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"Voy a morir por recuperarme": la misión de Nadal para resetear y volver a sonreír en 2023
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TRAS PERDER ANTE AUGER-ALIASSIME (6-3 Y 6-4)

"Voy a morir por recuperarme": la misión de Nadal para resetear y volver a sonreír en 2023

El tenista español no pudo hacer frente al poder de Felix Auger-Aliassime y, a pesar de intentarlo de todas las maneras, el canadiense se mostró mucho más acertado y con mayor confianza que un Rafa Nadal que no logra remontar el vuelo

Foto: Nadal se lamenta después de fallar un punto ante Auger-Aliassime. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
Nadal se lamenta después de fallar un punto ante Auger-Aliassime. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Rafa Nadal volvió a encontrarse con un muro en uno de sus torneos malditos, las ATP Finals. A lo largo de su dilatada carrera, el Torneo de Maestros siempre se la ha resistido al español que, pese a llegar dos veces a la final, aún no ha sido capaz de levantar. Lo cierto es que este año no llegaba en buen momento, después de que las lesiones y la paternidad le tuvieran apartado durante más de cinco meses de las pistas. Y la realidad pasó por encima de sus esperanzas.

Así se expresaba el propio Nadal antes de empezar el torneo: "Para mí, es difícil imaginar llegar a las ATP Finals con la suficiente forma como para ganar un torneo que no he levantado en toda mi carrera. Para jugar contra los mejores jugadores del mundo desde el primer día, necesitas estar ahí y tener ritmo, algo que no va a pasar. Necesito que el tenis y el cuerpo estén allí", explicaba. No se equivocaba y el español se mostró muy lejos de su mejor versión ante Felix Auger-Aliassime (6-3 y 6-4).

Foto: Nadal, contrariado tras su derrota. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Ambos jugadores eran conscientes de que el partido de este martes era una final: el que perdiera, estaba con pie y medio fuera de las ATP Finals. Tanto Auger-Aliassime como Nadal venían de perder en su debut en el torneo, lo que provocaba que el enfrentamiento entre ambos fuera a vida o muerte. El número dos del mundo sabía que estaba ante la última oportunidad de seguir con vida en el torneo... y no supo aprovecharla, perdiendo la ocasión de sumar una 'vida extra'.

Al acabar el partido, Nadal hablaba claro sobre el momento deportivo que se encuentra atravesando: "No se me ha olvidado jugar a tenis o cómo ser fuerte mentalmente, lo que necesito es recuperar la confianza para estar al nivel que quiero estar. No sé si volveré a alcanzar ese nivel, de lo que no tengo dudas es que voy a morir por ello. Ya mismo empieza mi 2023", afirmaba el español, convencido de seguir trabajando para olvidar su mal momento y volver a sonreír el próximo curso.

Durante los primeros juegos del partido, el servicio fue la clave y, aunque Nadal tuvo cuatro bolas de 'break' entre el primer y el séptimo juego, no las pudo consumar. A partir de ahí, tanto el canadiense como el español se mostraron muy sólidos al saque, cediendo muy pocos puntos y con porcentajes muy altos con el primero. Los puntos al resto eran prácticamente inexistentes y ambos jugadores sabían que el partido se podía decidir en el momento que uno de ellos bajara el pistón.

Y eso sucedió en el octavo parcial del partido. Con el juego encarrilado, Nadal sufrió un brutal bloqueo con su saque que provocó que Auger-Aliassime oliera la sangre y se lanzara con todo a por el español. El canadiense aprovechó el bajón del balear para sumar el 'break', que confirmó solo un juego más tarde para llevarse la primera manga. Nadal, contra las cuerdas, era consciente de que su juego no corría y su tenis no terminaba de meter miedo al jugador canadiense (6-3).

placeholder Nadal, en un momento del partido. (EFE/EPA/Alessandro di Marco)
Nadal, en un momento del partido. (EFE/EPA/Alessandro di Marco)

Pero pronto se demostró que el español estaba un punto por debajo de lo habitual. Auger-Aliassime solo necesitó tres juegos para romper de nuevo el servicio de Nadal y ponerse por delante en el set. Aunque Nadal no tiró la toalla en ningún momento, el poder del canadiense desde el fondo de la pista hizo imposible cualquier conato de reacción del español, que se vio incapaz por piernas y por juego de voltear el partido. El canadiense flotaba y el español sufría en exceso.

A pesar de que Nadal lo intentó de todas las maneras posibles, fue incapaz de romper el servicio de Auger-Aliassime, lo que permitió al canadiense cerrar la manga y el partido gracias a su saque (6-4). El español, que llegaba a las ATP Finals con los pies en el suelo pero convencido de que podía obrar el milagro, ya sabe que el Torneo de Maestros no es el terreno ideal para la magia. Dos partidos perdidos y ni un solo set a su favor es su triste bagaje después de dos partidos. Una eliminación de la que quiera recuperarse cuanto antes.

Rafa Nadal volvió a encontrarse con un muro en uno de sus torneos malditos, las ATP Finals. A lo largo de su dilatada carrera, el Torneo de Maestros siempre se la ha resistido al español que, pese a llegar dos veces a la final, aún no ha sido capaz de levantar. Lo cierto es que este año no llegaba en buen momento, después de que las lesiones y la paternidad le tuvieran apartado durante más de cinco meses de las pistas. Y la realidad pasó por encima de sus esperanzas.

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