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Ducati sorprende donde menos se le esperaba de la mano de Jack Miller
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Aprovechan el tropezón del francés

Ducati sorprende donde menos se le esperaba de la mano de Jack Miller

Los problemas físicos de Fabio Quartararo arruinaron lo que parecía que iba a ser un paseo militar y propiciaron la primera victoria de Ducati en Jerez en quince años

Foto: Jack Miller apura en una curva de Jerez. (EFE)
Jack Miller apura en una curva de Jerez. (EFE)

Las carreras a veces son tan caprichosas como crueles. Los problemas de síndrome compartimental en el antebrazo derecho de Fabio Quartararo le apartaron de un claro triunfo, permitiendo que Jack Miller lo adelantara a nueve vueltas del final y se anotara un sorprendente triunfo. Hace tres semanas, Miller se vio obligado a pasar por el quirófano para corregir este mismo problema días antes del Gran Premio de Portugal. Ahora en Jerez, de forma inesperada, se ha llevado el triunfo en un escenario donde no se esperaba contar con Ducati.

Quartararo, que lideró desde la cuarta vuelta después de superar a Miller y recuperarse de una discreta salida, marcó un ritmo tan vivo que disfrutó de una segura renta de segundo y medio. Todo iba a las mil maravillas hasta que el dolor en el antebrazo derecho lo dejó completamente exhausto, limitándose a completar la carrera y arañar cuantos puntos pudiera conseguir, en este caso los tres que concede la 13ª posición. En un momento, al piloto francés se le han aparecido los fantasmas del pasado, como a su compañero Maverick Viñales, repitiendo el esquema de la pasada temporada de altibajos continuos y desesperantes.

Foto: Viñales ha dado una de cal y otra de arena en el comienzo de la presente temporada

No es la primera vez que Quartararo pasa por una situación así. Ya tuvo que operarse en una ocasión en 2019 de la misma dolencia en el antebrazo derecho, tras el Gran Premio de Italia, un inconveniente que, como el de hoy, llegó sin ser esperado. No cabe duda que es un serio inconveniente encontrarse con algo así, pero también hay que reconocer que es un mal pasajero y normalmente con buen pronóstico. Ver la victoria de Miller es la demostración palpable de ello, pero también es verdad que ha habido pilotos, como Dani Pedrosa, a los que este problema les ha obligado a frecuentes operaciones. En el caso de Pedrosa, fue operado hasta en cuatro ocasiones entre octubre de 2004 y abril de 2015, aunque el suyo fue un caso especial.

Quartararo ha pasado este invierno recomponiendo su ánimo, fortaleciendo su moral y su confianza, muy tocadas por los altibajos sufridos en 2020, y este nuevo traspié le deja muy tocado. Su llanto en la moto lo dice todo. Tiene que ser desesperante ver que tienes todo a tu alcance para ganar y no puedes. Pero no debe caer en ese desánimo porque, insisto, es una situación recuperable, aunque en estos momentos al joven francés se le ha venido el mundo encima.

Increíble doblete

Después de dar mucho miedo en pistas grandes y velocísimas, como Losail y Portimao, se esperaba poco de Ducati en un circuito corto, estrecho y con rectas no muy largas como es Jerez. Pero este año parece ser que nadie consigue cumplir los pronósticos. Las Ducati han aprovechado eficazmente su excelente capacidad de aceleración. Tienen una manejabilidad diferente, pero son muy estables entrando y saliendo de la curva, cuando se sueltan los frenos y se abre gas, y eso les permite mantener un ritmo excelente.

Con Miller no contaba prácticamente nadie porque ha tenido un inicio de temporada de lo más irregular, pero arrancó bien, lideró al principio, supo seguir a Quartararo cuando este dio un cambio de ritmo, y se aprovechó de su bajón para ganar por segunda vez. No es de extrañar la emoción que sentía el australiano, que se había convertido en una importante apuesta por parte de Ducati pero no estaba consiguiendo cumplir con las expectativas.

placeholder Miller celebra la victoria en Jerez. (EFE)
Miller celebra la victoria en Jerez. (EFE)

Su compañero Pecco Bagnaia ha sumado su tercer podio del año y es el nuevo líder del Mundial, el cuarto líder en cuatro carreras, lo que da una idea de que nos encontramos antes un campeonato mucho más abierto de lo que parecía al principio. Parece una réplica de 2020, cuando las Yamaha comenzaron arrasando y de repente llegaron todo tipo de complicaciones. Además, ahora la historia puede ser bien diferente porque en las próximas carreras van a venir más pistas favorables a Ducati, como Mugello, Cataluña o Assen.

Bagnaia está siendo muy consistente y no para de sumar. Quartararo ha tenido un mal día pero solo está a dos puntos del italiano, y Maverick Viñales es tercero a 16 puntos tras firmar una discreta séptima plaza en Jerez. Fue el único que, junto a Mir y Bastianini, montó el compuesto delantero más blando, cuando los otros veinte pilotos salieron con el medio, y esa goma que ofrece más agarre no mejoró su situación. Sigue siendo complicado de entender lo que sucede con Viñales, que parece irreconocible. No parece que sea el mismo piloto que nos impresionó en la primera carrera del Mundial.

Hubo diversas caídas

Ha sido un fin de semana duro para los hombres de Honda. Al final, el mejor ha sido Takaaki Nakagami, que fue cuarto, porque los hombres de fábrica, Marc Márquez y Pol Espargaró, fueron noveno y décimo, respectivamente, después de sufrir en entrenamientos dos duras caídas cada uno. Caerse de la forma en la que se cayó Márquez, en dos zonas rapidísimas y llegando hasta golpearse con las protecciones, no da demasiada confianza.

placeholder Pol Espargaró y Marc Márquez durante este fin de semana. (Reuters)
Pol Espargaró y Marc Márquez durante este fin de semana. (Reuters)

Márquez está trabajando con unos compuestos más blandos de lo que solía ser habitual en él en busca de la confianza y las sensaciones que todavía no encuentra. Desde su regreso a la competición hace dos semana en Portugal, Márquez se ha dado cuenta de su realidad y es consciente que le queda mucho camino por recorrer. En carrera hizo un trabajo impecable, sin obsesiones, marcándose un ritmo y acabando con la tercera mejor vuelta rápida de carrera. Él seguramente está satisfecho con su evolución, pero frustrado por los resultados y las dificultades para avanzar. Y a Honda sigue sin valerle verse tan atrás en la clasificación. Aun queda mucho por recorrer pero volvemos a la extraña situación de 2020, cuando nadie conseguía destacarse por encima de los demás. Lo que sí es seguro que los hombres de fábrica están ganando la partida a los pilotos satélite.

Las carreras a veces son tan caprichosas como crueles. Los problemas de síndrome compartimental en el antebrazo derecho de Fabio Quartararo le apartaron de un claro triunfo, permitiendo que Jack Miller lo adelantara a nueve vueltas del final y se anotara un sorprendente triunfo. Hace tres semanas, Miller se vio obligado a pasar por el quirófano para corregir este mismo problema días antes del Gran Premio de Portugal. Ahora en Jerez, de forma inesperada, se ha llevado el triunfo en un escenario donde no se esperaba contar con Ducati.

Fabio Quartararo