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Eulen queda sólo en manos de su fundador, David Alvarez, tras expulsar a cinco de sus hijos
  1. Economía
DISUELVE EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

Eulen queda sólo en manos de su fundador, David Alvarez, tras expulsar a cinco de sus hijos

Ocurrió lo que tenía que pasar. David Álvarez, presidente y fundador de Eulen, ha dado un golpe de autoridad en su propia compañía. Por paradójico que

Ocurrió lo que tenía que pasar. David Álvarez, presidente y fundador de Eulen, ha dado un golpe de autoridad en su propia compañía. Por paradójico que pueda parecer, el empresario leonés se enfrentaba a una revuelta de parte del resto del consejo de administración formado por sus propios hijos. Cinco de sus siete descendientes, cada uno propietario de un 7% del capital, aspiraban a apartar del poder a su progenitor.

Ayer jueves, tras el pertinente requerimiento judicial, Eulen celebró en Bilbao una junta general extraordinaria. El único punto a tratar se resolvió como estaba previsto. David Álvarez, con mayoría del capital, pues a su 51% suma los porcentajes de dos de sus hijos, María José y Jesús David, pero con minoría en el consejo, donde tenía en su contra a los otros cinco herederos, disolvió el máximo órgano de administración de la compañía.

 

Desde ayer mismo, Eulen cuenta con un nuevo régimen de administración solidaria, gracias al cual han sido designados como representantes el propio David Álvarez y su hija María José Álvarez Mezquiriz. De esta manera, el control de la compañía queda totalmente bajo la figura de su fundador, que ha despojado de cualquier poder ejecutivo y legal a sus cinco hijos ‘rebeldes’, Emilio, Pablo, Juan Carlos, Marta y Elvira.

A partir de ahora, la primera compañía de servicios auxiliares a empresas de España, que cuenta con una plantilla de 89.000 empleados, deberá convocar una nueva junta general extraordinaria en la que es probable que reordene el régimen de administración de Eulen y nombre a nuevos consejeros independientes y dominicales, operación mediante la cual recuperará también la mayoría en el consejo de administración. Además, podrá dejar abierta una puerta para una eventual salida a bolsa

El culebrón de la saga Álvarez ha colocado a Eulen y al resto de negocios de la familia, con intereses en sectores como el vinícola, con la reconocida bodega Vega Sicilia, o el cárnico con las explotaciones de Valle del Esla y Neal, en el punto de mira del interés público. Precisamente, donde si han ganado el pulso por el poder los hijos disidentes ha sido en la sociedad patrimonial El Enebro, de la que cuelgan estas participaciones ajenas a Eulen. 

Abocado a los tribunales

Los tintes de la disputa han adquirido un tono novelesco al conocerse que el origen del conflicto, como contaba Manuel Pozo recientemente en Expansión. A sus 83 años, el empresario leonés se casó el pasado mes de septiembre en terceras nupcias (viudo de los dos anteriores) con su secretaria, 38 años menor que él. Una aventura sentimental del patriarca que podría alterar la cuestión hereditaria de los siete hijos, fruto de su primer enlace con María Mezquíriz, que ven en este último matrimonio un riesgo para sus intereses.

Según fuentes próximas a la familia, sus allegados no han perdido todavía la esperanza de que pueda arreglarse la situación. Sin embargo, las dos partes en conflicto se han puesto en manos de respectivos despachos de abogados para dirimir sus discrepancias en los tribunales. Mientras David Álvarez y dos de sus hijos están siendo asesorados por el jurídico de Eulen, Santiago Carrero, los otros cinco hijos ha recurrido al despacho Rodríguez Arias.

Ocurrió lo que tenía que pasar. David Álvarez, presidente y fundador de Eulen, ha dado un golpe de autoridad en su propia compañía. Por paradójico que pueda parecer, el empresario leonés se enfrentaba a una revuelta de parte del resto del consejo de administración formado por sus propios hijos. Cinco de sus siete descendientes, cada uno propietario de un 7% del capital, aspiraban a apartar del poder a su progenitor.