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El eterno llanto de Xavi al perder con el Madrid: la "vergüenza" arbitral como última y agónica excusa
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LOS CULÉS SE DESPIDEN DE LA LIGA

El eterno llanto de Xavi al perder con el Madrid: la "vergüenza" arbitral como última y agónica excusa

El Barcelona no supo frenar los peligros del Madrid y volvió a cometer los mismos errores que ante el PSG para, en solo cinco días, tirar sus dos últimas vías de levantar un título

Foto: Nueva derrota del Barcelona en otro Clásico. (EFE/Juanjo Martín)
Nueva derrota del Barcelona en otro Clásico. (EFE/Juanjo Martín)

El Real Madrid ya es virtual campeón de Liga. La victoria del conjunto blanco en el Clásico ante el Barcelona (3-2) da la puntilla a un equipo azulgrana que, pese a adelantarse dos veces en el marcador, no fue capaz de cerrar un partido que los blancos remontaron en dos ocasiones. Y, además, lo hicieron calcando los errores de la eliminatoria ante el PSG. Pero Xavi Hernández, lejos de entonar el mea culpa, volvió a señalar a otro responsable: el árbitro.

Ya son numerosas las excusas que se le han escuchado al todavía entrenador azulgrana cuando su equipo no es capaz de ganar un partido que, en su opinión, merecía ganar. Este fue el caso del choque del Santiago Bernabéu donde, en rueda de prensa, dejó claro que su equipo era el único merecedor de la victoria. Pero lo cierto es que el resultado le contradice y, por tanto, debería de analizar cuál es el error. Para Xavi, es claro: el colegiado César Soto Grado.

Foto: Bellingham, el máximo artillero blanco en LaLiga, sentenció el Clásico con su gol. (Reuters/Juan Medina)

"Ya dije el sábado que lo mejor era que pasara desapercibido y acertara. Pues ninguna de las dos cosas", espetaba el entrenador azulgrana. "Mi sensación es de injusticia máxima. No puedo engañar a nadie y menos a la afición. Es una evidencia lo que ha pasado, lo ha dicho todo el mundo". El enfado de Xavi versaba en dos puntos claves: el penalti de Pau Cubarsí y, sobre todo, el gol fantasma de Lamine Yamal que calificó de "vergüenza" por no concederle validez.

Para Xavi, el balón no solo entró, sino que asegura que el hecho de no dar gol es una decisión premeditada, apoyada en la ausencia de tecnología de meta para clarificar este tipo de jugadas. "Todo el mundo ha visto que ha entrado la pelota. Nos ha caído todo cruz. Desde Getafe, al principio de temporada, ya avisé que no me gustaba lo que veía. Este domingo, es el cúmulo del despropósito", decía muy enfadado. Pero, en realidad, lo que estaba haciendo era echar balones fuera.

Más allá de esa acción puntual, el técnico no profundizó en los graves errores de su equipo, repetidos de manera constante. Lejos de hacer una valoración de por qué sus laterales son frágiles en defensa, por qué las ayudas llegan tarde, por qué su medio del campo no es sólido en los balances, por qué las vigilancias son laxas y por qué su delantero, de talla mundial, solo lleva 13 goles, Xavi dispara contra todos para hacer válido el proverbio del dedo y la luna.

En cinco días, PSG y Real Madrid han acabado con las esperanzas culés de ganar un título esta temporada. Y lo han hecho de manera similar: penalizando a los dos laterales azulgranas, ganando la espalda al segundo palo de manera continua y, sobre todo, lanzando contraataques ante la nula presión tras pérdida del equipo. A pesar de que el Barça sigue teniendo en su ADN mantener la posesión, cualquier robo los hace vulnerables por la falta de soluciones en recuperación y repliegue.

El Madrid lo sabía y los tres goles llegaron igual: dos de ellos en un balón por banda que rematan por el otro lado, y otro, el penalti, en otro duelo ganado en el lateral que acaba con pena máxima. Lucas Vázquez fue un cuchillo constante ante un João Cancelo que no ganó un solo duelo ante el gallego. El portugués, completamente desubicado a pie cambiado, fue demasiado benévolo en defensa, lo que permitió que los blancos percutieran constantemente por allí.

Pero, lejos de entonar el mea culpa o analizar los errores propios, Xavi vuelve a señalar a otro lado cuando se habla de la responsabilidad de la derrota. Unas veces, es el estado del césped; otras, el sol de cara; otras, el arbitraje. Pero poco habla de que el Real Madrid le ha ganado los tres Clásicos de la temporada (1-2 y 3-2 en Liga, más 4-1 en la final de la Supercopa) y que su gran líder es un joven de 16 años. Quizá esa "vergüenza" no está tan lejos del banquillo como quiere hacer ver…

El Real Madrid ya es virtual campeón de Liga. La victoria del conjunto blanco en el Clásico ante el Barcelona (3-2) da la puntilla a un equipo azulgrana que, pese a adelantarse dos veces en el marcador, no fue capaz de cerrar un partido que los blancos remontaron en dos ocasiones. Y, además, lo hicieron calcando los errores de la eliminatoria ante el PSG. Pero Xavi Hernández, lejos de entonar el mea culpa, volvió a señalar a otro responsable: el árbitro.

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