Es noticia
El Open de Australia es un mar de dudas para Rafa Nadal, pero a ver quién apuesta contra él
  1. Deportes
  2. Tenis
Quiere coger ritmo competitivo

El Open de Australia es un mar de dudas para Rafa Nadal, pero a ver quién apuesta contra él

El 2 del ránking ATP ha comenzado el curso con derrota y no volverá a las pistas hasta el primer Grand Slam del año. Recuerda su milagrosa victoria del pasado año como gasolina

Foto: Rafa Nadal, en su despedida de la United Cup. (EFE/EPA/Steven Markkham)
Rafa Nadal, en su despedida de la United Cup. (EFE/EPA/Steven Markkham)

Rafa Nadal vive en una continua paradoja. Es el número dos del mundo, pero nadie le considera el gran candidato para la temporada 2023. Parecía que las lesiones habían consumido su espíritu competitivo, pero tanto él como su entorno quieren hablar de una retirada a corto plazo. Asume que el milagro australiano del 2022 es casi imposible de repetir… pero nadie se atreve a llevarle la contraria. El manacorí ha comenzado el año con malas sensaciones. Viajó a Australia para adaptarse con tiempo suficiente antes del primer Grand Slam del curso para disputar la United Cup. Dos duelos, dos derrotas. Primero ante Cameron Norrie, después ante Alex de Miñaur, quien jamás le había vencido en toda su carrera. "Necesito más batallas como esta. Necesito más", aseguró el español en la rueda de prensa posterior al partido.

"No he disputado muchos partidos oficiales en los últimos seis o siete meses. Días así ayudan, aunque las victorias hacen el proceso mucho más rápido, pero necesito seguir luchando", insistió Rafa. Si uno echa la vista atrás, y retrocede hace un año, la situación que afrontaba el manacorí era drásticamente peor. Perseguido por las lesiones, Nadal llegaba a Australia cuando semanas antes estaba cojo. Poco a poco, fue retomando sensaciones a medida que el torneo fue avanzando. Nunca fue un Grand Slam predilecto para él, pero nadie lograba pararlo. La ausencia de Novak Djokovic debido a su polémica decisión de no vacunarse del covid-19 en plena pandemia, lo que llevó a un conflicto legal por el que acabó deportado del país, allanó un camino que el actual número 2 del mundo recorrió con épica. Ante Medvedev completó una de las remontadas más épicas de toda su carrera (ya es decir) y sumó su Grand Slam número 21. Meses más tarde, se convertiría en el tenista masculino con más grandes al conquistar Roland Garros.

Foto: Rafa Nadal tiene nuevo entrenador. (EFE/Mauricio Dueñas Castañeda)

"No me gusta comparar, cada año y cada situación es diferente, así que no me importa. Nunca se sabe lo que pueda pasar, porque hace un año en estas fechas parecía imposible imaginar lo que paso después, hoy parece complicado que vuelva a suceder. Voy a trabajar duro estas dos semanas para mejorar físicamente, jugaré algunos sets y practicaré contra los muchachos, eso me ayudará a ganar consistencia", reflexionó el manacorí, quien, además, ha afrontado cambios importantes en los últimos meses en su vida personal con el nacimiento de su primer hijo. Pese a las dos derrotas consecutivas en la United Cup, Nadal relativizó su situación: "No estoy demasiado alarmado o negativo sobre lo que ha pasado, había una opción muy real de perder estos dos partidos, el año pasado también perdí los de Abu Dhabi. Tengo un espacio importante para mejorar, creo que puedo conseguirlo, aquí estuve muy cerca de ganar a dos grandes jugadores".

placeholder Nadal, durante el torneo. (EFE/EPA/Mark Evans)
Nadal, durante el torneo. (EFE/EPA/Mark Evans)

En Australia, esta vez sí que estará Novak Djokovic, al que se le señala como máximo candidato a hacerse con el primer Grand Slam del año. Incluso, por delante del número 1 del mundo, Carlos Alcaraz, al que también le está costando adaptarse a su nueva vida en la élite. Una vez más, todo en contra. Apenas hay justificación realista para situar a Rafa Nadal como entre la terna de favoritos del torneo. Pero aun así, lo está. Llegará el día que falle. A ver quien es el valiente que se atreve a adelantarse.

Rafa Nadal vive en una continua paradoja. Es el número dos del mundo, pero nadie le considera el gran candidato para la temporada 2023. Parecía que las lesiones habían consumido su espíritu competitivo, pero tanto él como su entorno quieren hablar de una retirada a corto plazo. Asume que el milagro australiano del 2022 es casi imposible de repetir… pero nadie se atreve a llevarle la contraria. El manacorí ha comenzado el año con malas sensaciones. Viajó a Australia para adaptarse con tiempo suficiente antes del primer Grand Slam del curso para disputar la United Cup. Dos duelos, dos derrotas. Primero ante Cameron Norrie, después ante Alex de Miñaur, quien jamás le había vencido en toda su carrera. "Necesito más batallas como esta. Necesito más", aseguró el español en la rueda de prensa posterior al partido.

"No he disputado muchos partidos oficiales en los últimos seis o siete meses. Días así ayudan, aunque las victorias hacen el proceso mucho más rápido, pero necesito seguir luchando", insistió Rafa. Si uno echa la vista atrás, y retrocede hace un año, la situación que afrontaba el manacorí era drásticamente peor. Perseguido por las lesiones, Nadal llegaba a Australia cuando semanas antes estaba cojo. Poco a poco, fue retomando sensaciones a medida que el torneo fue avanzando. Nunca fue un Grand Slam predilecto para él, pero nadie lograba pararlo. La ausencia de Novak Djokovic debido a su polémica decisión de no vacunarse del covid-19 en plena pandemia, lo que llevó a un conflicto legal por el que acabó deportado del país, allanó un camino que el actual número 2 del mundo recorrió con épica. Ante Medvedev completó una de las remontadas más épicas de toda su carrera (ya es decir) y sumó su Grand Slam número 21. Meses más tarde, se convertiría en el tenista masculino con más grandes al conquistar Roland Garros.

Rafa Nadal