Es noticia
"Estoy enfadado conmigo mismo": por qué Sinner es el pecado de Alcaraz (aún más que Djokovic)
  1. Deportes
  2. Tenis
LAS CLAVES DE SU DERROTA

"Estoy enfadado conmigo mismo": por qué Sinner es el pecado de Alcaraz (aún más que Djokovic)

El español vivió un verdadero calvario ante un Sinner que es uno de los pocos tenistas del circuito que le tiene tomada la medida. En Pekín, volvió a estrellarse contra el italiano

Foto: Alcaraz, en un momento del partido ante Sinner. (EFE/EPA/Mark R. Cristino)
Alcaraz, en un momento del partido ante Sinner. (EFE/EPA/Mark R. Cristino)

Extraño lo sucedido este martes en Pekín. Carlos Alcaraz, que llegaba al torneo chino como un verdadero misil y jugando a un nivel que pocas veces se le había visto esta temporada, no solo se estrelló contra Jannick Sinner en las semifinales, sino que, además, lo hizo dejando una imagen que pocas veces se ha visto de él. Cabizbajo, sin ideas, estrellándose constantemente contra un muro y con escasas soluciones para sobreponerse al italiano. Una vez más.

Dos tenistas de la misma generación que han empezado a fraguar el que está llamado a ser el gran duelo del tenis mundial en la próxima década, dieron un festival en Pekín... o, al menos, lo que duró el partido, que solo fue un set. Y es que, en el segundo parcial del choque, solo existió un jugador: Sinner. Alcaraz no compareció, mostrando un bloqueo mental y de juegos insólitos en él y confirmando una realidad: el italiano le tiene cogida la medida al español.

Foto: Alcaraz no pudo con un gran Sinner. (Reuters/Florence Lo)

El primer set fue muy igualado, pero el español fue incapaz de aprovechar las grandes oportunidades que tuvo para tomar distancia, tanto al comienzo del partido como en el tie-break. De hecho, esas ocasiones desaprovechadas en la primera manga le pesaron como una losa a un Alcaraz que sufrió demasiado en la segunda. A merced de Sinner, se dejó llevar, fuera de pelea, y sin su característica puesta en escena con la confianza por las nubes. Un mazazo del que no se supo recuperar.

Así lo explicaba el español en rueda de prensa: "Contra Jannik, si no aprovechas las oportunidades, es más difícil ganar. Él mostró un gran nivel, me obligó a cambiar mi juego. No podía hacer lo de siempre, intenté jugar más profundo, pero no pude y traté de cambiar mi táctica, pero tampoco me fue bien. Luego, en el segundo set, estaba fuera mentalmente, me estaba quejando demasiado. Estoy enfadado conmigo mismo. Esto es lo que pasó". Muy sincero y claro.

Son nueve las veces que ambos tenistas se han visto las caras, con cinco victorias para el italiano y cuatro para el español. De hecho, mucho se pone el foco en que Novak Djokovic es el gran rival de Alcaraz pero lo cierto es que, mirándolo con perspectiva, es Sinner el que se antoja como tal: no solo por ser su gran enemigo generacional, sino porque para el español es como jugar contra un espejo. Un tenista que es un muro al otro lado de la red y que es muy difícil de superar.

Cuanto más fuerte pegaba Alcaraz, más fuerte devolvía Sinner; cuanto más profundo pegaba Alcaraz, más profundo devolvía Sinner; cuanto más ajustado pegaba Alcaraz, más ajustado pegaba Sinner... O, dicho de otra manera: el italiano fue capaz de jugar con el español como él lo hace con buena parte del circuito, hasta descoserle. En el segundo set, la lectura era clara: estaba roto, fuera de competición e impotente por no encontrar la manera de hacer daño a un rival que parecía imparable.

placeholder Alcaraz no encontró la vía para hacer daño a Sinner. (EFE/WU HAO)
Alcaraz no encontró la vía para hacer daño a Sinner. (EFE/WU HAO)

Después de mucho tiempo, el español dio síntomas de agotamiento en pista y lo hizo en un torneo en el que llegaba como un tiro. Sinner fue capaz de bajarle las pulsaciones, hacerle dudar y bloquearle en pista, algo que solo consiguen jugadores superlativos. Y Alcaraz lo sabe: por esa razón, precisamente, la derrota de este martes fue más dura de lo habitual, porque Alcaraz se ha dado cuenta de que su gran rival para los próximos años no es otro que el italiano.

"Es un jugador muy completo, te lleva al límite en cada tiro. Tienes que golpear perfectamente cada pelota si quieres estar vivo en el punto. Incluso si crees que le pegas muy bien, pero que muy bien a la pelota, él puede devolverla más fuerte que la tuya. Es algo que lo hace realmente bien. Su resto es asombroso, pero su servicio es muy bueno. Es realmente difícil jugar contra él", afirmaba el propio Alcaraz. Sinner es su kryptonita y lo sabe. Es momento de trabajar para encontrar un remedio.

Extraño lo sucedido este martes en Pekín. Carlos Alcaraz, que llegaba al torneo chino como un verdadero misil y jugando a un nivel que pocas veces se le había visto esta temporada, no solo se estrelló contra Jannick Sinner en las semifinales, sino que, además, lo hizo dejando una imagen que pocas veces se ha visto de él. Cabizbajo, sin ideas, estrellándose constantemente contra un muro y con escasas soluciones para sobreponerse al italiano. Una vez más.

Tenis Carlos Alcaraz
El redactor recomienda