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Garbiñe Muguruza, la española que pudo marcar una época pero se cansó de jugar al tenis
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GANADORA DE DOS GRAND SLAM

Garbiñe Muguruza, la española que pudo marcar una época pero se cansó de jugar al tenis

La tenista española anuncia su retirada con solo 30 años, asegurando que tras más de un año alejada de las pistas, se ha dado cuenta de que no echa de menos seguir jugando

Foto: Garbiñe Muguruza fue número uno del mundo. (EFE/Yoan Valat)
Garbiñe Muguruza fue número uno del mundo. (EFE/Yoan Valat)

Garbiñe Muguruza ha dicho adiós. La tenista española, con solo 30 años, ha decidido poner punto y final al deporte profesional, al entender que no podía seguir con las duras rutinas de entrenamiento que tanto le robaban en su vida privada. Aquella jugadora que llegó a ser número uno del mundo, que ganó dos Grand Slam y que lo tenía todo para ser una leyenda, se marcha por la puerta de atrás, hastiada de la raqueta y en busca de nuevos proyectos personales.

Nacida en Caracas (Venezuela) en 1993, pronto descubrió su pasión por el tenis. Solo tenía 3 años y ya empuñaba la raqueta, lo que llevó a sus padres a regresar a España cuando Muguruza solo tenía 6 años. Lo hicieron a Barcelona, donde se unió a la Bruguera Tennis Academy, donde empezó a demostrar que tenía algo especial. No solo por su altura, que le permitía tener gran potencia de tiro, sino porque sus características la hacían brillar en superficies poco habituales para los españoles.

Foto: Muguruza se despide del circuito. (EFE/Juanjo Martín)

Históricamente, la tierra batida ha sido el gran terreno del jugador nacional, Pero Garbiñe brillaba en pistas rápidas, gracias a su saque, su potencia con el drive y su velocidad de piernas. Solo tenía 21 años cuando disputó su primer torneo WTA, en Lyon. Y, ¿qué pasó? Pues que en sus dos primeros partidos derrotaba a Vera Zvonareva, vigente campeona del torneo y por entonces números 2 del mundo, y a Flavia Pennetta. Acababa de nacer una estrella.

Todos los focos se centraron en la tenista española, que no tardó en dar razones a los aficionados para creer en ella. Empezaron a llegar los buenos resultados y, solo tres años después, alcanzó la final de Wimbledon, donde caería ante Serena Williams (6-4 y 6-4), aunque poco después levantaba su primer título en Pekín. Pese a no ser territorio deseado, en 2016 llegó su primer gran éxito, al ganar Roland Garros tras derrotar en la final a la propia Serena (7-5 y 6-4). Había jugadora para rato.

Continuaron los buenos resultados para, un año después, en 2017, llegar su mejor momento. Se convertía en campeona de Wimbledon, esta vez ganando a Venus Williams (7-5 y 6-0) y se convertía en número uno del mundo. Una jugadora española volvía a lo más alto del tenis femenino y lo tenía todo para marcar una época en el tenis... pero llegaron las dudas. Los siguientes dos años fueron duros, sin éxitos, y, tras caer en primera ronda de Wimbledon en 2019, llegó su primer parón.

"No jugaré durante una temporada, dejaré la raqueta un rato y me tomaré unos días de descanso. Cuando sienta las ganas de volver a jugar, pues jugaré", afirmó. Estuvo más de un mes lejos de las pistas, recuperando fuerzas y le sirvió para, poco después, volver a meterse en la final del Open de Australia, donde sería remontada ante Sofia Kenin (6-4, 2-6 y 2-6). Así, llegó a 2021: las dudas y las desconexiones eran cada vez más comunes, pero le quedaba un último chispazo de genialidad.

El principio del fin

Aquel 2021 no brilló en exceso en los Grand Slam, pero se metió en cinco finales, ganando en Chicago, Dubái y, sobre todo, las WTA Finals, convirtiéndose en maestra. Y, entonces, se cansó del tenis. Acabó la temporada y, el siguiente curso, se le hizo cuesta arriba. Con no demasiados buenos resultados, siguió peleando, pero nada mejoraba. Tras encadenar cinco eliminaciones seguidas en primera ronda, una de ellas en el Open de Australia de 2024 ante Elise Mertens, llegó el final.

Fue el 30 de enero de 2023, cuando Garbiñe Muguruza cayó por 6-1 y 6-4 ante la checa Linda Noskova en torneo de Lyon, el mismo lugar donde todo empezó. Fue entonces cuando decidió que se iba a coger un año sabático, ante la necesidad de desconectar del tenis. Quería no verse obligada a entrenar, jugar y competir, y probar qué se sentía disfrutando de una vida normal. Y se dio cuenta de que, a pesar de solo tener 30 años, no jugar al tenis era lo que necesitaba.

"He ido tomando esta decisión poco a poco, han sido claves estos meses de descanso. Lo recibí con los brazos abiertos. Me sentía mejor y mejor y no echaba en falta la disciplina de la vida que llevaba antes. No ha sido en un día. Me he ido dando cuenta de que quería mirar mi siguiente capítulo y no tanto la raqueta", explicaba este sábado, confirmando su retirada. Garbiñe fue un soplo de aire fresco y pudo marcar una época, pero se cansó demasiado pronto de jugar al tenis.

Garbiñe Muguruza ha dicho adiós. La tenista española, con solo 30 años, ha decidido poner punto y final al deporte profesional, al entender que no podía seguir con las duras rutinas de entrenamiento que tanto le robaban en su vida privada. Aquella jugadora que llegó a ser número uno del mundo, que ganó dos Grand Slam y que lo tenía todo para ser una leyenda, se marcha por la puerta de atrás, hastiada de la raqueta y en busca de nuevos proyectos personales.

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