Novak Djokovic gana a Roger Federer en una de las mejores finales de Wimbledon

Wimbledon mejora cualquier partido de tenis. El entorno, la tradición, la historia... Pero si es como la final que jugaron este domingo Novak Djokovic y Roger Federer, entonces el duelo traspasa lo deportivo y entra en el terreno de lo mítico. Lo que presenciaron los miles de espectadores que llenaban la pista central y los millones que lo vieron por televisión no fue un partido, sino un duelo de dioses del tenis. Una fabulosa batalla que se alargó casi cinco horas y que cayó del lado del serbio (7-6, 1-6, 7-6, 4-6, 13-12), empeñado en ser el mejor tenista de todos los tiempos.

La de este domingo es la tercera final de Wimbledon que le gana Djokovic a Federer, un dato más que apuntala su estatus de leyenda. Al mejor tenista sobre hierba de la historia, al rey del All England Lawn Tennis Club, Djokovic le ha ganado tres finales. Tres. Una gesta descomunal que de manera inevitable obliga a mirar a Roland Garros y el pleno de Rafa Nadal en 12 finales.

Es el quinto Wimbledon de Djokovic, el 16º título de Grand Slam de cu carrera. Está a dos de Nadal (18) y a cuatro de Federer (20), a los que por edad y condición física (no está tan castigado como el español y es seis años más joven que el suizo) tiene opciones de alcanzar. Hace ya tiempo que no hay un tenista tan fuerte como el serbio, el más regular del ese 'Big 3' que domina el tenis desde hace una década.

La final sirvió como estreno en un partido de individuales del 'tie-break' en el quinto set, que hasta ahora solo había sido necesario en un partido de dobles. Ni siquiera Djokovic, que preguntó al juez de silla por él, tenía clara la nueva norma. A diferencia del resto de mangas, la quinta no puede resolverse en na muerte súbita tras el empate a seis, pero sí tras el doce iguales. Cuando llegó el momento, Djokovic fue mucho mejor, igual que lo había sido en los dos 'tie-break' anteriores. El número 1 del mundo se impuso con claridad y se llevó el triunfo tras un error de Federer, que terminó el partido con una caña.

"Intentaré olvidarlo", dijo Federer. "Ha sido un gran partido, ha sido largo, lo di todo. Tuve muchas oportunidades, pero estoy feliz con mi actuación. Felicidades, Novak, ha sido una locura". Bendita locura. Una de las mejores finales de Wimbledon.