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España sigue viva a pesar de la innecesaria ansiedad que sufre para ganar
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SE JUGARÁ LAS SEMIFINALES ANTE RUSIA

España sigue viva a pesar de la innecesaria ansiedad que sufre para ganar

A pesar de su innecesaria ansiedad, la selección española de balonmano mantiene vivas sus opciones de acceder a las semifinales del Europeo de Polonia gracias a la victoria (31-29) ante a Hungría

Foto: España celebra su victoria ante Hungría (Efe).
España celebra su victoria ante Hungría (Efe).

La selección española de balonmano mantiene vivas sus aspiraciones de acceder a las semifinales del Europeo de Polonia y, además, depende de sí misma. Lo hace gracias al empate entre Suecia y Dinamarca (28-28) y a la victoria (31-29) que firmó frente a Hungría, en un encuentro en el que los Hispanos, lastrados por la ansiedad, se condenaron a un terrible sufrimiento. Un auténtico suplicio para los de Manolo Cadenas, que no pudieron respirar hasta que Valero Rivera puso, desde el punto de penalti, el definitivo 31-29 que permite a España seguir soñando por pelear por las medallas. Para ello, deberá mejorar de manera radical la gris imagen mostrada ante Hungría.

Ansioso por resolver el encuentro cuanto antes, España no tardó en caer en la precipitación tanto en defensa, donde en ausencia del lesionado Gedeón Guardiola se volvió a apostar por un 5-1, como en ataque. Una ofensiva en la que la Selección se empeñó en resolver de primeras cada una de sus acciones con lanzamientos lejanos, que tuvieron como resultado la escapada del conjunto magiar (3-6) en el marcador. Se encendieron todas las alarmas en el banquillo español, que se vio obligado a pedir con urgencia un tiempo muerto para aclarar las ideas de unos perdidos Hispanos, empezando por la defensa a la que Manolo Cadenas ordenó volver al tradicional 6-0.

Un cambio que dotó de algo más de solidez a la retaguardia. Pese a su mejoría nunca fue capaz de detectar los movimientos tanto del central Kornel Nagy como del lateral Laszlo Nagy, que siguieron martilleando continuamente el marco español. A este problema, se unió la insistencia de los Hispanos en lanzar y lanzar desde atrás sin buscar a los extremos y pivotes la principal arma ofensiva del conjunto español, como demostró Julen Aginagalde en los escasos balones que recibió. Sólo la enorme diferencia que existe entre los titulares y el banquillo del equipo magiar, que bajó notablemente sus prestaciones sin Kornel y Laszlo Nagy sobre pista, permitió a España igualar (15-15) un marcador, en el que incluso pudo marcharse en ventaja al descanso.

Pero Antonio García mandó fuera un último lanzamiento a puerta vacía, una acción que reflejó como poco la ansiedad del equipo español, incapaz no sólo de acercarse a su mejor versión, sino, ni tan siquiera, a la más terrenal. La imagen mejoró tímidamente en el arranque de la segunda mitad, en el que el acierto de Antonio García permitió a España ponerse con unos impensables, viendo lo ocurrido en el primer periodo, tres goles de ventaja (18-15) en el marcador. Los Hispanos siguieron sin encontrar la fórmula en defensa, al menos, para contener a Laszlo Nagy, que con sus poderosos lanzamientos superó la defensa española, hasta volver a igualar la contienda (23-23) a 16 minutos para la conclusión.

Ni el relevo en la portería, en la que Arpad Sterbik sustituyó tras el descanso a Gonzalo Pérez de Vargas, sirvió para frenar a un Nagy, que con su precisos disparos obligó a volver apenas unos minutos más tarde a Sterbik al banquillo, incapaz de detener ni un solo lanzamiento. Una delicada situación que solventó para el equipo español, la irrupción de Joan Cañellas, que con dos goles consecutivos y una medida asistencia permitió a España entrar en los diez últimos minutos de juego con una renta de tres goles (27-24) en el tanteador. Pero el conjunto español estaba condenado a sufrir hasta el final, y lastrado por las exclusiones de Antonio García y Víctor Tomás, se vio de nuevo con una exigua ventaja de un tanto (29-28) a poco más de dos minutos para la conclusión. Un tiempo en el que España, al menos, logró mantener la calma para buscar en la última y decisiva jugada al pivote Julen Aginagalde, el faro que debe guiar siempre el juego del equipo español, que forzó un postrero penalti que sirvió para certificar definitivamente el triunfo (31-29) español.

Y es que Alex Dujshebaev no dudó en destacar, pese al sufrimiento vivido ante Hungría, la importancia de los dos puntos logrados que permiten a España seguir viva en lucha por las semifinales: “Hemos sufrido hasta el último segundo, pero al final hemos conseguido ganar y sumar dos puntos muy importantes. Ahora nos toca pensar ya en Rusia, que seguro que nos lo pone igual de difícil e intentar sumar esos dos puntos si queremos estar en semifinales”. Padecimientos que el joven lateral achacó a los numerosos problemas que tuvo la defensa española para controlar a los lanzadores húngaros: “En ataque hemos estado muy bien, pero en defensa, es verdad que no hemos estado todo lo bien que nos hubiera gustado”.

Ficha técnica

España: Pérez de Vargas; Víctor Tomás (4), Maqueda (1), Morros (-), Ugalde (3), Raúl Entrerríos (4) y Del Arco (-) -equipo inicial- Sterbik (ps), Gurbindo (1), Aginagalde (2), Cañellas (4), Antonio García (4), Baena (-), Rivera (5, 4p), Mindegia (-) y Dujshebaev (3)

Hungría: Mikler; Hornyak(-), Laszlo Nagy (9), Kornel Nagy (5), Bodo (3), Ivancsik (1) y Banhidi (2) -equipo inicial- Bartucz (ps), Schuch (1), Pasztor (-), Gazdag (2p), Jamali (3), Faluvegi (1), Zubai (1), Borsos (-) y Ancsin (1)

Marcador cada cinco minutos: 1-3, 3-5, 6-8, 9-10, 12-13 y 15-15 (Descanso) 19-17, 22-19, 23-23, 27-24, 29-26 y 31-29 (Final)

Árbitros: Gousko y Repkin (BLR). Excluyeron por dos minutos a Cañellas, Morros, Maqueda, Antonio García y Víctor Tomás por España; y a Ancsin, Gazdag (2), Zubai y Borsos por Hungría.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del grupo II de la segunda fase del Europeo de Polonia 2016 disputado en el Centennial Hall de Breslavia ante unos 6.500 espectadores.

La selección española de balonmano mantiene vivas sus aspiraciones de acceder a las semifinales del Europeo de Polonia y, además, depende de sí misma. Lo hace gracias al empate entre Suecia y Dinamarca (28-28) y a la victoria (31-29) que firmó frente a Hungría, en un encuentro en el que los Hispanos, lastrados por la ansiedad, se condenaron a un terrible sufrimiento. Un auténtico suplicio para los de Manolo Cadenas, que no pudieron respirar hasta que Valero Rivera puso, desde el punto de penalti, el definitivo 31-29 que permite a España seguir soñando por pelear por las medallas. Para ello, deberá mejorar de manera radical la gris imagen mostrada ante Hungría.

Selección española de balonmano Hungría
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