Del "estoy contento" de Ancelotti al enfado de Modric: no existe la calma en la Casa Blanca

"Salgo de aquí satisfecho. Es un punto bueno". Con la elegancia que caracteriza a Carlo Ancelotti, el técnico italiano realizó una valoración inicial del empate a uno frente al Betis a domicilio en la rueda de prensa. Ante el runrún de la sala, el entrenador del Real Madrid insistió: "¿Queréis que diga que estoy muy triste y enfadado? No es así, estoy contento, chao". En frío, poco se le puede reprochar en su discurso. El equipo madridista visitó un campo complicado, ante uno de los mejores equipos del campeonato que aspira a repetir en puestos europeos y que, además, ha hecho del Benito Villamarín un fortín. Un empate ante este tipo de rivales, más aún en una jornada que enfrentará a los competidores a los que, todavía, ve por el retrovisor, Girona y FC Barcelona, siempre deben ser valorados. Pero esto es el Real Madrid y aquí el chequeo de pulgas es diario. Bien lo sabe.

El talante de Carletto como entrenador consiste, precisamente, en manejar la tensión con maestría, haciendo equilibrios de balanza. No es lo mismo que sea un novato el que alza la voz después de un cambio a que lo haga una leyenda del club como Luka Modric. Al igual que no es lo mismo jugarse una temporada con Karim Benzema como delantero centro que hacerlo con Joselu. Recordemos que la exigencia del Santiago Bernabéu es la de pelear las tres competiciones: Liga, Champions League y Copa del Rey. ¿Han oído alguna crítica del italiano a la confección de la plantilla? Pues eso. Benevolente tanto para mirar para arriba, como para mirar hacia abajo.

Lo mejor | La rabia de Modric

Luka Modric volvió a la titularidad después de su ausencia por culpa de una lesión. Está siendo una temporada complicada para el croata, que se pensó una marcha este mismo verano emulando los pasos de Benzema. Los cantos de sirena del dinero saudí suenan como una caja registradora y es una realidad con la que el fútbol contemporáneo va a tener que convivir. La insistencia de Ancelotti en su figura desde que regresó al Real Madrid fue clave para su decisión de quedarse, pero ahora, la realidad es que Modric es uno de los primeros en ser cambiados cuando el italiano quiere tocar piezas.

El mediocentro se marchó enfadado, dando una patada a la botella de agua, según el Diario As, y mostrando evidentes gestos de desaprobación. Los ánimos se fueron caldeando, Ancelotti tiró de libreto y esperó unos minutos a que bajaran las pulsaciones. Luego, ambos se dieron un apretón de manos. Ante la prensa, el italiano aseguró no saber nada de ningún enfado. Buena señal que un veterano como Luka siga manteniendo esa rabia.

Lo bueno | Isco, qué bonito que volviste

A Isco solo le faltó ese gol de cabeza en los minutos finales del encuentro para haber sido, sin lugar a dudas, el mejor jugador del partido. Con su trote clásico, el malagueño protagonizó las mejores jugadas de los béticos, cada pelota pasaba por sus botas y hacía mejor las jugadas de sus compañeros. Es un líder, un motor para los de Pellegrini, y ante el Real Madrid, su ex, quería lucirse y lo consiguió.

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Además, el del Arroyo de la Miel dejó una bonita reflexión sobre la polémica en el fútbol: "Debemos de quejarnos menos y jugar más. El fútbol es muy bonito como para andar perdiendo el tiempo en protestas y quejas a los árbitros".

Lo normal | Rodrygo tiene un problema

Estamos viviendo los mejores momentos de la temporada para Rodrygo. El brasileño es un futbolista de élite. Si solo se jugase en espacios cortos, probablemente, el jugador más determinante del mundo. Sabe asociarse, tiene un gran regate en corto, el peligro se huele en sus botas... pero juega en la misma posición que Vinícius Junior. Viendo su desempeño como extremo izquierdo, está claro que situar a Rodrygo en la derecha solo es una solución para poder combinar la titularidad con su compatriota.

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Lo malo | Alaba no arranca

No está siendo una gran temporada para David Alaba y la ausencia de Militao se empieza a notar más de lo que debería. El central, que vino gratis tras acabar su contrato con el Bayern de Múnich hace dos temporadas, vive su tercer año en el Real Madrid en un momento complicado. Le falta contundencia y se echa en falta esa jerarquía de su primer curso. Su conexión con Rudiger tampoco acaba de convencer.

Lo peor | La soledad de Jude

Al fútbol se gana marcando más goles del rival y esa lección tan básica la tiene bien aprendida Jude Bellingham, que suma 12 goles en los 14 partidos de LaLiga que ha disputado. Frente al Betis volvió a dejar muestras de su excelsa clase para rematar como un delantero puro un pase, de idéntica calidad, por parte de Brahim. El idilio del británico con el gol ya no sorprende a nadie. Pero el problema está cuando sólo Jude es quien marca los tantos. En el reparto de goles de la plantilla no salen las cuentas y es un problema de dirección deportiva.