David Álvarez, forzado por varios de sus hijos, abandona la presidencia de la sociedad familiar

David Álvarez, fundador de Eulen, y dos de sus hijos, María José y Jesús David Álvarez Mezquíriz, han sido descabezados de la sociedad patrimonial familiar, El Enebro, por el resto de los hermanos, comandados por Juan Carlos, consejero delegado de ésta y del grupo. David Álvarez, casado en segundas nupcias, tiene siete hijos con su primera mujer, María Mezquiriz, de la que enviudó.

 

En una junta extraordinaria convocada por Juan Carlos el pasado 18 de enero en la notaría de Luis Felipe Rivas Recio de Madrid, David Álvarez Díez, María José y Jesús David eran forzados a cesar de sus cargos, presidente, vicepresidente y consejero respectivamente. La lucha fraticida pasaba a ser también un parricidio gerencial en toda regla. El Enebro aglutina un grupo de sociedades de gran calado, como son el grupo bodeguero, con Vega Sicilia como buque insignia, y las agroalimentarias y ganaderas Valle del Esla y Neal, además de la mayoría del capital del proyecto Tres Provincias para establecer una estación de esquí y descanso en San Gregorio, con una inversión prevista superior a los 100 millones de euros, inmersa en un gran debate ecológico

De esta forma, el bando de Juan Carlos, también consejero independiente de BBVA, se adelantaba así a la convocatoria de la junta extraordinaria de Eulen, a celebrar el próximo 25 de febrero, que había sido pedida ante el juzgado mercantil número uno de Bilbao, por María José y su hermano Jesús David, en apoyo del interés de su padre de retomar el mando del consejo del primer grupo de servicios de España (75.000 empleados y 1.400 millones de facturación), para profesionalizarlo con “independientes”. Hasta ahora, sólo el experto consultor laboralista Miguel Cuenca acompaña a los siete hermanos y el padre en el órgano de administración. El fundador tiene el 51% del capital y los vástagos, el 49%, a un 7% por cabeza.

Tras el castigo recibido por los demandantes del cambio, el orden del día de la junta de Eulen se ha modificado al introducir dos complementos, uno por cada bando en disputa. En un principio el punto a votar era la “renovación del consejo, separación y nombramiento del consejo”, una purga, por tanto, era lo previsto. Sin embargo, los dos complementos añadidos, uno pedido por el padre, y el otro por un hijo de los que no le apoyan, dicen en un caso que se “nombren consejeros por el sistema de representación proporcional por agrupación de acciones” y se cambien los estatutos para “ampliar las personas facultadas para convocar el consejo”, que le devolvería el control al fundador, y en el otro que se vote la “modificación estatutaria para sustituir el régimen de consejo de administración por el de administradores solidarios, cesando todos los miembros actuales del consejo y nombrando a los dos administradores.

De momento, ningún miembro de la familia hace declaraciones a los medios, pero la batalla es intensa, y con un final en el que por el momento pierden todos. David Álvarez Díez, con más de ochenta años a sus espaldas y habiéndolo conseguido todo en el campo empresarial, amén de un gran reconocimiento social, no parece estar de vuelta de todo, y menos del reparto de poderes y sociedades entre sus hijos, Pablo, Emilio, Juan Carlos, Jesús David, María José, Marta y Elvira. Todos ellos, involucrados en los diferentes negocios propiedad de la familia.