Es noticia
Pablo Martín, el hijo pródigo, vuelve a asomarse a la élite del golf mundial
  1. Deportes
  2. Golf
cUARTO EN SUDÁFRICA, A DOS GOLPES DE SULLIVAN

Pablo Martín, el hijo pródigo, vuelve a asomarse a la élite del golf mundial

El golfista británico Andy Sullivan (-11) ganó el Open de Sudáfrica tras derrotar a Charl Schwartzel (-11) en el primer hoyo de un desempate absolutamente inesperado

Foto:

Andy Sullivan (-11) ha ganado el Open de Sudáfrica tras derrotar a Charl Schwartzel (-11) en el primer hoyo de un desempate absolutamente inesperado. Pablo Martín Benavides (-9), por su parte, ha cumplido con uno de sus objetivos: terminar entre los cinco primeros y meterse así en el HSBC Abu Dhabi Championship la próxima semana, torneo de altos vuelos que devolverá al malagueño a su hábitat natural, aunque de momento sólo sea de manera provisional.

Un final de vuelta tan dramático como errático de Schwartzel propiciaba finalmente el primer triunfo en el circuito europeo de Sullivan, inglés de 28 años que en 2014 no había dejado de llamar a la puerta (hasta cinco top-ten firmó y un notable puesto 33º en la Race to Dubai).Schwartzel tenía el triunfo encarrilado en el tee del hoyo 16, adonde llegaba con una ventaja de tres golpes sobre Sullivan, que había finalizado ya su vuelta. Pero el ganador del Masters entraba inesperadamente en barrena y encadenaba un doble bogey y un bogey, salvando incluso con apuros el par en el 18 para salir al play off.

Cuentan los jugadores sudafricanos (y los hay muchos y de gran calidad) que este torneo es muy especial para ellos. Ernie Els, sin ir más lejos, afirma que él lo considera el quinto grande. Quizá por eso Schwartzel, que no tenía en su palmarés el Abierto de su país, ha sufrido más de la cuenta los rigores de la presión a la hora de la verdad. No obstante, es necesario puntualizar que en realidad el fino jugador sudafricano venía pasando las de caín durante toda la jornada, muy fallón desde el tee, lo que en este Glendower Golf Club equivale a sacar una entrada para participar en algo así como una gymkhana.

Hasta ese fatídico hoyo 16 había ido salvando las situaciones comprometidas, administrando en momentos puntuales, con cuentagotas, su descomunal talento y, todo hay que decirlo, contando con la ayuda de la buena suerte en determinados rebotes, cuando algunas de sus bolas volaban rumbo a lo desconocido.

El torneo, además de este sorprendente quiebro final y tal y como introducíamos, ha dejado una magnífica noticia para el golf español. Pablo Martín Benavides finalizaba en cuarta posición después de entregar una gran tarjeta de 69 golpes y de este modo se ha ganado una plaza en el HSBC Abu Dhabi Championship (necesitaba un top-5 para conseguirlo), donde se da cita buena parte de la flor y nata del golf mundial, comenzando por el Número 1, Rory McIlroy.

El calibre exacto del logro quizá se mida mejor si recordamos que el malagueño no terminaba dentro de un top-5 en un torneo del circuito europeo desde hace casi tres años y medio (fue 4º en el Nordea Masters, julio de 2011). El logro, en efecto, vuelve a situar en la lanzadera a este extraordinario jugador y es tan importante para él como para el golf español, que no puede permitirse el lujo de tener fuera de juego a uno de los mejores.

Hay que pensar, además, que Pablo Martín ya venía sintiendo durante 2014 que estaba recuperando las mejores sensaciones y, sin embargo, apenas había conseguido pasar dos cortes en torneos mayores, uno de ellos en el Challenge Tour. O lo que es lo mismo: ni siquiera una mejora evidente te asegura absolutamente nada... El paso que hay entre jugar bien y hacer buenos resultados, sobre todo en el deporte de lo catorce palos, puede parecer un mero trámite, un simple formalismo, y sin embargo, muchas veces se transforma en un muro infranqueable.

¿Qué llevó a esta situación a un jugador de la talla de Pablo Martín, primer ganador amateur de un torneo en la historia del circuito europeo, con tres victorias en su haber con 24 años? Probablemente ni él podría explicarlo con seguridad. Ni hubo una sola causa, ni todas tenían que ver estrictamente con el aspecto técnico. Los malos resultados y las idas y venidas en busca de una solución fueron liando la madeja y terminaron por hacerle dudar, incluso, de un futuro próspero en el golf de alta competición.

Sea como fuera, el año 2012 resultó ser un lento e inexorable descenso a los infiernos. Por entonces, hasta una vuelta de prácticas se había convertido en una tortura para el malagueño, que no conseguía resetear del modo correcto.

Pablo Martín, ante el cariz que tomaba su carrera, llena de frustraciones y semanas de juego para olvidar, decidió tomar distancia, competir muy poco y, coincidiendo con la llegada al mundo de su hijo Max, cambiar de aires junto a su pareja, Josefine. Después, de un modo casi artesanal, ha ido reconstruyendo el juego y, sobre todo, su pasión por el golf. Hasta llegar al punto en el que se encuentra en este momento: hoy, un error en el campo es sencillamente eso, un error, no una pequeña tragedia.

Otras noticias de Ten-Golf.es:

Aquí empieza todo, así se fabrica un palo de golf (Vídeo)

El Challenge Tour presenta una recta final mucho más suculenta

Andy Sullivan (-11) ha ganado el Open de Sudáfrica tras derrotar a Charl Schwartzel (-11) en el primer hoyo de un desempate absolutamente inesperado. Pablo Martín Benavides (-9), por su parte, ha cumplido con uno de sus objetivos: terminar entre los cinco primeros y meterse así en el HSBC Abu Dhabi Championship la próxima semana, torneo de altos vuelos que devolverá al malagueño a su hábitat natural, aunque de momento sólo sea de manera provisional.

Golf
El redactor recomienda