Caja Burgos planta a Caja España y a Caja Duero en la fusión a tres bandas de Castilla y León

Caja Burgos ha dicho finalmente que no. El consejo de administración de la entidad burgalesa, reunido durante toda la tarde del martes, ha rechazado por unanimidad el proyecto de fusión a tres bandas en el que iba a participar con Caja España y Caja Duero. Una operación auspiciada por el gobierno de la Junta que pretendía crear una caja de referencia en Castilla y León, donde cohabitan seis entidades con sede social en la comunidad autónoma.

 

Al final, la entidad más pequeña de las tres, con cerca de 12.000 millones de euros en activos, según datos de CECA, ha dado carpetazo a la fusión al no verse representada en la entidad resultante, que hubiese sumado 57.000 millones en activos y se hubiese convertido en la sexta caja española. Por su parte, Caja España, con 25.000 millones de balance, y Caja Duero, con otros 20.000 millones, no han cambiado de parecer.

Las condiciones planteadas por Caja Burgos sobre el reparto de sedes y el futuro organigrama directivo no han sido atendidas por sus futuros socios. El presidente de la entidad, José María Arribas, explicó que esta decisión “ha venido motivada por divergencias de criterios en cuanto al diseño de la nueva Caja”, un diseño que, a su juicio “no permite conseguir el modelo de gestión que necesita una crisis y una fusión en el plazo más corto posible”.

A este respecto, indicó que el modelo de gestión alcanza a la estructura organizativa, a las personas que la lideran y a las reglas de funcionamiento, y todo ello, diseñado de acuerdo, exclusivamente, con criterios de profesionalidad, eficiencia y excelencia en la gestión, en lugar de a criterios de reparto o de tamaño. En su opinión, “se ha perdido una oportunidad histórica de crear una nueva caja partiendo de las mejores aportaciones de cada una”.

Al mismo tiempo, en las sedes corporativas de Caja España (León) y Caja Duero (Salamanca),  se reunieron también con carácter extraordinario sus respectivos consejos de administración. En este caso, la votación sobre el proceso de fusión, impulsado por ambas cajas desde hace meses, resultó favorable, tal como era de prever. Sin embargo, falló una de las partes, a pesar de las negociaciones de última hora mantenidas la semana pasada.

Reacciones

Desde la entidad leonesa, su presidente Santos Llamas afirmó en la rueda de prensa posterior que sentiría personalmente que alguna de las entidades se cayera del proceso de fusión. Sus palabras tendrían pleno sentido un poco más tarde. En caso de producirse, como así ha sido, Caja España volverá a deliberar sobre la fusión con la caja que quede, es decir, con la salmantina Caja Duero.

Mientras tanto, en Salamanca, más de 300 trabajadores de la entidad recibieron esta tarde con empujones y pitidos a los miembros del consejo de administración a su entrada a la reunión, que tuvieron que ser escoltados por agentes de la Policía Local. Quejas contra la fusión puesta en marcha por su caja ante el posible traslado de diversos departamentos a otras provincias, así como por la potencial riesgo de pérdida de puestos de trabajo.