Una maravilla de Duke hunde a Túnez y hace soñar a Australia con los octavos del Mundial

Australia logró un triunfo fundamental en sus aspiraciones mundialistas (0-1), en un partido donde una increíble acción de ariete puro de Mitchell Duke sirvió para llevarse un triunfo que les permite soñar con meterse en octavos de final. Túnez se vació y lo intentó de todas las maneras posibles, pero un inspirado Mathew Ryan fue suficiente para frenar las aspiraciones de su rival y conseguir una histórica victoria que deja a las 'Águilas de Cartago' con pie y medio fuera del torneo.

El partido comenzó con ambos equipos tratando de aprovechar sus armas. Túnez, con un fútbol más occidental, trataba de combinar y superar líneas con la posesión, mientras que Australia aprovechaba la talla de Duke para mandar balones en largo. Dos estilos de juegos muy diferentes pero con un mismo objetivo: buscar tres puntos que les permitieran seguir soñando con la clasificación a los octavos de final. Y el partido no defraudó.

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Alberto Ramírez

A los dos equipos les costó entrar en el partido, donde ninguna de las dos selecciones estaban cómodas y sin encontrar su juego. Fue con el paso de los minutos cuando Túnez comenzó a proponer más y mejor, especialmente gracias a un Youssef Msakni muy inspirado en la medular. Pero cuando las 'Águilas de Cartago' mejor se encontraban, llegó el mazazo 'aussie', que aprovechó sus dos grandes virtudes para adelantarse en el marcador.

Fue Craig Goodwin, un jugador que lo está bordando en este Mundial, quien volvió a ganar por velocidad la banda izquierda y, tras colgar un balón con mucho veneno -y algo de suerte- al corazón del área, Duke se inventó un impresionante remate de cabeza de espaldas para sorprender a Aymen Dahmen y poner a Australia en ventaja. Corría el minuto 23 y los 'aussies' golpeaban primero. Un duro golpe para una Túnez que estaba jugando a gran nivel.

Australia buscó continuamente a Duke en largo, que dio un 'clínic' de cómo bajar el balón y protegerlo, aprovechando su corpulencia para generar superioridades ante la defensa tunecina. No fue hasta el tramo final de la primera parte cuando los norteafricanos gozaron de dos grandísimas ocasiones: primero, Mohamed Drager, que tras un gran pase de Msakni no anotó por la gran intervención de Kye Rowles; después, el propio Msakni, que la echó fuera cuando Ryan ya estaba vendido.

Túnez, lanzada pero sin éxito

La segunda parte tuvo el mismo guion, aunque con Túnez monopolizando el esférico. La salida del capo de Duke en el 64' hizo que las 'Águilas de Cartago' se volcaran en ataque, controlando el partido y buscando la meta de Ryan, aunque sin acierto. La selección oceánica buscaba aprovechar una contra para matar el partido gracias a la velocidad de Goodwin y de Mathew Leckie, que se vació en ataque para ayudar a sus compañeros. Túnez lo intenta; Australia, acertaba.

Conscientes de que se les escapaban los octavos de final, los tunecinos se lanzaron al ataque, pero sin éxito. Las ocasiones más claras llegaron por mediación del de siempre, Msakni, que tuvo una doble ocasión clarísima que Ryan salvó meritoriamente. Túnez se desesperaba sin encontrar el gol de la igualada, un tanto que sí rozó Australia con una llegada al área que Leckie no remachó por milímetros y un disparo lejano de Aaron Mooy que lamió la escuadra derecha de Dahmen.

De aquí al final del partido, Túnez trató por activa y por pasiva de agarrarse al Mundial con un tanto que les permitiera seguir soñando, pero Ryan y, especialmente, un mayúsculo Harry Souttar -imperial en el corte y la anticipación- impidieron que el conjunto norteafricano sumara en su segundo partido del Grupo D. Este resultado permite a Australia seguir soñando con meterse a los octavos de final, mientras que Túnez se queda con pie y medio fuera del campeonato.