El Observatorio de la Violencia en el Deporte, diez años de un trabajo estéril

A raíz de la reyerta en Madridentre ultras del Atléticoy del Deportivoque terminó con la muerte de un hincha gallego, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, solicitó enuna carta abierta remitida al Consejo Superior de Deportes (CSD) la recuperación del Observatorio de la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.

Este Observatorio fuecreado en 2004, aunque diezaños después no ha servido absolutamente para nada, hasta el punto de que, tal y como confirma el propio Esteban Ibarra a El Confidencial, "devolvimos el dinero que teníamos asignado al no poder hacer los informes".El presidente delMovimiento contra la Intolerancia puntualiza que el dinero que cobraronentre 2007 y 2010 -un total de 103.000 euros-no fue del Observatorio, sino de "unas subvenciones raquíticas que el CSD aprobó para la prevención de la violencia en todo el Estado".

Lo mismo ocurre, según Ibarra,en el caso delpresidente del Observatorio, Javier Durán, quien llegó a embolsarse 3.500 euros por elaborar un informe sobre el racismo en el fútbol. Ibarra explica que ese dinero no era del asignado por el CSD, sino de las citadas subvenciones de 100.000 euros anuales que recibieron -"y devolvimos"- durante cuatro años.

Elúltimoepisodiode violencia en el fútbol españolexige paraIbarra"nuevos impulsos en la lucha contra esta lacra y hacen difícilmente comprensible que no se utilicen algunos de los legalmente establecidos".Aunque "todas las herramientas son pocas para garantizar la evolución pacificadora del fútbol español", el presidente del Movimiento contra la Intolerancia demanda la recuperación del Observatorio, "olvidado desde el año 2010, quizás por interpretar que el fútbol estaba a salvo de problemas graves de violencia y de racismo", añade.

Lo cierto es que, efectivamente, como señala Ibarra, el citado Observatorio se reunió por última vez el 17 de noviembre de 2010, un años y dos meses antes de que el actual presidente del CSD, Miguel Cardenal, sustituyera en el cargo a Albert Soler, efímero sustituto de Jaime Lissavetzky. Las razones por las que se dejó de convocar fueron varias. Por un lado, las restricciones presupuestarias, algo que se prevé expresamente en la Ley que dio origen al propio Observatorio, aunque, claro, de ser ad honoremestono debería haber sido un impedimento.

Además, el CSD estimó que sus funciones podían ser asumidas por la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, con funciones e instrumentos que le permiten desempeñar las labores encargadas al Observatorio. Sobre todo tras comprobar que justo lo que se va a exigir ahora es algo que, en teoría, debería haber controlado éste desde hace años.

Por ejemplo:el 26 de febrero de 2010,en el protocolo contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el fútbol ya se reflejaba por escrito que“el Comité Técnico de Árbitros, como representante de todo el colectivo de árbitros de fútbol, respalda la líneas inspiradoras del presente documento y se adhiere a los postulados que los sustentan. La Real Federación Española de Fútbol deseaque los árbitros sigan contribuyendo activamentea la prevención de este fenómeno y puedan actuar con determinación ante estas deplorables conductas”.

Ya entonces se aseguraba que la RFEF impartiría directrices para que los árbitros reflejaran, de forma específica, todo tipo de ofensas o incidentes racistas en que tomaran parte tanto los participantes como los aficionados. Que se adoptarían formularios y modelos de actas consignar este tipo de incidencias. Además, se acordó que separalizarían o interrupción momentáneade los partidos, aunque antes agotarían otro tipo de vías.La RFEF y la LFPiban a elaborar un informe trimestral, desagregado por club. Diez años después, el árbitro del Real Madrid-Celta, el navarroUndiano Mallenco, no recogió en el acto los gritos contra Messi, el Barça y Cataluña...

Estas medidas, de las cuales no ha habido noticias en todo este tiempo, iban a ser confiadas al seguimiento y control del Obervatorio del racismo, la xenofobia y la violencia en el deporte.Constituido el 22 de diciembre de 2004, según sus actas, desde marzo de 2005 se habla de velar por el cumplimiento del Protocolo, así como de elaborar informes, estudios y análisis y organizar jornadas, seminarios y congresos. En la siguiente reunión se hace la primera referencia a la financiación de proyectos y tan sólo unos meses después del peligro de que le proyecto se derrumbe por falta de dotación económica. En junio de 2005 se acuerda pedir a la Comisión sanción al Real Madrid por simbología.

Resulta sorprendente que en octubre de 2006, con motivo de los gritos racistas contra Etoo en El Sardinero, se dijera que el representante de la RFEF comentara “la posibilidad de que los árbitros asistentes y el cuarto árbitro pudieran recoger esos gritos e incidentes en el acta. Se comprometió a trasladar la sugerencia al Comité Técnico de Árbitros”.

En octubre de 2007 vuelve a hacerse referencia a los gastos del Observatorio, formado, por cierto, por un presidente y nada menos que 21 vocales,algo que se repite en febrero y en abril de 2008. En octubre, el señor Ibarra pide explicaciones sobre la disminución en un 50% del dinero asignado. Curioso que ya en 2010, en una reunión celebrada a los pocos días de sufrir un recorte en el dinero destinadoa la seguridad, en la reunión del Observatorio no se recogiera ninguna mención al respecto.

La recientecarta al CSD ha sidoremitida por el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra,el secretario general de Aficiones Unidas, Pepe Hidalgo,la representante del Observatorio de la Real Federación Española de Fútbol, Cristina Díaz,y el profesor de Sociología y Ética del Deporte de la Universidad Politécnica Madrid, Javier Durán.