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El reto de Cameron: evitar que el ‘Titanic’ británico se hunda
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El reto de Cameron: evitar que el ‘Titanic’ británico se hunda

El jefe del Gobierno británico más joven desde comienzos del siglo XIX (tiene 43 años) tiene ante sí un reto titánico: hacer lo posible y lo

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El reto de Cameron: evitar que el ‘Titanic’ británico se hunda

El jefe del Gobierno británico más joven desde comienzos del siglo XIX (tiene 43 años) tiene ante sí un reto titánico: hacer lo posible y lo imposible por evitar que una de las mayores economías del mundo naufrague. Por lo pronto, nada más poner un pie en el número 10 de Downing Street ya ha hecho historia. Su partido, el de los ‘tories’, ha vuelto al poder en Reino Unido después de 13 años y lo ha hecho con el primer gobierno en coalición desde la II Guerra Mundial.

El momento no es el más idóneo para David Cameron, que tendrá que hacer frente al desplome de los mercados financieros, a una libra debilitada y al mayor déficit fiscal de toda la Unión Europea, además de a la angustia que se palpa en el ambiente por la deuda soberana de un país que en 2008 protagonizó los mayores rescates bancarios, como el de Royal Bank, pero que en estos momentos se encuentra en una delicada tesitura. En cualquier caso, el protagonismo en esta materia lo tiene George Osborne, hasta el momento responsable económico del Partido Conservador y mano derecha de Cameron.

El Partido Conservador lo tiene complicado, y más, si se tiene en cuenta que tendrá que trabajar con sus nuevos ‘aliados’: el Partido Liberal-Demócrata de Nick Clegg, con el que mantiene alguna que otra divergencia, aunque ambos coinciden en que lo más urgente es la reducción del déficit público del país, situado ya en el 11,4% (muy por encima de la media de la Unión, situada en el 6,8%)  y que se prevé que alcance el 12% del PIB este mismo año y los 178.000 millones de libras (210.000 millones de euros). Cameron está decidido a actuar, pero aún no ha ofrecido planes específicos, tal y como explica The Wall Street Journal.

La coalición también se ha puesto de acuerdo sobre el recorte de salarios. De momento, una de las primeras medidas del nuevo gobierno ha sido la bajada de sueldo de un 5% para los miembros del ejecutivo. No lo tendrán tan fácil, sin embargo, para firmar una alianza en cuanto a la imposición de nuevos gravámenes a los bancos, un recorte del impuesto de sociedades o el ritmo de reducción del gasto.

Otras medidas encaminadas a la recuperación económica  serían la subida de impuestos y recortes al gasto público, algo que Cameron ya prometió en su campaña electoral. El primero será de 6.000 millones de libras (7.000 millones de euros), que se pondrá en marcha en los próximos meses. Los liberal-demócratas, por su parte, contemplaban un ahorro de 15.000 millones de libras, pero únicamente “si el momento es el adecuado” para tales recortes.

El paro, un enorme iceberg

Cameron tendrá que poner en marcha medidas enfocadas a reducir el desempleo en Reino Unido, que entre enero y marzo subió en 53.000 personas, hasta situarse en 2,51 millones de parados, la cifra más alta desde 1994. La tasa de desempleo, por su parte, roza ya el 8%.

Además del desempleo, el nuevo jefe del Gobierno británico hará frente a obstáculos como el PIB, que se sitúa en el -0,3%, frente al 0,5% de la media europea, y a un IPC del 3,4%, mientras que en el resto de la Unión es del 1,4%. Por lo que se refiere al déficit por cuenta corriente, éste se sitúa en el 1,7%.

David Cameron tiene que andarse con pies de plomo y tomar decisiones rápidas, pues las agencias de calificación crediticia han anunciado que el país corre el riesgo de perder su triple-A si no comienza inmediatamente a tomar medidas concretas para solucionar sus problemas fiscales.

Los expertos afirman que tanto los tories como los liberal-demócratas tendrán que hacer más para convencer a los inversores y a las agencias de calificación de que pueden controlar la situación fiscal. De momento, esperan que la coalición mantenga la recién aumentada tasa máxima fiscal, en el 50% de los ingresos, y que ponga fin a ciertos incentivos fiscales.

El jefe del Gobierno británico más joven desde comienzos del siglo XIX (tiene 43 años) tiene ante sí un reto titánico: hacer lo posible y lo imposible por evitar que una de las mayores economías del mundo naufrague. Por lo pronto, nada más poner un pie en el número 10 de Downing Street ya ha hecho historia. Su partido, el de los ‘tories’, ha vuelto al poder en Reino Unido después de 13 años y lo ha hecho con el primer gobierno en coalición desde la II Guerra Mundial.

Reino Unido Nick Clegg