto en valoración de activos como en niveles de capital. En especial, considera que la confianza de los Gobiernos de Grecia e Irlanda en que sus bancos aprueben el test "subraya que no tiene sentido el ejercicio, dado que los bancos de esos países tienen problemas muy claros y obvios".

También hay palos para la banca española: "Es absurdo que los supervisores españoles realicen las pruebas a las cajas sobre la base de estructuras consolidadas que ni siquieran existen (los SIP) y donde el capital no va a ser totalmente intercambiable entre las entidades". Pero no se queda ahí:  "De hecho, es difícil ver cómo nadie puede estar relajado sobre el estado del sistema bancario español cuando los bancos españoles han incrementado sus préstamos del BCE en un 48% hasta 126.300 millones en junio". Un espectacular crecimiento de la demanda que ha sembrado la preocupación en el consejo del BCE, como contaba ayer El Confidencial.

Burnell también critica al Comité de Supervisores Bancarios Europeos por dejar fuera del test a entidades como Crédit Mutuel (Francia), Nationwide (Gran Bretaña) o Banca Popolare (Italia) porque sus complejas estructuras de propiedad dificultan su acceso al capital, lo que lkes hace más vulnerables precisamente en una situación de estrés. Y se muestra alarmada por la confianza en aprobar de los Landesbank alemanes, "algo particularmente preocupante porque los Landesbank han tenido que admitir enormes pérdidas en prácticamente todas las clases de activos problemáticos".

Termina con una conclusión todavía más demoledora: "Lo más ridículo de todo es que los bancos aseguran que están tan fuertes que aprobarán fácilmente los test, y a la vez tan débiles que no pueden asumir la implantación de las normas de Basilea 3 antes de 2012 o la retirada de la liquidez de los bancos centrales. ¿Cómo se pueden decir las dos cosas simultáneamente?".