El "matador" Rafa Nadal acaba (otra vez) con Medvedev y luchará por un nuevo título

Se empiezan a acabar los calificativos para Rafa Nadal, que continúa haciendo historia en Acapulco, esta vez tras derrotar en las semifinales al nuevo número uno del mundo, Daniil Medvedev (6-3 y 6-3). El español ha comenzado la temporada como un tiro y, hasta la fecha, no solo no conoce la derrota -con 14 victorias seguidas-, sino que ya ha sumado dos títulos (Melbourne y Australia) y se ha metido en una nueva final, la de México, donde jugará ante Cameron Norrie.

Que el tenista balear es un animal competitivo es algo que ya sabíamos todos, pero el nivel que está mostrando a sus 35 años es realmente impresionante, especialmente teniendo en cuenta de donde viene. Y es que hace medio año aquella operación en el pie izquierdo a la que se tuvo que someter estuvo muy cerca de obligarle a coger el camino de la retirada. Ahora, acaba de firmar el mejor arranque histórico de su carrera después de casi dos décadas como profesional.

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Rubén Rodríguez

En la madrugada de este sábado, volvió a cruzar sus caminos con Medvedev, mismo rival que ya derrotara en la final del Open de Australia y uno de los jugadores que mejor tenis está haciendo este curso. Pero Nadal, con su habitual capacidad para desarmar rivales, volvió a dar una lección magistral en la pista: jugando con solvencia desde el fondo de la pista, convertido en un muro cuando hizo falta y con golpes increíbles que hicieron enloquecer a la grada con el español.

En un visto y no visto, Nadal se llevó el primer set. Cuando Medvedev se quiso dar cuenta de que estaba jugando un partido de tenis, el balear ya le iba ganando 4-1, sin darle ningún tipo de opción. Brillante al servicio y muy efectivo al resto, el ruso no había ido capaz de frenar el poder de un Nadal que le estaba pasando por encima. Solo necesitó un par de servicios más para confirmar el set (6-3), provocando el delirio de la grada: "Matador, matador", comenzaron a gritarle.

En la segunda manga, el número uno del mundo trató de reaccionar, pero Nadal dio una lección de resiliencia. El ruso mejoró sus prestaciones, comenzó a desarmar el saque del español... pero no pudo culminar. ¿El motivo? Nadal fue capaz de levantar hasta 11 bolas de 'break' para acabar con la capacidad de reacción de su rival, que terminó por bajar los brazos cuando a las primeras de cambio el español lograba la rotura. Otro 6-3 y el español se metía en la gran final.

"Ha sido una victoria de nivel, que confirma que las cosas están saliendo de forma positiva. Ganar un partido contra el número uno del mundo significa mucho para mí. Será una final difícil contra Norrie, un rival que viene de ganar un torneo", explicaba el español tras ganar en semifinales. Ahora, confía en seguir con su buena racha y poder pelear por el tercer título consecutivo de la temporada, para firmar un inicio de curso como nunca antes ha hecho en toda su vida deportiva.

Una vez más, Nadal volvió a hacer gala de su poder mental en la pista. Ha mejorado en el saque y sus golpes siguen siendo muy poderosos, pero lo que marca la diferencia es su capacidad para no rendirse nunca. Así, consiguió desarmar a Medvedev y meterse en una nueva final, en este caso en Acapulco, en la que se enfrentará a Cameron Norrie, que derrotó a Stefanos Tsitsipas por un doble 6-4. Otra ocasión para que el 'matador' Nadal levante un nuevo título y alargue su idilio con 2022.