De Mevius arrebata la victoria a un imperial Carlos Sainz en una dura etapa del Dakar

Jornada muy positiva para Carlos Sainz. El piloto español no pudo ganar la etapa, en manos del belga Guillaume de Mevius (Toyota), pero el madrileño exhibió poderío sobre las piedras árabes para sacar al menos diez minutos sobre cada uno de los grandes favoritos de la prueba y acabar segundo.

Sainz 'voló' con su Audi, que salió en la cuadragésima octava posición desde Al Ula (Arabia Saudí) y que tenía por delante a 27 coches apelotonados sobre el desierto, pues a partir del vigésimo se salía de minuto a minuto, en vez de cada dos, como lo hicieron los veinte primeros, lo que provocó más polvo y peor visibilidad.

Pese a todo, Sainz y su copiloto Lucas Cruz terminaron segundos, a un minuto y 44 segundos del belga, del equipo Overdrive Racing, que a bordo de un Toyota capitaneó una primera etapa que a mitad de recorrido parecía tener controlada el sueco Mattias Ekström.

Gran día para el español

No obstante, al final de la etapa, Sainz sacó más de diez minutos sobre el brasileño Lucas Moraes y Ekström, que terminaron a más de 13 minutos del líder; casi 20 minutos sobre el español Nani Roma, más de 22 sobre el francés Sébastien Loeb.

Y lo más importante, casi 25 minutos sobre el qatarí Nasser Al-Attiyah, vigente campeón, que no tuvo un buen inicio de rally raid. El qatarí tuvo dos pinchazos letales que le hipotecaron toda la etapa, igual que Loeb, con problemas mecánicos en la dirección de su coche. Peterhansel explicaría que no tuvo su mejor día.

Y así se explicó la etapa. En un día marcado por el dolor general, Sainz salió vencedor. "Ha sido un día duro, con mucho, mucho polvo al principio. Luego he tenido un pinchazo lento, después otro y después un tercero que nos ha obligado a poner de nuevo la rueda del pinchazo lento. Ahí hemos perdido bastante tiempo y es una pena, pero al final ha sido un día positivo", resumía Sainz meta.

La primera etapa de este Dakar 2024 cubrió un recorrido de 541 kilómetros, 414 de ellos cronometrados, entre las ciudades de Al Ula y Al Henakiyah, ambas de Arabia Saudí, y cuyo final estuvo muy cerca de Medina, una ciudad que sin embargo tiene restringida la entrada a todas las personas no musulmanas.