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Ingenio en tiempos de crisis: se venden asientos en los estadios deportivos
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PARA FINANCIAR LA CONSTRUCCIÓN DE ESTADIOS E INSTALACIONES DEPORTIVAS

Ingenio en tiempos de crisis: se venden asientos en los estadios deportivos

Por el precio de una casa de tres habitaciones con piscina ubicada en las arboladas afueras de una ciudad de Estados Unidos, los aficionados al deporte

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Ingenio en tiempos de crisis: se venden asientos en los estadios deportivos

Por el precio de una casa de tres habitaciones con piscina ubicada en las arboladas afueras de una ciudad de Estados Unidos, los aficionados al deporte pueden comprar algo completamente incalculable. Un asiento propio en un estadio.

A comienzos de septiembre, los miembros del consejo de la Universidad de Kansas y de la Universidad de California en Berkeley aprobaron diferentes planes para financiar la expansión y renovación de sus instalaciones con la venta de algo llamado "capital accionarial por asiento". Los aficionados que reciben la aprobación financiera pueden comprar sus asientos y pagarlos -con intereses, claro- por un lapso de hasta 50 años. Una vez cancelada la deuda, el asiento pasa a ser de su propiedad, como una casa.

Si el modelo de "hipoteca" toma vuelo, marcará un giro radical frente a prácticas pasadas, cuando la mayoría de los nuevos estadios se financió con una combinación de dinero de los contribuyentes, préstamos privados y patrocinadores corporativos.

La Universidad de California planea vender cerca de 3.000 asientos y espera recaudar 270 millones de dólares. Las mejores localidades cuestan entre 175.000 y 220.000 dólares cada una, y se pueden pagar en 50 años, mientras que los puestos más baratos se venden por 40.000 cada uno a un plazo de 40 años. "Sin este programa, no veo otra forma en la que podamos asegurar los fondos", dijo el director atlético asociado de la Universidad de California, David Rosselli.

El primer equipo profesional que ensayará el plan es el club de fútbol londinense Tottenham Hotspur, que espera la aprobación del Gobierno para construir un estadio con capacidad para 60.000 espectadores en el costoso distrito del norte de Londres. El equipo actualmente realiza foros con sus seguidores para determinar qué tipo de servicios puede ofrecer y cuánto cobrar. La idea de la hipoteca es especialmente atractiva en Inglaterra, donde muchos clubes de fútbol tienen problemas de deuda y donde la financiación pública de instalaciones deportivas no es común.

"Les hemos dicho a nuestros accionistas y seguidores que analizaríamos todas las fuentes posibles de financiación para llevar el proyecto a término", dijo el vicepresidente financiero del Tottenham, Matthew Collecott.

Aunque la idea puede parecer absurda dado el estado de la economía, sus defensores dicen que ha tenido una gran acogida entre los seguidores serios porque les permite eludir anualmente el alza de precios de las entradas. "Si recibe una carta de su equipo diciendo que los precios de la temporada subirán un 10%, seguramente no le hará feliz", dijo Lou Weisbach, presidente ejecutivo de Stadium Capital Financing Group, la subsidiaria en Chicago de Morgan Stanley que está financiando estos instrumentos. "Si posee un derecho accionario de un asiento silla para su equipo, estará encantado".

Weisbach dice que el concepto se le ocurrió en 2004 cuando fue llamado por el alcalde de Las Vegas para que lo ayudara en la fallida propuesta de la ciudad de crear un equipo de béisbol. El financiero invitó a un par de amigos a una sesión de diseño de estrategia y llegaron a la idea de convertir los "asientos de estadio en condominios".

El plan se diferencia significativamente de la licencia de sillas personales que son usadas en la NFL, la liga estadounidense de fútbol americano. Con éstas, los aficionados pagan una suma única por el derecho a comprar entradas de la temporada, sin control de precios. Por su parte, durante la vigencia de los derechos del asiento, el propietario puede tratarlo igual que una casa, es decir, puede venderlo a un precio más alto. El derecho está ligado a la franquicia en cualquier estadio e incluso será transferido a una nueva ciudad si el equipo decide trasladarse.

Por el precio de una casa de tres habitaciones con piscina ubicada en las arboladas afueras de una ciudad de Estados Unidos, los aficionados al deporte pueden comprar algo completamente incalculable. Un asiento propio en un estadio.