Australia encumbra a Djokovic: alcanza a Nadal en Grand Slam y quiere superarlo (6-3, 7-6 y 7-6)

Rafa Nadal resucitó en el 2022 como un ave fénix. Cinco meses antes de que ganara el Open de Australia, en una remontada ante Medvedev que se podría calificar como epopeya, apenas podía andar. En mayo llegó el triunfo en Roland Garros, con el que aumentó la ventaja en Grand Slam (22) sobre Djokovic y Federer (20). Una distancia que ya no existe tras la victoria de Novak frente a Tsitsipas en la final del Open de Australia (6-3, 7-6 y 7-6).

El suizo tenía ya la fecha de caducidad, pero no había que fiarse del serbio, cuya ambición está fuera de duda. Aunque Rafa intentó, como siempre, hacer posibles los imposibles en Wimbledon tuvo que poner el freno antes de la semifinal. Djokovic se coronó por séptima vez en Londres y solo estaba a un Grand Slam de igualar al balear.

Hay una clara diferencia entre pasar a la historia y convertirse en un mito/leyenda. Es difícil, claramente subjetivo, determinar a quién se le adjudica cada etiqueta. Pero está claro que Djokovic quiere ser mejor tenista de todos los tiempos. Eso pasa por un desempate con Nadal en Grand Slam, algo que seguro que está más que nunca entre sus objetivos.

Las lesiones de los españoles

Djokovic no se ha dado ningún respiro en estos últimos meses, consciente de que tenía que apurar todas sus opciones antes de la retirada (cumple ahora 36 años). Con Roger fuera de la partida, no le queda ningún adversario más allá de Rafa. Y el balear no termina de superar las constantes lesiones. Así se ha puesto en riesgo su hegemonía en el tenis.

La final no fue un paseo para Djokovic; tampoco un arduo encuentro más allá de tie-break. Salvo Alcaraz, ninguno de los jóvenes ha dado aún el paso adelante de coronarse en torneos al ganar al Big Three. Eso pone en valor a Carlitos, pero no significa infravalorar a Tsitsipas y Zverev. A veces, Nadal y Novak no juegan como los mortales.

Novak estaba lanzado. Sabía que era la oportunidad perfecta para igualar a Nadal y no la desaprovechó. Quizá tuvo en mente el espectáculo del año pasado, cuando vetaron su participación en el torneo por no haberse vacunado contra el coronavirus. No es descabellado pensar que con el serbio en el torneo, gran dominador de las pistas rápidas, la victoria de Rafa hubiera sido más complicada.

La batalla por Roland Garros

Los españoles, tanto Nadal como Alcaraz, no están teniendo fortuna con las lesiones en los últimos torneos. Rafa se marchó en segunda ronda, seguro que todavía con la proeza del año pasado en la mente. Dsde que ganó el US Open, parece que ha llegado la caja de Pandora particular de Carlitos.

Tsitsipas tuvo su momento en el tie-break, cuando rompió el saque del serbio en una ocasión. Todo parecía encaminado para el empate a un set y un partido largo, pero las esperanzas del griego se esfumaron. Djokovic quería el número redondo, el diez. Sí, una decena de Open de Australia tiene ya en su palmarés gracias a esta victoria.

El porvenir parece esperanzador para el serbio, que no presenta problemas físicos. El próximo Grand Slam es Roland Garros, la tierra prometida de Rafa Nadal. El balear tendrá la fecha ya en mente para coronarse quizá por última vez. Los planes de Djokovic son diferentes. Habrá batalla en París.