La asignatura pendiente de Rafa Nadal: ¿logrará hacer suyo el terreno de Federer?

Parece una contradicción, pero no lo es. Choca que a alguien con el palmarés de Rafa Nadal le queden asignaturas pendientes. Existen aunque no son muchas y una de ellas se encuentra en Basilea. En sus tres visitas -la de esta temporada será la cuarta- no ha conseguido conquistar el terreno de Roger Federer, el mismo que acaba de relegarle a la tercera posición de la clasificación ATP. Las pistas suizas se le resisten: o se despide de ellas en la primera ronda o no llega a pisarlas debido a problemas físicos. Aquellos que arrastra desde que sufrió un principio de apendicitis en Shanghái. ¿Conquistará el territorio Federer? La misión no es fácil.

Cayó ante Feliciano en dicho Masters 1.000, pero lo hizo sobre la pista asiática. El tesón de Rafa Nadal le impedía dar por perdido el partido antes de jugarlo. Poco le importó los efectos que en él tenía el fuerte tratamiento de antibióticos al que estaba siendo sometido para evitar pasar por quirófano. Y si estuvo en Shanghái no podía faltar a la cita que tiene en Basilea. Esta semana confirmó que empuñará su raqueta en Suiza y “una vez finalizada su participación decidirá, tras consultar con sus médicos, su calendario de final de temporada” según rezaba una nota emitida por su relaciones públicas. El objetivo de Rafa Nadal es operarse después de la última cita de la temporada, el Masters de Londres (9-17 de noviembre), aunque la intervención podría adelantarse.

Lo que es seguro es su presencia en Basilea ya que “los médicos han dicho que no había problema para viajar” tal y como informó su tío, Toni Nadal. Rafa aterriza en Suiza con la cita metida entre ceja y ceja. Sabe que se trata del terreno de uno de sus amigos, no en vano Federer ha sido profeta en su tierra y es el jugador que mejores resultados ha cosechado allí: cinco títulos y diez finales. Se siente seguro en casa y más ahora que, tras conquistar el título en Shanghái, ha arrebatado a Nadal el segundo puesto de la clasificación mundial que continúa encabezada por Novak Djokovic. A pesar de su amistad, el mallorquín se ha propuesto eliminar ese pequeño punto negro que afea su impoluto currículum.

Adiós en la primera ronda

Hace once años que su nombre figuró por primera vez en Basilea y no empezó con buen pie. En aquel 2003, Feliciano López fue su verdugo en la primera ronda. La misma fase en la que se despidió de Suiza un año después de perder ante el alemán Schüttler. Tuvieron que pasar nueve años para volver a casa de su amigo Roger Federer. Rafa Nadal se convirtió en el mejor reclamo para el evento, pero una serie de problemas físicos impidieron que el de Manacor estuviera presente en Basilea el año pasado. En aquel momento alegó que la intensidad del calendario le obligaba a parar para cuidar tanto su preparación física como su salud. La misma que, un año después, complica el reto de convertir el ‘territorio Federer’ en ‘territorio Nadal’.

Tal y como informamos en El Confidencial hace unos días, el mallorquín se ha hipotecado, de cierta manera, eligiendo el tratamiento con antibióticos por encima del quirófano. Rafa Nadal aseguró que prefería operarse en su país y lo cierto es que al tratarse de un principio de apendicitis, la medicación puede dejar inactiva la dolencia. El inconveniente de esta opción es que no asegura que la inflamación del apéndice se frene totalmente por lo que el problema se podría agravar y en ese caso, la única solución pasaría por el bisturí. Aun así, y con permiso de su apéndice, Rafa Nadal se ha propuesto quitarse el mal sabor de boca que tiene para él Basilea. Y es de sobra conocido el espíritu de superación del tercer mejor tenista del mundo.