Si Nadal jugara al frontón y sin rival también llenaría la Caja Mágica

Rafa Nadal disfrutó ayer en la pista, ese recinto en el que no conoce a nadie mientras haya una pelota en juego, para después sufrir con su Real Madrid, para alegría de parte de su equipo, declarados barcelonistas y que han visto como el eterno enemigo les daba vida cuando menos se lo esperaban. El balear se quitó del medio a su amigo Mónaco como el que no quiere la cosa. Después, Feliciano López mostró credenciales en su casa, remontando ante Youznhy.

Él solo logró llenar la pista Manolo Santana del Mutua Madrid Open. Poco importó eso de las tres y cuarto de la tarde. Como si nada. Metió a 12.000 aficionados y al doble si se hubiera podido. Agotó ayer y para hoy apenas quedan entradas para la sesión de la mañana. Para las de la noche, las que quieran. Y todo por el mejor tenista español de la historia. El reto es superar las 221.013 personas que pasaron por la Caja Mágica hace un año.

Es lo que tiene Nadal. Es pisar la arcilla, marrón para su tranquilidad, y aparecer gente de debajo de las piedras y de ambas orillas del Manzanares. La Caja Mágica rebosaba en la jornada de ayer. Entradas vendidas, gradas a tope y pasillos vacíos... mientras jugaba Nadal. Eso sí, es desaparecer el número uno del mundo y los aficionados, o no tanto, buscan otra cosa. El tenis ya no importa tanto, pasa a un segundo plano y en muchas ocasiones es seguido por las pantallas que hay repartidas por el fastuoso recinto que por obra y gracia de Gallardón dobló y algo más su presupuesto en su construcción. De los 120 millones iniciales a los 294 con los que se cerraron cuentas.

La aparición del líder de la ATP animó a todos y a todo, menos a su amigo Mónaco claro está, al que dejó hacer un juego. Sin los números 2,3 y 4 del mundo sobre la pista, el Mutua bien podría pasar a llamarse Mutua Nadal Open a la espera de lo que sean capaces de hacer Murray o los españoles Ferrer y Feliciano López, que firmó el mejor partido para derrotar a Youznhy y al que le espera el austriaco Dominic Thiem, que en segunda ronda se cargó a Wawrinka. Roberto Bautista buscará los cuartos ante el polaco Kubot.

Hoy a Nadal le espera el finlandés Jarkko Nieminen y una pista abarrotada, tal y como sucedió ayer. Y es que por momentos parece que poco importaría si Nadal se dedicara al frontón y no tuviera rival. Muchos ni se darían cuanta y todo porque sólo vienen a ver al balear.

El otro atractivo del día llegará en el cuadro femenino. Carla Suárez tiene el reto de derrotar por primera vez a Serena Williams. La única española que queda ante la número uno del mundo y que domina de manera insultante el circuito. Sharapova tendrá como rival a la australiana Stosur, que terminó con el sueño de Garbiñe Muguruza.