España se atasca ante Dinamarca y se complica el camino hacia semifinales

Ni el fantástico partido de Arpad Sterbik ni su mejor primera parte de todo el campeonato sirvieron a España para derrotar a Dinamarca en su debut en la segunda fase del Campeonato de Europa de Polonia. La selección española se atascó en la segunda parte, no encontró la manera de superar la defensa danesa y a su portero, Niklas Landin, y acabó perdiendo por 23-27.

La derrota tiene consecuencias peligrosas para el equipo español, al que se le complica el camino español hacia las semifinales. España ya no depende de sí misma para acabar entre los dos primeros puestos del grupo 2, los que dan acceso a la lucha por las medallas. La selección tiene que ganar los dos partidos que le quedan, el martes contra Hungría y el miércoles contra Rusia, y esperar a que Dinamarca haga lo mismo y supere a los alemanes. De esa manera, España acabaría en segunda posición y se enfrentaría, probablemente, a Francia en semifinales.

Si el que gana es Alemania, y el resto de resultados son los esperados (que España gane los dos partidos y Dinamarca el restante), habría un triple empate que se decidiría según los resultados entre los tres. Y ahí España no las tiene todas consigo. La derrota contra Dinamarca por cuatro goles y la victoria contra Alemania en la primera fase le deja con 'goal average' de -1. La selección española jugará el miércoles contra Hungría conociendo el resultado del Alemania-Dinamarca, que se juega justo antes.

La mejor primera parte del campeonato

España mostró dos caras muy diferentes contra Dinamarca. Una, la de la primera parte, tuvo movilidad, fluidez y acierto, elementos que le habían faltado en la primera fase del campeonato. La circulación de Julen Aginagalde y el desdoblamiento de los extremos no encontraba respuesta y los goles llegaban con regularidad. "El ataque está muy bien, estamos muy dinámicos", les dijo Manolo Cadenas a sus jugadores en el primer tiempo muerto del partido, el que pidió Gudmundur Gudmundsson, seleccionador danés, porque su equipo perdía 4-1. La defensa española estaba desactivando a la primera línea danesa, sobre todo a un gris Mikkel Hansen, al que Arpad Sterbik paró sus primeros tres primeros lanzamientos.

Durante los primeros treinta minutos, el portero superó un 60% de efectividad durante muchos minutos y mantuvo a raya al ataque danés. Con el paso de los minutos, la efevescencia del comienzo del partido fue desapareciendo y a España le fue costando un poco más anotar por la mejoría de la defensa danesa y de Niklas Landin, que se fue calentando con el paso de los minutos. Aun así, España era mejor. El resultado al final de la primera parte, 14-11, refelejaba su superioridad.

Sterbik no basta

En la segunda parte, todo lo bueno se esfumó, en parte por el paso adelante de la defensa danesa y en parte por la falta de ideas del ataque español, incapaz de encontrar la manera de superar el muro que tenía enfrente. España se estrelló contra Landin una y otra vez y sólo Sterbik, que seguía a lo suyo (acabó con un 45% de efectividad), evitó que Dinamarca le diera la vuelta antes al marcador y se pusiera por delante. Acabó consiguiéndolo por primera vez en el minuto 47 (18-19). La selección española sólo había metido cuatro goles en el segundo tiempo.

El equipo danés aprovechó la pájara española y consiguió un parcial de 7-0 que dejó el marcador en 18-23 con menos de diez minutos por jugarse. Los once minutos sin anotar fueron un golpe mortal para las opciones de victoria españolas. Apenas tuvo opciones de contraataque, uno de los aspectos en el que habían insistido Cadenas y varios jugadores. En defensa, el rendimiento no fue mucho mejor. Dinamarca aprovechó la importante baja de Gedeón Guardiola para encontrar huecos por el centro y sacar petróleo desde los seis metros. Jesper Noddesbo, que había comenzado en el banquillo, brilló en el pivote con cinco goles en cinco lanzamientos.

En los últimos minutos, lo de Manolo Canedas jugaron para evitar que se disparara la diferencia, que al final fue de cuatro goles. Si se dan los resultados lógicos, la selección estará en semifinales, pero ahora depende de lo que hagan sus rivales. Y eso nunca es bueno.