Segunda tarde libre, comida en grupo y mosqueo de los jugadores de la Selección

Segunda tarde libre consecutiva. Si en la primera solo fueron Cesc, Javi Martínez y Pedro los que se atrevieron a salir de Caju, en esta ocasión todo el grupo fue el que salió de las instalaciones del Atlético Paranaense con destino a un restaurante de moda de la capital del estado de Paraná. A la llegada de la Selección al restaurante elegido, la presencia de cámaras y fotógrafos no gustó a los internacionales, lo que provocó momentos de tensión. Tras la comida, algunos aprovecharon para hacer compras en el lujoso Patio Batel. Ni una firma de las importantes, de las de lujo, falta en el centro comercial situado en la zona de moda de Curitiba.

La salida de los internacionales-regresaron para cenar al que ha sido el cuartel general y en el que ya no volverán a entrenarse-vino acompañada de mal tiempo, nubes y constante amenaza de lluvia. Por cierto, han molestado algunas críticas vertidas aquí hacia la belleza de la ciudad de Curitiba. Lo siento, pero mantengo lo dicho. No me gusta. Los encantos, o los tapa, el mal tiempo y el frío o he perdido el gusto. Para gustos, colores.

Mañana España cierra el Mundial en el Baixada Arena, estadio que estuvo en el punto de mira por el retraso en las obras y del que se habló de la posibilidad de quedar excluido del Mundial. Pues bien, el estadio no está terminado. Rincones a medio hacer, remates por terminar y, para colmo, un césped en un delicado estado y que no va a facilitar el desarrollo del espectáculo deportivo. Todos estos factores pasan un tanto inadvertidos ante lo que hay en juego, que como todos ustedes saben se limita al honor de unos y otros por ganar su primer partido y no marcharse del Mundial con las manos vacías y la cuenta de puntos a cero.

Hoy aparecerá por Curitiba Miguel Cardenal,el presidente del Consejo Superior de Deportes, único apoyo oficial que va a tener la Selección durante su estancia en Brasil. El Secretario de Estado ha querido estar presente en la ciudad brasileña pese a que en el partido no hay nada en juego, algo nada habitual en un Mundial, pero que las experiencias previas de España y Australia lo han permitido.

El Rey Felipe VI quiso estar al lado de Vicente del Bosque. No se olvidó del seleccionador y pese a su coronación, tuvo tiempo de llamar al técnico para mostrarle su apoyo pese a la eliminación y la mala imagen mostrada por el equipo. Su intención era acudir a la final, al menos cuando todavía era Príncipe, tal y como confesó a Del Bosque en una reciente audiencia con motivo de la presentación del libro, ‘Vicente, biografía autorizada’.