El triunfo del sufrimiento: Alcaraz alcanza las semis tras ganar a Davidovich (7-6 y 6-4)

La impotencia es un sentimiento habitual en el deporte. Hay veces que el adversario es grande (algunas mayúsculo), pero te ves con capacidad para ganarle. De hecho, juegas un buen partido y has sido merecedor de la victoria. Sin embargo, el ganador es el rival. Y te frustras. Algo así le ha pasado a Davidovich en el partido de cuartos de final del Conde de Godó ante Carlos Alcaraz (7-6 y 6-4).

Parecía un partido más, de esos sin mucha trascendencia. Carlitos sufrió por momentos en octavos frente a Roberto Bautista, pero el valenciano no tuvo opciones en cuanto su rival puso el piloto automático. Frente a Davidovich, sin embargo, todo fue diferente. El malagueño ofreció resistencia desde el inicio por más que se notara la superioridad del murciano por momentos. Fue todo un partidazo el que se vivió en Barcelona.

Alcaraz consiguió rápido un break, así que todo estaba encaminado a que consiguiera con relativa facilidad el primer set. Nada de eso. Davidovich rompió el servicio del murciano y empezó así una sucesión de roturas que concluyó en el tie-break. De nuevo tuvo todo de cara el malagueño, pero fue Carlitos finalmente el que lo ganó. Su cara fue de pocos amigos.

La competitividad de Davidovich

El tenis es un deporte imprevisible, porque hay tenistas que se empeñan en que no haya un guion determinado. Uno de ellos es Alcaraz, capaz en algunas ocasiones de lo mejor y de lo peor. Por momentos fue brillante en ese primer set, mientras que otros tuvo errores impropios de un jugador de su nivel. Es algo propio de la edad; seguro que Carlitos lo corrige con el tiempo.

Parecía que la resistencia de Davidovich duró hasta el cuarto juego del segundo set, cuando Alcaraz consiguó el primer break en ese set. Estaba muy fino el malagueño, aguantando las embestidas de Carlitos, pero todo tiene un límite. En esa ocasión, el golpe a la red a esa misma altura determinó que estaba tocado. Sabía que estaba haciendo las cosas bien, pero era incapaz de vencer al rival. Aun así, compitió como nunca por el partido.

Carlitos puso el piloto automático para conseguir una victoria que lo conduce a las semifinales del Conde de Godó, un título que quiere repetir. A pesar de su ventaja con respecto a Davidovich, no terminó de estar cómodo en el partido. Conviene destacar que el malagueño fue duro adversarios, de esos con los que uno no quiere cruzarse. Es difícil saber si Alcaraz ha jugado partidos de semejante dificultad a lo largo de su carrera.

Una gran tarde de tenis

El público disfrutó como nunca en la Ciudad Condal. No se vio ningún asiento libre en la pista, donde todos estaban expectantes por ver un partido de tal categoría. La tarde animaba a ver el tenis, porque ya ha llegado la primavera. Y ya saben que en esta época es poco recomendable quedarse en casa.

Alcaraz consiguió el break en el segundo set, pero rápidamente se lo devolvió Davidovich, poniéndole aún más picante a un partido que estuvo interesante de principio a fin. Es complicado saber si habrá encuentros de tanta intensidad en esta edición del Conde de Godó, porque no hubo ningún momento de respiro. El nivel fue altísimo.

Está claro que en ocasiones, en la vida, por mucho que uno se esfuerce no habrá recompensa. Algo así tendrá que pensar Davidovich hoy al irse a la cama. Lo dio todo, sí, pero no fue suficiente para ganar al tenista del momento, con permiso de Novak Djokovic y de Rafa Nadal. Él pide que lo llamen Carlitos, pero el diminutivo se le queda corto. Ya es un tenista con mayúsculas.