Miguel Ángel Jiménez, los hoyos en uno y las premoniciones

Miguel Ángel Jiménez se las puede arreglar perfectamente para hacer ruido a pesar de entregar una ‘sosa’ tarjeta de 72 golpes en la primera jornada del Abu Dhabi HSBC Golf Championship, primer torneo de la Gira del Desierto del European Tour. Un registro que no es nada del otro mundo, mucho menos si tenemos en cuenta que el líder, Martin Kaymer, se ha ido a -8, y que el día ha sido benigno (setenta jugadores han ganado al campo).

El malagueño, incluso, está ahora mismo fuera del corte provisional. Todavía tiene que terminar de engrasar el juego. Pero de todas maneras en su tarjeta hay un hoyo en uno en el 15. Según el European Tour es el octavo en la carrera del malagueño, si bien Miguel juraría que lleva alguno más. Ni que decir tiene que siempre hace falta algo de suerte para embocarla desde el tee en un par 3, pero Jiménez rápidamente matiza: “Lo primero que hace falta es pegar un tiro muy bueno y ahí no interviene la suerte, o se pega o no se pega”. Alguna vez incluso Miguel ha llegado a sentir algo así como una premonición con la bola todavía en el aire, o incluso antes, aunque no en este caso. El español, que estrenaba nuevo espónsor, Mitsubishi, ha pegado un hierro 7 recortado magnífico, marca de la casa.

El inglés Tom Lewis también ha embocado desde el tee en el hoyo 7, por cierto, aunque el iluminado de la jornada ha sido realmente Martin Kaymer (-8). Nada nuevo bajo el sol: no debería al menos causar estupor que el germano sea el líder del Abu Dhabi HSBC Golf Championship al finalizar la primera jornada. No en vano, el alemán ha ganado tres veces este torneo (2008, 2010 y 2011) y ha quedado segundo en otra ocasión (2009). Es cierto, no obstante, que hace cuatro años que no despuntaba de este modo.

Que juegue tan bien en la capital de los Emiratos no es noticia, así pues, pero al asunto se le puede sacar punta si nos detenemos a analizar que él ha sido el mejor con las peores condiciones del día, que nunca han sido horrorosas, ciertamente, aunque el viento sí se dejaba notar en el último tercio de su vuelta. Algo tiene este campo, donde quizá mandan más los tiros al fade, el efecto natural del teutón. O puede que sean sencillamente los greenes, que le inspiran, porque sus recitales de putter sobre los tapetes del Abu Dhabi Golf Club son de antología.

Que Kaymer sea el dueño y señor por estos pagos no resulta tan llamativo, pero sí lo es que todavía sea capaz de superarse a sí mismo. Ya había encadenado, por ejemplo, tres rondas de 67 golpes en 2010 (fiabilidad insultante germana), cerrando además aquel año con una vuelta de 66. Pero jamás había entregado una vuelta de 64 golpes, su registro de hoy. El alemán, además, ha sumado diez birdies (“no estoy seguro de haber hecho esto nunca en ningún campo”, apuntaba) y ha embocado tres putts de birdie de unos cinco metros… Que alguien lo ate en corto, si no queremos asistir a un despliegue similar al del último US Open, en el que impuso su ley de principio a fin y transmitió la sensación rotunda de estar jugando un campo distinto al resto.

La Armada aún anda desperezándose, desplegando con cierta timidez alguna de sus bazas, sobre todo las de Álvaro Quirós (-3) y Alejandro Cañizares (-3). Rafael Cabrera Bello (-2), Jordi García Pinto (-2) y el defensor del título, Pablo Larrazábal (-1) aún tienen que moverse con más decisión, porque no sólo Kaymer ha arrancado con vigor, también andan por arriba algunos elementos de cuidado como Rory McIlroy (-5) y Rickie Fowler (-5). Y otros como Alexander Levy (-6) o Thomas Pieters (-7) que no tienen el mismo cartel, pero que en estado de inspiración le hacen sombra al más pintado.

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