"Quiero jugar al tenis toda la vida": la pequeña Sharapova que ya es la gran promesa de la WTA

Una joven tenista, que aún no ha debutado al más alto nivel, empieza a centrar buena parte de las miradas de los expertos del tenis mundial. Alina Korneeva, con solo 16 años, ya ha roto varios récords de precocidad y se espera que aterrice en el circuito profesional más pronto que tarde. De hecho, su intención es tratar de hacerlo en cuestión de semanas. ¿Dónde? Ni más ni menos que en el US Open, donde pelea para meterse en la fase previa del torneo.

Korneeva es una de esas atletas que, desde que solo era una niña, ha vivido el deporte de alta competición de cerca. No en vano, su padre, Alexander Korneev, fue un jugador profesional de voleibol que llegó a conseguir la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín con la selección de Rusia. Esa disciplina, seriedad y trabajo los lleva insertados en los genes. Y, por si fuera poco, su talento para el tenis es realmente elevado para su edad.

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Rubén Rodríguez

Ha sido en 2023 cuando ha vivido una verdadera explosión deportiva que le puede llevar a ser profesional en cuestión de semanas. Y es que, en lo que va de año, Korneeva ha sido capaz de convertirse en número uno del mundo en el ranking júnior, además de ser la jugadora más en forma del circuito: no solo ha ganado dos títulos ITF, sino que puede presumir de ser la campeona del Open de Australia y de Roland Garros júnior, lo que la ha convertido en la 220.ª del mundo.

Por su nacionalidad, su forma de jugar, su agresividad en pista y su capacidad para sacar golpes ganadores de la nada, Korneeva es apodada la pequeña Sharapova y, de momento, empieza a demostrar que tiene grandes dotes para llegar lejos en el tenis. Es una recién aterrizada, pero su capacidad para entender los partidos y, sobre todo, su competitividad en pista, la convierten en una de las jóvenes promesas con mayor proyección del panorama internacional.

En Australia consiguió derrotar en la gran final a su compatriota Mirra Andreeva, otras de las grandes joyas del circuito para, en París, levantar el título frente a Lucciana Pérez Alarcón. En Wimbledon no consiguió repetir éxito, donde cayó en las semifinales ante la checa Nikola Bartunková. Pero el tropiezo en Londres no solo no le supuso un golpe demasiado doloroso, sino que se levantó de él como solo hacen los grandes campeones: con un nuevo gran éxito.

Solo unas semanas después de disputar el tercer Grand Slam de la temporada —por cierto, los que eran los primeros tres grandes de su vida—, Korneeva acudía a disputar el ITF de Figueira da Foz, en Portugal, un torneo ITF W100 o, lo que es lo mismo, el más alto de su categoría, justo el paso previo a los torneos WTA. Y la rusa fue capaz de batir varios récords tras hacerse con un título que la coloca en la rampa de salida para poder jugar el US Open de categoría absoluta.

No solo derrotó en la gran final a la francesa Carole Monnet por un clamoroso doble 6-0 en menos de una hora de juego, sino que, a sus 16 años, se convirtió en la tenista más joven de todos los tiempos en ganar un ITF W100, robándole un récord de hace más de un lustro a Caty McNally. Y precisamente ese triunfo le ha permitido tener el ranking WTA más alto de su carrera, lo que podría permitirle jugar la fase previa en el torneo de Flushing Meadows.

Ahora mismo, clasificada en el puesto 220 del ranking WTA, podría tener certificado el pase a la fase previa del US Open. Dependerá del número de bajas y ausencias que haya en el torneo para, matemáticamente, certificar que el cuarto Grand Slam de la temporada lo disputará en la categoría absoluta. "Quiero jugar al tenis toda mi vida", anunciaba la jugadora tras su éxito en Portugal. Está a un paso de ser profesional... y todos los expertos apuestan muy fuerte por Alina Korneeva.