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Márquez igualó a Rossi en su casa mientras con Lorenzo todo volvió a ser como antes
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EL DE YAMAHA CONFIRMA SU REGRESO EN MUGELLO

Márquez igualó a Rossi en su casa mientras con Lorenzo todo volvió a ser como antes

En el GP de Italia, la mejor noticia para Márquez es su sexta victoria consecutiva, marca que iguala la de Rossi, pero para el Mundial es el regreso de Lorenzo

Foto: En Mugello, Márquez sumó la sexta victoria ante un renacido Lorenzo (Repsol Media | Jaime Olivares y Friedemann Kirn).
En Mugello, Márquez sumó la sexta victoria ante un renacido Lorenzo (Repsol Media | Jaime Olivares y Friedemann Kirn).

El Mundial cambia de escenario cada dos semanas, pero la historia siempre es la misma y la culpa la tiene Marc Márquez. El piloto de Repsol Honda sumó seis victorias de seis y aunque él se empeña en recordar que un día no ganará y que deberá saber ‘perder’, no parece estar dispuesto a aprender esa lección. Su último triunfo llegó en casa de Valentino Rossi; en Mugello borró de un plumazo los malos recuerdos de la temporada pasada e igualó los triunfos consecutivos logrados por el italiano. Márquez avisaba que las cosas había cambiado, pero no se imaginaba cuánto. La de este domingo fue una victoria de las que se saborean con gusto por lo que se le resistió. Y es que peleó con Lorenzo hasta la última vuelta para subirse a lo más alto del podio. La mejor noticia para Marc es su sexta victoria, pero para el Mundial es el regreso de Jorge.

“Hemos vuelto y espero que sigamos en la misma línea”. Estas fueron las primeras palabras del piloto de Yamaha en el ‘parc fermé’ después de abrazar a Márquez reconociendo el triunfo de un rival al que, hasta el momento, sólo ha sido capaz de poner en aprietos. El mallorquín anunció su esperado regreso antes de subir al podio acompañado del líder y de Valentino Rossi, tercero por detrás de su compañero de box. Mugello esperaba ansioso la batalla entre el maestro y el aprendiz, pero Lorenzo se coló en medio. Lo hizo para anunciar, a la velocidad de la luz, que ha resurgido de las cenizas a las que quedó reducido en las primeras carreras del Mundial.

Italia volvió a ver al Jorge de siempre. Los aficionados disfrutaron de un piloto que corre con el cuchillo entre los dientes, que se deja la piel pilotando con ‘martillo’ y ‘mantequilla’ y que no esconde su ambición y su pelea hasta el último aliento. El Mundial agradece su vuelta porque Jorge Lorenzo pone el picante al abrumador dominio de Marc Márquez. Con el piloto de Yamaha, todo volvió a ser como antes porque aunque en Argentina confesase que se había olvidado del título, no ha renunciado a ganar: “El resultado es la consecuencia de las armas que tienes. Ahora todo el conjunto es mucho más fuerte que en Jerez y en Le Mans. Se ha notado aquí y esperemos que se note en Montmeló”.

Lo que también es evidente es el fruto del trabajo de Jorge Lorenzo. Tras Qatar y Austin, el mallorquín se aisló y desde entonces ha llevado a cabo una puesta a punto física y mental para recuperar la pretemporada que no tuvo. Él había cumplido con su trabajo, faltaba que Yamaha hiciera el suyo. En Italia, las diferencias en la velocidad punta no fueron tan desgarradoras como en otros grandes premios: “La moto ha ido bien, pero quizás nos faltaba eso para que la diferencia que cogía en todo el circuito no la recuperase Marc ni me pasase porque ahí te corta la concentración”. A esta disminución de distancias hay que añadir el uso de unos frenos más anchos de lo normal (20 milímetros) y que las curvas rápidas, las chicanes y las pocas frenadas fuertes de Mugello le van a Yamaha como anillo al dedo.

“Estaría mucho más eufórico si hubiese ganado, pero lo importante es encontrarse bien, fuerte físicamente, ver que la moto ha dado un paso adelante, sobre todo en la frenada. Te ves con más armas para luchar pues teníamos muy pocas, pero ahora es diferente. Yo quiero ganar también, pero un segundo puesto nos viene bien también”. A Jorge Lorenzo, el segundo puesto ya le sabe a poco. Valentino Rossi comentó esta semana que ganar en Mugello era una cuestión de honor y el del mallorquín está herido. Se notó cuando el semáforo cambió de color: el piloto de Yamaha empezó a tirar y tirar, buscando abrir brecha, logrando una ventaja de hasta un segundo, consciente de que Márquez no conoce los límites. No tardó demasiado en sentir el aliento del líder.

El espectáculo estaba servido. Mugello vibró con las últimas vueltas de su gran premio y el Mundial vio la carrera más apasionada hasta el momento. Sólo un error de novato de Jorge Lorenzo al salirse en la recta propició la ventaja para un Marc que se cerró a la perfección en la última vuelta para blindar su sexta victoria. Un triunfo que no se esperaba porque “era un circuito que tenía marcado en el calendario para sólo intentar sumar puntos de cara al campeonato, sin pensar en la victoria. Pero he visto que podía y he arriesgado más que en otras carreras porque aquí Jorge y Valentino iban muy rápido y a nosotros nos costaba un poco mantener el mismo ritmo”. Como suele hacer, Márquez se agazapó tras su rival, le estudió al detalle y aguardó más de lo normal para lanzar el ataque. Una espera provocada por un Lorenzo renacido.

A pesar de que Montmeló, ‘su’ gran premio, ya está en su cabeza, el piloto de Repsol Honda no podía disimular la alegría que le provocaba su sexta victoria. No es una más. En cada triunfo hay un récord, una marca, un hito o un nombre histórico al que superar. En Mugello igualó las seis victorias consecutivas que Valentino Rossi firmó en 2002 y lo hizo en el circuito del italiano, un trazado en el que los tres últimos años había dominado Jorge Lorenzo. Esta vez, lo volvió a intentar, pero en la parrilla de MotoGP hay un piloto que sólo sabe ganar y no se conforma con otro resultado. Marc Márquez sigue sin conocer los límites, pero ya sabe que hay alguien capaz de enseñárselos. La vuelta de Lorenzo es, sin duda, la mejor noticia para todos.

El Mundial cambia de escenario cada dos semanas, pero la historia siempre es la misma y la culpa la tiene Marc Márquez. El piloto de Repsol Honda sumó seis victorias de seis y aunque él se empeña en recordar que un día no ganará y que deberá saber ‘perder’, no parece estar dispuesto a aprender esa lección. Su último triunfo llegó en casa de Valentino Rossi; en Mugello borró de un plumazo los malos recuerdos de la temporada pasada e igualó los triunfos consecutivos logrados por el italiano. Márquez avisaba que las cosas había cambiado, pero no se imaginaba cuánto. La de este domingo fue una victoria de las que se saborean con gusto por lo que se le resistió. Y es que peleó con Lorenzo hasta la última vuelta para subirse a lo más alto del podio. La mejor noticia para Marc es su sexta victoria, pero para el Mundial es el regreso de Jorge.

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