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España se cita de nuevo con la historia y un título que le esquiva desde hace 20 años
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juega la final contra alemania (17:30 horas)

España se cita de nuevo con la historia y un título que le esquiva desde hace 20 años

La selección cierra el Campeonato de Europa como lo abrió: jugando contra Alemania. En juego, además de su primer título europeo, la plaza directa para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro

Foto: España se metió en la final tras ganar a Croacia en semifinales (Stanislaw Rozpedzik/Efe-EPA)
España se metió en la final tras ganar a Croacia en semifinales (Stanislaw Rozpedzik/Efe-EPA)

La de España con el Campeonato de Europa de Balonmano es una relación de amor odio. Ningún otro torneo le ha dado tantas medallas (cinco) y ningún otro le ha hecho derramar tantas lágrimas. Tres finales ha jugado y tres finales ha perdido: la de 1996 contra Rusia, la de 1998 ante Suecia y la de 2006 frente a Francia. El tiempo transcurrido entre las dos últimas y la de este domingo contra Alemania (17:30, 'La 1') demuestra que el camino hacia el oro europeo es el más complicado del balonmano mundial.

"No hay que dejar pasar las oportunidades, porque no sabes nunca cuándo vas a tener otra", dijo Arpad Sterbik este sábado. El portero, de 36 años, contó una conversación con el seleccionador, Manolo Cadenas. "Ayer me decía Manolo: 'Con sesenta años, ¿cuándo voy a tener la oportunidad de ganar una medalla de oro en un Europeo si no es ahora?'. Y como yo le dije, yo tampoco tengo veinte. Para algunos puede ser nuestra última oportunidad y hay que aprovecharla". Sterbik, que lo ha ganado casi todo, no tiene en su palmarés una medalla europea, algo que va a solventar este domingo. Pero él, como el resto del equipo, no se conforma con la plata.

Así han llegado España y Alemania a la final.

"Tenemos que demostrar más ambición"

"Hemos venido aquí a por el oro. Desde el primer momento lo hemos hablado, igual no muy alto, pero sí en privado. Toda la expedición quería estar en esta final para ganarla", reconoció el seleccionador, Manolo Cadenas. Una vez en el último partido, la lógica mesura que acompaña a todos los equipos ya no tiene dónde esconderse y todos los jugadores reconocen su obsesión por ganar. "Tenemos que demostrar desde el principio a Alemania que tenemos más ambición que ellos, que tenemos más ganas de lograr esa medalla de oro. Y para eso debemos estar muy metidos siempre en el partido. Saber que cada balón, que cada defensa, que cada ataque cuenta", apuntó Raúl Entrerríos.

Antes de viajar a Polonia, el capitán del equipo manifestó que el grupo afrontaba el torneo con "ambición, espíritu y unión". Casi tres semanas después, aquellas palabras adquieren sentido tras un campeonato durísimo en el que España ha suplido con pundonor la falta de regularidad durante los partidos. La selección ha demostrado ambición, como se deduce de las declaraciones de Cadenas; espíritu, el que le ha hecho falta para ganar sin hacer su mejor juego; y unión, la necesaria para superar los momentos difíciles, como la derrota contra Dinamarca.

"Un oro no se gana todos los días"

En la final contra Alemania, Entrerríos espera un partido "más exigente" que el de la primera fase, que acabó con victoria española por 32-29. De la misma opinión es Gedeón Guardiola, que cree que los alemanes "han mejorado en todo". "La defensa está más ajustada, la portería les esta rindiendo muy bien con un Andreas Wolff en un gran nivel, pero, sobre todo, han mejorado en confianza. Han adquirido un hábito ganador que les hace más peligrosos".

"Nuestra experiencia nos tiene que servir para resolver la situaciones difíciles que siempre se plantean en cada partido", explicó Cadenas. La experiencia puede ser un factor decisivo en la final. España es un equipo mucho más acostumbrado a jugar partidos importantes que la actual Alemania, una de las selecciones más jóvenes del balonmano europeo. "Tenemos jugadores a los que no les puede la presión, que no se van a agobiar, por ejemplo, con las constantes alternativas defensivas que planteará Alemania", añadió el seleccionador.

La selección alemana es el último obstáculo entre España y el oro europeo. La actual generación del balonmano español, campeona del mundo en 2013, tiene todavía un par de cuentas pendientes. Y el camino más corto para saldar una, la de los Juegos Olímpicos, es saldar primero otra, la del Campeonato de Europa. "Una medalla de oro no se gana todos los días", dijo Sterbik. Y si es una que trae de regalo el billete para Río, menos aún.

El resurgir de Alemania

Haces tres semanas, muchos habrían apostado por ver a Alemania en la final del Campeonato de Europa, pero no en el de 2016, sino en el de 2018. La cita de este año, en teoría, llegaba demasiado pronto para una selección en renovación, aunque ya en el pasado Mundial de Qatar estuvo a punto de colarse en semifinales.

Dos factores jugaban en contra del equipo alemán: lajuventud(menos de 25 años de media) ylas bajas. Los cinco jugadores más utilizados hace un año no han estado en Polonia, cuatro de ellos por lesión. Pero a pesar de eso, y de que ha tenido dos bajas más a lo largo del torneo, el equipo que dirige el islandésDagur Sigurdsson se ha plantado en su primera final desde que ganara el Mundial que organizó en2007.

"Es un equipo que ha evolucionado mucho. Ha cambiado claramente su forma de jugar de los últimos años, no tiene nada que ver con la Alemania que veíamos en anteriores campeonatos, han mejorado muchísimo en el juego posicional y eso los hace más peligrosos. Será un partido más exigente que el de la primera fase", advirtió Raúl Entrerríos en la previa.

De la mano deSigurdsson, Alemania ha regresado al primer nivel. En apenas año y medio, el exentrenador del Fücshe Berlín ha devuelto a la élite a una de las grandes potencias del balonmano mundial. Y eso es una muy mala noticia para el resto de selecciones.

La de España con el Campeonato de Europa de Balonmano es una relación de amor odio. Ningún otro torneo le ha dado tantas medallas (cinco) y ningún otro le ha hecho derramar tantas lágrimas. Tres finales ha jugado y tres finales ha perdido: la de 1996 contra Rusia, la de 1998 ante Suecia y la de 2006 frente a Francia. El tiempo transcurrido entre las dos últimas y la de este domingo contra Alemania (17:30, 'La 1') demuestra que el camino hacia el oro europeo es el más complicado del balonmano mundial.

Selección española de balonmano Arpad Sterbik
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