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Las dos caras de Djokovic superan a Alcaraz en la final de Cincinnati y avisan para el US Open
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Remontada por 7-5, 6-7 y 6-7

Las dos caras de Djokovic superan a Alcaraz en la final de Cincinnati y avisan para el US Open

El número dos del mundo, que estuvo fuera del encuentro en el segundo set al sufrir síntomas de un golpe de calor, acabó por darle la vuelta para llevarse el Masters 1.000

Foto: Djokovic, en la final. (EFE/EPA/Mark Lyons)
Djokovic, en la final. (EFE/EPA/Mark Lyons)

Una tormenta de verano llamada Novak Djokovic se llevó el título del Masters 1.000 de Cincinnati tras imponerse a Carlos Alcaraz al remontar por 7-5, 6-7 y 6-7 en casi cuatro horas. El partido, revancha de Wimbledon y antesala de la que, presumiblemente, debería ser la final del US Open que empezará el 28 de agosto, estuvo marcado por los problemas físicos del tenista serbio, quien sufrió síntomas de un golpe de calor que mermaron su condición y rendimiento al inicio, para luego recuperarse y acabar por llevarse el duelo. Nole vivió una de sus características resurrecciones deportivas en el segundo set, donde forzó el tie-break y empató un encuentro que acabaría por solventar en la tercera y definitiva manga en el tie-break.

Alcaraz, que ya se había asegurado llegar como número uno del mundo al último Grand Slam del calendario, tuvo en su mano el partido en el segundo set, cuando peor estaba Djokovic, en plena pájara. Sin embargo, la resistencia eterna de Djokovic acabó por ser demasiado para el español, en un tercer set icónico, de los que dejan huella, con remontada incluida para el Carlitos, pero que terminó en victoria para el serbio. El US Open, próximo torneo donde deberían verse las caras.

Había pasado un mes desde Wimbledon. Ambos jugadores se tenían ganas y sabían que esta revancha era algo más que una final de un Masters 1.000. El partido empezó con los dos titanes del tenis, sin duda los dos más grandes del momento, midiéndose y respetándose. La derecha de Djokovic fluía mejor al inicio, con Alcaraz algo confundido y sin entrar en su mejor juego. Pero el español logró resistir sus saques y conseguir oxígeno. Sin embargo, Carlitos sufriría el primer break del duelo, con un Djokovic creciéndose poco a poco. Con el marcador a su favor, el serbio procedió a servir y empezó a dar síntomas de estar sufriendo problemas físicos, acalorado, como si estuviera sufriendo un pequeño golpe de calor, con el rostro rojizo. Neutralizó la rotura el murciano haciendo lo propio. Y ahí cambió la historia: dónde antes fallaba Alcaraz, ahora fallaba Nole. Un break para el número uno del mundo en el tramo final del primer set fue suficiente, Carlos tiró de calma y pausa para llevarse su servicio y sumar el primer golpe a su favor.

Se marchó a vestuarios Djokovic para enfriarse. Tanto físicamente como mentalmente. Estaba pasándolo mal y su equipo lo sabía, dando continuas órdenes e indicaciones ante un serbio que parecía no estar metido en el partido. Pero, todos conocemos a Novak, es capaz de enchufarse en un abrir y cerrar de ojos. Los síntomas de pájara no cesaron para el número dos del mundo, en su segundo servicio cometió tres dobles faltas consecutivas: algo completamente extraño para un tenista de su nivel. Su equipo médico aprovechó el descanso para atenderlo, medir su tensión y tratar de aliviar lo que parecía un golpe de calor. Djokovic, eso sí, no había pedido la asistencia médica en ningún momento.

Carlos Alcaraz, espoleado por los consejos de su 'jefe', Juan Carlos Ferrero, apretó cuando más sufría Novak. Concentrado, en su mejor versión de todo el torneo estadounidense, el número uno del mundo castigó las dudas y el estado físico de su rival con la intención de cerrar el partido en solo dos sets. Algo que, a priori, constaba imaginarse en un duelo de estos dos tenistas. Confirmó el break el español, lo que le permitía estar a tres juegos de servicio de ganar la final de Cincinnati. Pero Djokovic... es mucho Djokovic. El serbio, una vez más, eterno villano, resucitó para hacerse un gigante y darle la vuelta al marcador. Adiós a los problemas físicos, de repente, Nole era el tenista soberbio y espléndido al que nos tiene acostumbrados. Derechas dominantes, servicios efectivos y el mejor resto del circuito.

2-0 comenzó el tie-break a favor de Djokovic, pero no se deshizo mentalmente el español, que colocó el 3-3. El público de Estados Unidos quería el tercer set, por lo que los gritos iban a favor del número dos del mundo. Sacó su mejor versión Carlos Alcaraz para sobreponerse a la situación, pero no fue suficiente. Tuvo una primera bola de set el español, pero el servicio de Novak pesó demasiado, y, finalmente, el serbio acabó por empatar el encuentro. Negaba con la cabeza el murciano, consciente de que esta segunda manga se le había escapado entre los dedos.

El tercer y último set de la gran final de Cincinnati fue una partida de ajedrez. Ambos tenistas dominaron su saque, pero sufriendo con uñas y dientes. Djokovic, totalmente recuperado a esas alturas de partido, aprovechaba todos los segundos saques de Alcaraz, mientras que este trataba de tirar de piernas para sobreponerse a su rival. Especialmente duro fue el tercer servicio del español, en un larguísimo juego con varios deuces y con Juanki tratando de tranquilizar los momentos más nerviosos de Carlos en el encuentro. Cinco bolas de break dispuso Djokovic... Y a la quinta fue la vencida. A partir de ahí, todo parecía estar encaminado para Novak... pero, ¿lo saben? Exactamente. Alcaraz... es mucho Alcaraz. El crack de Murcia logró remontar el encuentro cuando todo parecía perdido, incluyendo un break en un juego de más de nueve minutos. Un escándalo. Un auténtico partido para la historia del tenis, otro más entre estos colosos. Todo se decidiría, una vez más, en el tie-break.

Arrancó el desempate con una doble falta el español, que sumó varias en el encuentro. Y Djokovic olió la sangre para poner el 3-0. Tenía dos servicios, entonces, Carlos, sumó el primero, sumó el segundo. Máxima igualdad. Pero necesitaba hacer daño en el resto o el serbio se haría con el partido. Lo hizo con una gran volea sobre la red para empatar el tie-break a tres. Ahí entró, una vez más, el servicio de Djokovic en juego para cerrar el encuentro y llevarse el título de Cincinnati.

Una tormenta de verano llamada Novak Djokovic se llevó el título del Masters 1.000 de Cincinnati tras imponerse a Carlos Alcaraz al remontar por 7-5, 6-7 y 6-7 en casi cuatro horas. El partido, revancha de Wimbledon y antesala de la que, presumiblemente, debería ser la final del US Open que empezará el 28 de agosto, estuvo marcado por los problemas físicos del tenista serbio, quien sufrió síntomas de un golpe de calor que mermaron su condición y rendimiento al inicio, para luego recuperarse y acabar por llevarse el duelo. Nole vivió una de sus características resurrecciones deportivas en el segundo set, donde forzó el tie-break y empató un encuentro que acabaría por solventar en la tercera y definitiva manga en el tie-break.

Carlos Alcaraz