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Márquez responde a las preguntas que invadieron su cabeza al llegar a Mugello
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EL AÑO PASADO SE FUE AL SUELO CUATRO VECES

Márquez responde a las preguntas que invadieron su cabeza al llegar a Mugello

"Empecé con algunas preguntas en mi cabeza". Márquez ha contestado con su sexta pole. Ni rastro de los malos recuerdos de las cuatro caídas de 2013

Foto: Marc Márquez, en el 'parc fermé' después de lograr la pole (Repsol Media | Jaime Olivares y Friedemann Kirn).
Marc Márquez, en el 'parc fermé' después de lograr la pole (Repsol Media | Jaime Olivares y Friedemann Kirn).

Pleno de poles y la sexta ha llegado en Mugello, un circuito que muchos veían como el freno de Marc Márquez. El problema es que el líder es cada vez más sólido y, hasta el momento, no hay piloto o circuito que le pueda detener. A pesar de que la lluvia dejó a los pasionales aficionados italianos con la miel en los labios ante la posibilidad de ver a Rossi pelear con Márquez, éste no sólo fue el más rápido sino que advirtió que las cosas no iban a ser como la temporada pasada. Y el que avisa no es traidor. Un día después firmó su sexta pole consecutiva (1:47.270) igualando la marca que Casey Stoner estableció en 2008. Marc se sacudió los malos recuerdos y lo hizo rozando el récord del trazado de la Toscana.

El Mundial de Motociclismo aterrizó en Mugello con Rossi en línea ascendente, una combinación que hizo pensar en la posibilidad de parar a Marc Márquez. El piloto de Yamaha no sólo estaba en casa (su Urbino natal está a 175 kilómetros), sino que conoce mejor que nadie los rincones, secretos y trucos de la pista italiana. A estos dos factores, se añadía que este fin de semana Valentino cumple 300 grandes premios. Los ingredientes estaban, sólo faltaba unirlos para lograr una receta que, hasta el momento, se antoja imposible. De poco ha servido su récord de victorias consecutivas en Mugello (siete triunfos que llegaron entre 2002 y 2008) porque Márquez se situó en lo alto de la clasificación en su primera vuelta lanzada y no se bajó de ahí en toda la sesión. Rossi le verá salir desde la décima posición.

Tampoco han pesado los malos recuerdos y el amargo sabor de boca que deja el asfalto. Mugello es un circuito que se encuentra entre los favoritos de la mayoría de la parrilla, pero en esa mayoría no está el líder. A pesar de la templanza que está exhibiendo, a Márquez puede que se le haga un nudo en el estómago cuando eche la vista atrás: el año pasado, en Mugello, se fue al suelo cuatro veces a lo largo de todo el fin de semana. La primera caída llegó cuando aceleró sobre la hierba mientras intentaba volver a pista, no tuvo importancia. Lo peor estaba por llegar: al final de la recta más rápida del Mundial, una zona en la que se alcanzan los 350 km/h, se le cerró la dirección y para evitar del impacto se tiró de la moto a 280 km/h. ¿El resultado? Un golpe en la barbilla, en el cuello y una fisura en el húmero del brazo derecho.

No fue la última vez que Marc dejó sin aliento a propios y ajenos. En los últimos libres volvió a irse al suelo y después de remontar hasta el segundo puesto desde su sexta posición de la parrilla, a tres vueltas del final, llegó la caída que le dejó fuera de la carrera. Un golpe que dolió físicamente, pero también moralmente pues Pedrosa y Lorenzo abrían hueco en la clasificación mientras él se quedaba atrás. En ese momento, la Toscana no parecía tan idílica como la venden en las guías de viaje. El sabor amargo se fue diluyendo a medida que avanzaba una temporada en la que Márquez entró en la historia del motociclismo.

“He comprobado que las cosas han cambiado completamente después de un año de experiencia. Me siento muy cómodo sobre la moto, hay una gran diferencia respecto a la temporada pasada. Estoy muy contento por haber conseguido esta pole en una pista que en 2013 me pareció muy difícil”. Marc Márquez sabía que tenía que probarse a sí mismo en un trazado que le cuesta. Necesitaba sacudirse los malos recuerdos, demostrar, una vez más, porque este año parece imparable. Los resultados cosechados a lo largo del fin de semana y la experiencia cosechada le han ayudado. Aunque eso sí, los temores hicieron acto de presencia: “Empecé con algunas preguntas en mi cabeza después del año pasado”. En un par de días las ha contestado, pero como el líder siempre recuerda, la carrera es lo más importante.

Pleno de poles y la sexta ha llegado en Mugello, un circuito que muchos veían como el freno de Marc Márquez. El problema es que el líder es cada vez más sólido y, hasta el momento, no hay piloto o circuito que le pueda detener. A pesar de que la lluvia dejó a los pasionales aficionados italianos con la miel en los labios ante la posibilidad de ver a Rossi pelear con Márquez, éste no sólo fue el más rápido sino que advirtió que las cosas no iban a ser como la temporada pasada. Y el que avisa no es traidor. Un día después firmó su sexta pole consecutiva (1:47.270) igualando la marca que Casey Stoner estableció en 2008. Marc se sacudió los malos recuerdos y lo hizo rozando el récord del trazado de la Toscana.

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