Reyal Urbis firma el acuerdo de refinanciación con sus 10 principales acreedores

Reyal Urbis ha dado este lunes un paso que puede ser definitivo para su salvación: firmó el acuerdo de refinanciación de su deuda -que asciende a casi 5.000 millones- con sus 10 principales acreedores, que componen el comité director (steering committee). Después de que hace dos semanas BBVA se sumara al acuerdo, ahora han pasado por el aro los dos que todavía mostraban reticencias: Barclays y Eurohypo. Ahora el acuerdo debe ser refrendado por las 39 entidades restantes acreedoras de la inmobiliaria.

Según fuentes conocedoras de las negociaciones, la adhesión de BBVA suponía la eliminación del principal obstáculo para las negociaciones y los dos bancos extranjeros se habían quedado sin su principal apoyo para no entrar en la refinanciación. Además, Eurohypo ha colocado su deuda con Reyal -160 millones- en un vehículo fuera de balance llamado Deutsche Fund, lo que también ha facilitado su firma. El comité director está compuesto por Santander, Banesto, Caja Madrid, Royal Bank, Popular, Barclays, Unicaja, Sabadell y Eurohypo.

Como adelantó El Confidencial la semana pasada, el acuerdo rebaja las necesidades de inyección de liquidez a Reyal Urbis desde los 150 millones que se habían planteado inicialmente a unos 75. Esta rebaja ha sido posible gracias a la venta de algunos edificios en los últimos meses que han aliviado un poco la desesperada situación de la empresa que preside Rafael Santamaría.

Aparte de esta modificación, el otro elemento que ha permitido que se cierre la refinanciación de Reyal es la posibilidad de que algunos acreedores canjeen su deuda por activos (básicamente suelos) de la empresa, por un volumen total de 400 millones de euros, según las citadas fuentes. Esta fórmula fue la que permitió que BBVA se adhiriera al pacto y también ha sido utilizada por Sabadell (178,8 millones), Bancaja (96,3 millones), Caixa Galicia (50) y Caixanova (44). Estas entidades tendrán que poner el 5% del valor del citado canje como aportación de liquidez a esos 75 millones que necesita la compañía para poder seguir operando.

Esta solución no es ventajosa para los bancos, puesto que los activos se comprarán al valor al que se financiaron durante la burbuja inmobiliaria, muy superior al actual. La diferencia entre ambos tendrá que ser provisionada como pérdida por las entidades. Además, quedan excluidos los activos en renta (los buenos) de la compañía.

Acuerdo total esta misma semana

Aunque el acuerdo alcanzado este lunes llega con muchísimo retraso, puesto que debía haberse cerrado antes del 31 de diciembre, las partes son optimistas respecto a que pueda alcanzarse un acuerdo rápido con el resto de los acreedores; incluso esta misma semana. "Los miembros del steering committee no actúan sólo en su nombre, sino que representan a otros bancos acreedores y negocian por ellos. Por eso, lo normal es que todos acepten lo que han firmado los miembros del comité, aunque nunca se pueden descartar sorpresas de última hora", según una de las fuentes. Máxime en un sindicato tan nutrido como el de Reyal, en el que están presentes la mayoría de las entidades grandes y medianas (y algunas pequeñas) que operan en España.

Además de la inyección de liquidez, el plan de salvación de Reyal, elaborado por Lazard, contempla un período de carencia de tres años en los que la empresa no tendrá que pagar ni capital ni intereses, así como la venta ordenada de más edificios emblemáticos para la devolución de la nueva inyección de 80 millones.

Con el acuerdo con los principales acreedores, se aleja el fantasma del concurso, que habría supuesto la segunda mayor quiebra de la historia de España por detrás de la de Martinsa Fadesa.