Un equipo de la NFL marca tantos puntos que se les agotan los fuegos artificiales

Una de las tradiciones en los estadios de fútbol americano es que cuando el equipo local anota un 'touchdown' se lanzan fuegos artificiales para celebrarlo. Lo normal es que todas las franquicias de la NFL estén preparadas para cualquier evento que pueda suceder, pero a los responsables de los Kansas City Chiefs la última jornada les pilló desprevenidos.

Se enfrentaban a los Houston Texans en un gran duelo de cuartos de final de la liga profesional de fútbol americano. El resultado era favorable a los visitantes por un claro 24-0, lo que hacía presagiar que los Texans era el equipo que se iba a clasificar para la final de su conferencia. Pero el partido dio un giro inesperado.

Los Chiefs comenzaron la remontada y fueron anotando un 'touchdown' tras otro para colocarse por delante y terminar arrasando al rival. En total consiguieron siete 'touchdowns' consecutivos, por uno solo de su rival, lo que les llevó a ganar el partido por un contundente 51-31 y a clasificarse para las semifinales de la NFL.

A por la Super Bowl

Pero ese arrebato anotador de los Chiefs también provocó que su equipo se quedara sin fuegos artificiales para celebrar los tantos. La situación fue tan poco habitual que tuvieron que colocar un mensaje en los videomarcadores anunciando que no podrían celebrar el último tanto de su equipo porque se habían quedado sin pólvora.

Los Chiefs se jugarán su pase a la Super Bowl en su propio estadio frente a los Tennessee Titans

Seguro que a los 73.500 espectadores que abarrotaban el Arrowhead Stadium de Kansas City no les importó quedarse sin la celebración de los últimos 'touchdowns' con tal de clasificarse para las semifinales de la NFL, ya que están a un solo paso de jugar la próxima 'Super Bowl', algo que todo equipo busca a principios de temporada.

Además, la sorpresa en otra eliminatoria ha hecho que los Chiefs se vayan a enfrentar en su propio estadio a los Tennessee Titans el próximo domingo 19, en vez de viajar a la cancha de los Baltimore Ravens, como era de prever, tras la eliminación de los cabeza de serie número uno en la ronda de cuartos de final. Seguro que, para entonces, los responsables del estadio de Kansas ya han comprado provisiones de fuegos artificales.