"Los amaños de partidos también existen en los torneos del Grand Slam"

El tenis es un deporte peculiar. Las normas del circuito son impuestas por los propios jugadores. Marcanlas directrices del circuito. En muchos casos, son normas y leyes alejadas de toda lógica y que tienden a una excesiva protección del tenista. En los vestuarios se habla de la compra de partidos con demasiada facilidad. "Es muy sencillo, pero lo complicado es demostrar que unjugador se ha dejado ganar o ha pactado un resultado. Y no hablosólo de los Challengers, habló del circuito de la ATP", confiesa un tenista español a El Confidencial.

LaFederación Internacional de Tenis (ITF) ya ha comunicadoa la Federación Española de Tenis que hay un tenista investigado.El Confidencialdesveló este asuntoy ha podido saber que a este deportista se le haabierto un expedientey se está a la espera de sus alegaciones. El organismo internacional no quiere desvelar el nombre por cuestiones de confidencialidad. El procedimiento es el mismo que en un caso de doping.Si se autentifica el amaño,el tenista será sancionado y será entonces cuando se desvele suidentidad.

El expediente abierto por la ITFal tenista españolsigue su curso. Se juega su carrera profesional, de ahí el sigilo de una investigación abierta y que ya está, como sucede con las del fútbol, en manos de Anticorrupción y de la brigada de blanqueo de capitales.

Las propias casas de apuestas han sembrado de vigilancia todos los torneos de tenis. Las alarmas se activan en cuanto partidos sin mayor trascendencia reciben importantes cantidades de dinero en apuestas. Perder el primer set es el origen de los movimientos, en ese momento se apuesta a que el tenista que ha caído será el ganador del encuentro.Tal y como ha podido saber este periódico, las empresas de apuestas tienen una lista negra de jugadores, entre los que no figurabatenista español alguno. Tipsarevic (ha reconocido que le han ofrecido dinero por perder en alguna ocasión), Davydenko, Fognini o la ex número uno Azarenka son algunos de los que están bajo sospecha.

Y es que, como decíamos antes,las propias normas de la ATP, como la obligación de disputar 18 torneos, condicionan y dan pie a especulaciones que podrían evitarse. En caso de no acudir a alguno de los compromisos adquiridos al término de la anteriortemporada, en muchos casos obligados por su condición de top 30, el tenista en cuestión suma un 0, efecto que castiga su puntuación dentro del circuito. Muchos acuden al torneo en cuestión, pese a no estar en condiciones, y bien se dejan llevar o abandonan tras disputar unos juegos. ¿Quién controla si ese resultado es anormal por causas ajenas a las deportivas o que el abandono no es premeditado?

La Internacional del tenis centró todos sus esfuerzos en frenar la sangría de compra-venta de partidos que suponían los Challengers, pero ahora la preocupación se ha multiplicado. "Los amaños también existen en los Grand Slam. En todos los torneos hay movimientos extraños", confirma el citado tenista.

Los propios jugadores han pedido en alguna ocasión que se termine con las apuestas en los torneos que están alejados de la élite, esos en los que por ganar un partido no te llevas más de 600 euros, cantidad que puedes multiplicar por veinte en caso de pactar un resultado. "En los Challengers la compra de partidos es habitual. No hay que olvidar que hay jugadores que no tienen ni para pagarse los viajes y que, con un partido, pueden conseguir el dinero paraviajardurantetoda la temporada".

La Fiscalía Anticorrupción española está sobre la pista de los partidos y sobre el movimiento y el sentido de las apuestas realizadas. Tal y como sucedió en el caso del partido Levante-Deportivo, se apunta a mafias procedentes de Asia e incluso del este de Europa.