Tommy Robredo, el tenista que se reinventó cambiando el chip de su cabeza

Una nueva remontada. Un nuevo maratón de tenis. Tommy Robredo (31) ha llegado hasta los octavos del Abierto de Australia después de remontar y derrotar a Gasquet en cuatro sets. Un guion que se ha convertido en el habitual en las últimas victorias firmadas por el tenista español. En este resurgir de Robredo se aprecia un jugador distinto, más completo, ha evolucionado reforzando un factor que Rafa Nadal ha demostrado ser clave cuando el viento no sopla a favor: la mente. El cambio en la cabeza de Tommy ha sido clave para regresar pisando fuerte después de vagar errante por culpa de las lesiones.

Se suele decir que la fe mueve montañas. En este caso, la de Robredo gana partidos que se antojan interminables para sus rivales, no para él. En la primera ronda estuvo al borde de ser eliminado por un Lukas Rosol que parecía tener el quinto set totalmente controlado. El escenario se repitió en la segunda fase ante Benneteau, que cayó en un choque de cuatro mangas. Su variado y completo juego se ha visto reforzado por una solidez mental nunca vista antes. Tommy Robredo ya no se viene abajo, resiste e imprime su nuevo carácter. Fruto de esta remodelación, las remontadas se han convertido en una constante. Tanto es así que el año pasado se convirtió en el segundo jugador que se sobreponía tras ir dos sets abajo en tres partidos consecutivos de Grand Slam: derrotó a Sijsling, Monfils y Almagro en Roland Garros.

Tras dos años lastrado por una lesión de abductores, Robredo regresó con fuerza al circuito ATP World Tour cerrando la temporada en el Top 20. Su vuelta valió para que la Asociación de Periodistas de Tenis (APT) y Segura Viudas le eligieran tenista más destacado de 2013. Y es que a su notable actuación en la cita francesa donde llegó cuartos, hay que añadir su buen hacer en el US Open, cita en la que Nadal fue su verdugo en la misma fase en la que se despidió de Roland Garros tras perder contra David Ferrer, el mismo jugador que le privó de disputarla final de Buenos Aires. Y todo esto sin olvidar los títulos logrados en Umag, Casablanca y Brisbane, este en dobles junto a Melo.

Su primera raqueta, a los catorce meses

Su buena temporada le sirvió para escalar en la clasificación ATP, donde ahora ocupa el puesto 18. En el circuito profesional desde 1998, Robredo no tardó en convertirse en uno de los grandes talentos del tenis español. No es de extrañar si tenemos en cuenta que poco después de cumplir un año ya tuvo su primera raqueta. Los domingos iba con su padre Ángel (el mismo que eligió su nombre en honor a la ópera rock Tommy de The Who) a buscar a su madre a la fábrica donde trabajaba y en la que había una pista de tenis. Además, mientras ellos disputaban su partido semanal en el centro Montnegre de Sant Celoni, Robredo jugaba solo en el frontón. No fue hasta los cinco años cuando se centró en el tenis coincidiendo con el traslado de su familia a la localidad gerundense de Olot. Cinco años después, la Federación Catalana se cruzó en su carrera y en 1996 entró a formar parte del CAR de Sant Cugat: tardó cuatro años en ser el tenista junio número uno de España.