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"El fútbol español ahora cumple: de la incredulidad hemos pasado a la confianza"
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"El fútbol español ahora cumple: de la incredulidad hemos pasado a la confianza"

A una semana de las Elecciones Generales, el presidente del Consejo Superior de Deportes hace balance en El Confidencial a sus cuatro años de mandato. Se marcha, pero le gustaría volver

Foto: Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes. (EFE)
Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes. (EFE)

El 13 de enero de 2012, Miguel Cardenal (Bilbao, 1968) fue nombrado presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Casi cuatro años después, su legislatura toca a su fin y es el momento de hacer balance. A una semana de las Elecciones Generales, Cardenal recibe a El Confidencial en su despacho de la llamada casa del deporte español. La lista de asuntos que se pueden poner sobre la mesa es interminable, así que no hay más remedio que elegir, seleccionar algunos más personales y pedir al presidente del CSD la mayor brevedad posible en sus respuestas.

Pregunta: ¿Qué se deja pendiente antes de abandonar definitiva o temporalmente este despacho?

Respuesta: Pues me hubiera gustado terminar alguno de los proyectos que están en marcha. Por ejemplo, desarrollar el de la Asociación del Deporte Español, que agrupa a las federaciones olímpicas y no olímpicas. Estoy convencido del gran potencial que tiene el deporte español, más allá de las medallas, los récords y las alegrías que nos da.

P: ¿Y alguna espina que se le haya quedado clavada?

R: En general, que algunas de las reformas que hemos hecho no hayan ido a la velocidad que a mí me hubiera gustado. Hacer las cosas más rápido como, por ejemplo, con el proyecto que antes comentaba y que me gustaría terminar.

P: ¿El momento más gratificante?

R: Cuando se aprobó el Real Decreto Ley para la comercialización de los derechos de televisión, pues ello conllevaba que se pueda pagar la Seguridad Social a los deportistas de alto nivel. Es un avance histórico y que quedará para el futuro. De momento, España es el único país que conozco que tiene algo así. Dejas de ver a chicos y chicas que se van de aquí con 35 años y sin uno solo euro cotizado. Como de ese 1% se va a sacar mucho dinero, tenemos preparado también un proyecto para que leyendas que igual están cerca de su jubilación y están en una situación socioeconómica muy complidada, también dispongan de un programa para ayudarles. Esto es algo que me haría mucha ilusión que sucediera.

P: ¿Y el peor trago que ha pasado?

R: Cuando ha habido desgracias personales. Recuerdo el fallecimiento en un accidente de tráfico de unos niños en Extremadura volviendo de un partido de fútbol sala. La asistencia a aquel funeral fue terrible. El dolor de las familias, de todo el pueblo. O el fallecimiento de los dos pilotos de motociclismo en Estados Unidos. También son duras algunas lesiones. Al principo de la legislatura, un chico que hacía salto de trampolín se quedó tetrapléjico y más recientemente un jugador de rugby sufrió un desgraciado placaje que le ha dejado parapléjico.

P: ¿Un momento especial a nivel personal?

R: Pues muchos, porque vivir los éxitos tan de cerca, al lado de los deportistas, te da un prisma muy distinto. Les conoces como personas, te han contado cosas de su vida, que te dan una confianza especial. Te permiten participar de sus problemas, pero también de las alegrías de una gente que se las merece.

P: ¿Qué es lo que más ha aprendido de los deportistas?

R: Muchas cosas y es difícil elegir una. No se quejan, cuando muchas veces tiene motivos para hacerlo, y exhiben un elenco de hábitos extraordinariamente útiles. Son muy metódicos, muy ordenados, muy trabajadores, con un gran sentido del deber. También destacaría la ilusión que tienen por su trabajo, sabedores de que dan alegrías a su país. Se puede pensar que el deportista, el campeón, lo hace pensando sólo en su promoción personal, pero no es así. También he aprendido a aceptar las derrotas cuando se producen y, aunque todo no me ha salido como deseaba, en general estoy muy satisfecho.

P: ¿Y, por contra, qué es lo que más le ha decepcionado de algunos dirigentes?

R: ¿Las virtudes se las damos a los deportistas y los defectos a los dirigentes? A los dirigentes españoles, entre los que yo me incluyo como español y como dirigente, nos gusta recrearnos en lo que podemos hacer mal, en nuestros defectos, en buscar problemas... Yo, en general, estoy muy agradecido a casi todos porque en unos años muy difíciles, sobre todo el 2012 y el 2013, han estado dispuestos a ayudar y arrimar el hombro. Así que creo que en un balance sería injusto destacar nada distinto a esto. Aunque sí, en algunas ocasiones muy aisladas sí me ha parecido ver dirigentes que algunas veces ponían lo personal por delante de lo institucional.

A los dirigentes españoles nos gusta recrearnos en lo que podemos hacer mal, en nuestros defectos...

P: Pregunta muy directa: ¿Le gustaría seguir?

R: Sí. Tengo proyectos todavía en marcha que me hacen mucha ilusión y el día que pensara que no tengo ganas, lo mejor sería pensar en irse y no volver. Estos años los ha condicionado mucho la crisis económica y creo que en el aspecto estricamente deportivo la hemos salvado. En líneas generales hemos podido atender a las necesidades del deporte español, aunque hubiera mucho menos dinero.

P: Y de continuar, ¿cree que podría conciliar mejor su vida personal?

R: Sarna con gusto no pica y seguramente ahí el que más culpa tenga soy yo porque también hay que saber organizarse. Una nueva legislatura sería más cómoda, sí, pero si en estos años he tenido dificultados en poder llegar a todo lo que quería y relegar mi vida personal ha sido por culpa mía, no del cargo.

P: ¿Se ha sentido respaldado y valorado por el Gobierno de Mariano Rajoy?

R: Una cosa muy buena que tiene el presidente del Gobierno, así como los ministros con los que he convivido, es que me han hecho sentirme respaldado, incluso cuando he podido equivocarme o no haber elegido una línea de trabajo correcta. Cuando han tenido que decírmelo, les he escuchado, no sólo porque es lo más senstado, sino porque todos formamos parte de un equipo.

P: Si echa la vista atrás y regresa al presente, ¿ve a un Miguel Cardenal mucho más preparado, no en formación, sino en saber estar?

R: Sí, por supuesto, las experiencias que he tenido durante estos años, el conocimiento de las instituciones, de los problemas, de las personas... me hacen sentirme mucho más cómodo y hacer las cosas más sencillas y seguramente ser mucho más eficaz en el trabajo de cada día.

P: Hablemos de hipótesis: ¿si le dieran a elegir otra cartera, se quedaría con ésta?

R: Yo no me siento preparado para hacer muchas cosas diferentes de las que hago aquí y de este nivel de gestión. Aquí me siento preparado porque he dedicado prácticamente toda mi vida profesional a estudiar el Derecho deportivo y la organización del deporte, que es lo que compete a la administración pública. Sería absurdo aceptar algo que pensara que no puedo desempeñar bien.

Cuando hay un problema, la actitud del CSD ya no es que no le afecte a él, sino intentar resolverlo

P: ¿Tiene también la sensación de haber convertido al CSD en protagonista del deporte español, con sus puertas siempre abiertas para conciliar, ayudar y también llevar la iniciativa en su gestión?

R: Sí, frente a una visión más institucional del Consejo, ahora hay una más protagonista en la gestión. Cuando hay un problema, la actitud del CSD no es que ese problema no le afecte a él, sino intentar resolverlo dentro del ámbito del deporte. Si queremos mejorar las cosas, tenemos que bajar al barro y, lógicamente, el barro a veces te salpica. Yo creo que un caso muy claro de esto ha sido lo sucedido en la Federación Española de Tenis.

P: Al inicio de su mandato, usted destacó que le sorprendió la cultura del todo vale que imperaba en el fútbol español, ¿tiene la sensación de que ha logrado cambiar esto?

R: Yo creo que sí y lo noto en que al principio había un escepticismo que rayaba con la incredulidad. Cuando en abril de 2012, es decir tres meses después llegar yo al CSD, se firmó el convenio para la reducción de la deuda con Hacienda, todo el mundo pensaba que les estábamos engañando, que tenía que haber algo más. Nadie se podía creer que el plan de saneamiento podía ser verdad. Ahora mismo la gente sí que se cree que los clubes van a pagar, que no se van a gastar más de lo que tienen, que el que no cumpla con las reglas del control económico pagará las consecuencias. En definitiva, que el fútbol cumple y que es uno más en la sociedad. Sí, de la incredulidad hemos pasado a la confianza.

P: ¿Y usted piensa, como en su día dijo Zapatero, que el Deporte merece un ministerio propio?

R: Bueno, está el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. ¿Uno en exclusiva? Lo importante es contar los medios materiales, personales y presupuestarios y es evidente que si algo bueno se ha hecho durante estos años ha sido reducir la Administración para reducir gasto y poder ser más competitivos como país y destinar esas partidas a otras cuestiones más importantes que había que cubrir. Todo lo que sea tener una Administración más eficiente es bueno para España.

Cuando llegué nadie se podía creer que el plan de saneamiento del fútbol español podía ser verdad y hemos pasado de la incredulidad a la confianza

P: Le ha tocado un cambio de ministro y da la sensación de que Méndez de Vigo se ha interesado más por el Deporte que Wert, ¿es así?

R: Son tiempos distintos los que les ha tocado vivir a cada uno. José Ignacio Wert se implicó tanto en el Deporte como para aprobar el Real Decreto Ley de la comercialización de los derechos del fútbol, una medida muy arriesgada que si salió por delante fue por su voluntad política y por su coraje. No diría que Wert no se implicó con el Deporte, pues vivía como suyos los problemas del CSD. A Iñigo Méndez de Vigo le ha tocado otra época y he estado muy contento con los dos.

P: Aunque sé que es mucho pedirle, ¿qué deportistas subiría al podio de su legislatura? Para darle más margen, puede elegir uno de hombres y otro de mujeres.

R: Es complicado porque corres el riesgo de dejarte a alguno que se lo merecería, pero lo intento: Joel González, por su medalla de oro en Londres, y por la misma razón Marina Alabau, en el podio femenino. Este lo podemos completar con la selección de waterpolo femenino, con unos resultados descomunales, y con la irrupción de una deportista que ha conseguido un éxito increíble como es Carolina Marín. Pero, claro, me dejo fuera a Mireira Belmonte... En chicos, la selección de fútbol, campeona de Europa de 2012 y que representa una etapa en la que España ha dominado el fútbol mundial, también con el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético y el Sevilla. Lo podemos completar con el motociclismo, con Jorge Lorenzo y Marc Márquez. Y como puente entre un podio y otro podemos incluir el baloncesto masculino y femenino.

P: ¿Dónde cree que está la clave del éxito del deporte femenino español? ¿Considera que ha bastando con darle la confianza que no tenía para que las chicas hayan demostrado lo que valen?

R: Pues con toda seguridad esa es la clave, sí. Desde aquí se ha animado a las federaciones a trabajar en serio con el deporte femenino, y esto es algo que se venía haciendo desde mandatos anteriores, por supuesto, porque es un trabajo de muchísimo tiempo. Prácticamente desde Barcelona 92 se ha recuperado un retraso que se había producido por la discriminación que había en todos los ámbitos de la vida social española con la mujer. Las chicas, que venían con especiales ganas fruto también de esa injusticia histórica, han tenido las mismas condiciones que los chicos, se ha apostado por ellas y en poco tiempo han avanzado muchísimo y estamos disfrutando de un éxito tras otro.

En el deporte femenino está habiendo un movimiento importante y yo creo que, si sigue a este ritmo, en cinco o seis años se puede llegar a la paridad

P: Si en el 92 se puso la semilla del deporte femenino en cuanto al aspecto puramente deportivo, ¿se puede decir que durante su legislatura se ha puesto la semilla para que las mujeres también tengan protagonismo en el ámbito directivo?

R: Bueno, es evidente que había circunstancias que no eran razonables y que no estaban acompasadas con los valores de nuestra sociedad. Es bueno para cualquier organización tener esa perspectiva de integrar con naturalidad lo que es la sociedad, que son hombres y mujeres. Y eso provocará que en las decisiones que se tomen el deporte femenino ocupe el lugar que merece. Se ha apostado por eso y los resultados así lo demuestran. Hay más mujeres en las juntas directivas de las federaciones, también técnicos, y las ayudas que se les dan han aumentado. Está habiendo un movimiento importante y yo creo que, si sigue a este ritmo, en cinco o seis años se puede llegar a la paridad.

P: Sin embargo, y aunque se trata de la punta del iceberg, en la Junta Directiva del CSD no hay mujeres, lo cual resulta cuando menos paradójico y ya ha levantado alguna crítica.

R: Sí, y es una crítica justificiada y que nos tenemos que tomar muy en serio aquí. Es verdad que la mayoría de los cargos no los elijo yo sino que obedecen a propuestas de organizaciones, pero tenemos que tener una reacción, estamos en ello y espero que pronto demos con la fórmula. Hemos pedido propuestas a las organizaciones que por la Ley tienen derecho a contar con alguien designado por ellos en la junta directiva y lo que nos hemos encontrado es esta realidad. No sólo tomamos nota, sino que debemos arreglarlo para no sea una rémora para el deporte femenino.

P: Antes aludía a los problemas surgidos con José Luis Escañuela...

R: Mi relación con la Federación de Tenis durante algunos momentos de esta legislatura ha resultado para mí tortuosa. Emitían un comunicado cada semana, se dedicaban a sacar informaciones falsas en medios que les seguían el juego, en un permanente y constante ataque al Consejo. Pero el tenis español tenía un problema. Yo podía haberlo evitado y he padecido por no hacerlo, pero el problema ahora se ha resuelto y la FET afronta un futuro muy distinto. Cuando llegué, estaban la mitad de las territoriales enfrentadas y, como hemos conocido luego, después de unas elecciones fraudulentas, creo que hasta extremos delictivos, acompañada de una gestión completamente inaceptable y con prácticas fuera de la ley. Y con todo eso, nosotros podíamos haber mirado para otro lado o mirar por lo mejor del tenis español. Creo que el resultado ha sido bueno y es una buena metáfora de la pregunta que me hacía sobre el papel del CSD.

Después de unas elecciones fraudulentas, creo que hasta extremos delictivos, la gestión del tenis español era inaceptable, con prácticas fuera de la ley

P: Y ahora, a unos días de terminar su mandato salta el escándalo en la Federación de Baloncesto y Pepe Sáez, con quien usted tenía una buena relación...

R: A lo largo de estos años hemos acreditado un cambio radical en este punto, una tolerancia cero con cualquier tipo de práctica. Eso a mí me ha costado un poderoso enfrentamiento con la federación más fuerte de nuestro país, por exigirles claridad en sus cuentas y el reintegro del dinero gastado de manera inadecuada. En los años que llevo en el Consejo he sufrido también acusaciones muy graves por parte, por ejemplo, del Comité Olímpico Español, que me ha acusado de injerencias tratando de proteger a esas federaciones deportivas que estaban siendo investigadas, a las que se les estaba exigiendo claridad en sus cuentas, claridad en el uso del dinero público y que cumplan el estándar de buena gobernanza lejos de cualquier práctica de corrupción. Y esto lo hacemos con todos, sin excepción.

P: Ya que ha hecho referencia a él, ¿cómo explicaría su relación con Villar?

R: Siempre he dicho que las relaciones personales es lo de menos. Yo tengo una obligación de ayudar y acompañar a todas las entidades y la de fútbol es la federación más importante, con el mayor número de licencias y el deporte más seguido en España. Hemos buscado ayudarles y a veces eso ha conllevado decirles que como lo están haciendo no es la manera más razonable de soportar su deporte.

P: ¿Quiere decir que Villar no se ha dejado ayudar?

R: Sí, sí, y eso que él nos ha ayudado a nosotros. Renunció a la subvención los primeros años, lo que nos permitió destinar más dinero a otros deportes, pero entiendo que no ha aceptado que el Consejo tiene un determinado papel y seguramente estaba acostumbrado a que su relación fuera la de dos mundos que no se tocaban. Sin embargo, hay cuestiones que nosotros tenemos que hacer, como aplicar las leyes, porque es nuestra obligación y porque es bueno para el fútbol. Ser más transparentes, emplear mejor los recursos, fomentar el deporte femenino, luchar contra la violencia, hacer un control económico para acabar con la constante histórica de que los clubes perdieran dinero, luchar contra los amaños de partidos... Todo cosas que, pienso, son buenas para el fútbol. Ojalá las hubiéramos podido haber hecho con él porque seguro que hubieran sido más eficaces y ojalá la FEF se incorpore cuanto antes a todo este proceso de cambio.

Villar no ha aceptado el papel que tiene el Consejo, seguramente porque estaba acostumbrado a que su relación fuera la de dos mundos que no se tocaban

P: Por lo que dice, ¿la antítesis de la FEF y Villar es LaLiga y su presidente, Javier Tebas?

R: Sí, porque ellos sí han querido colaborar, trabajar, aportar su punto de vista. Muchas veces hemos estado de acuerdo, en otras no y lealmente lo han dicho y hemos buscado puntos de encuentro. Por eso estoy agradecido de la actitud que ha tenido LaLiga con el Consejo.

P: Además de Escañuela o Villar, otro que no le ha puesto las cosas fáciles ha sido Luis Rubiales, presidente de la AFE...

R: No me gusta hacer juicios de personas, pero en cuanto al sindicato de futbolistas pienso que el origen de las disputas ha estado en el control económico y financiero. Yo hace mucho tiempo se lo señalé, que era inevitable y que no tenía ningún sentido que se opusieran. Seguro que se pudieron hacer las cosas mejor, y pienso que así podía haber siso de haberse incorporado ellos. Y pienso que el tiempo me ha dado la razón. Ahora bien, me gustaría pensar y creo que tengo elementos de juicio para hacerlo, que ellos han entendido que se han equivocado.

P: Para terminar, cómo no preguntarle por Cataluña y los quebraderos de cabeza que le han dado cuestiones como las esteladas en el Camp Nou...

R: Cataluña es una buena metáfora de lo que ha pasado en los últimos años a nivel general en la política española. Nosotros hemos trabajado para lo que necesita el deporte catalán. Yo he trabajado en el fútbol para que el Barcelona tenga recursos, para que pueda retener a Neymar, para que cumpla las normas del fair play financiero... igual que el Gobierno de Rajoy se ha dedicado a acabar con la crisis económica, revertir la situación, crear empleo, generar riqueza, evitar que hubiera desahucios. Sin embargo, mientras nosotros hacíamos todo esto, hay gente en Cataluña para la que lo más importante eran las banderitas, llevarlas aquí o a allá, y dividir a la gente.

El 13 de enero de 2012, Miguel Cardenal (Bilbao, 1968) fue nombrado presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Casi cuatro años después, su legislatura toca a su fin y es el momento de hacer balance. A una semana de las Elecciones Generales, Cardenal recibe a El Confidencial en su despacho de la llamada casa del deporte español. La lista de asuntos que se pueden poner sobre la mesa es interminable, así que no hay más remedio que elegir, seleccionar algunos más personales y pedir al presidente del CSD la mayor brevedad posible en sus respuestas.

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