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Brahim como síntoma de duda de un Madrid que no se entera de cuándo empiezan los partidos
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LAS DUDAS ATENAZAN A 'CARLETTO'

Brahim como síntoma de duda de un Madrid que no se entera de cuándo empiezan los partidos

Ancelotti sigue demostrando que no confía en el talento y desparpajo de Brahim, fiándolo todo al control del balón. Una idea que sería buena si el Madrid saliera despierto al campo

Foto: Brahim, en una imagen reciente. (Reuters/Isabel Infantes)
Brahim, en una imagen reciente. (Reuters/Isabel Infantes)

El Real Madrid sufrió un duro correctivo en el Metropolitano. No tanto por el marcador, como por la sensación de no haber comparecido en el partido más importante en lo que va de temporada. El conjunto blanco, que llegaba al derbi después de sumar sus siete anteriores encuentros por victorias, fue superado en todo momento por un Atlético de Madrid que supo entender mucho mejor el partido... y que le puso mucho más corazón y ganas sobre el césped.

Es evidente que el Madrid tiene un problema: no puedes ganar todos los partidos tirando de épica. Para ello, es necesario tener más control de lo que sucede durante los noventa minutos, razón por la que Carlo Ancelotti decidió traicionar el rombo en la medular que lleva entrenando en los dos últimos meses para dar cabida a su guarda pretoriana en el once inicial. Y el plan pudo salir bien... siempre que el Madrid se hubiera puesto el despertador a tiempo.

Foto: Ancelotti, con la mirada perdida en el banquillo. (EFE/Kiko Huesca)

La apuesta de Carletto por Modric en el once inicial buscaba reforzar la medular blanca: la presencia del croata junto a Kroos, Valverde y Camavinga, con Bellingham ayudando unos metros más adelante, tenía un sentido: hacerse más rocosos y tener más posesión. Pero el plan se hundió cuando, a los cuatro minutos, el Madrid ya iba perdiendo. El italiano había traicionado sus ideas para, como habitualmente este curso, ir perdiendo a las primeras de cambio.

El Atlético solo necesitó cuatro minutos para adelantarse en el marcador. Sir ir más lejos, el Almería necesitó 3, la Real Sociedad 5 y el Getafe 10, amén del gol anulado al Celta por el VAR en el minuto 3. O, dicho de otra manera, hasta en cinco ocasiones el Madrid se ha visto por debajo en el marcador nada más saltar al campo, con una agravante: ante el Atlético, sucedió dos veces, donde Morata solo necesitó segundos tras el descanso para anotar el 3-1 definitivo.

La lectura es sencilla: el Madrid no sale enchufado a los partidos. Falta tensión, intensidad y hasta agresividad en los momentos iniciales de los partidos, confiándolo todo a que la calidad se impondrá con el paso de los minutos. Da la sensación de que el Madrid no se entera de cuándo empieza los partidos, algo que se debe transmitir en los vestuarios: quizá falta un líder en el equipo que sepa sacar conectados a los jugadores a los encuentros. Falta tensión y el Madrid lo paga.

El claro ejemplo de lo que debería ser tiene nombre propio: Brahim Díaz. El extremo es de los pocos jugadores del Madrid que, cada vez que salta al campo, muestra sus virtudes sin filtros. Ancelotti solo le ha dado 38 minutos en lo que va de curso, pero en todos ellos ha demostrado algo diferente: encara, desborda, la pide, llega a línea de fondo y combina con los compañeros. El centrocampista español es uno de los pocos jugadores diferentes del Madrid. Y Carletto no le saca partido.

placeholder El Madrid estuvo muy desdibujado en el campo. (Reuters/Isabel Infantes)
El Madrid estuvo muy desdibujado en el campo. (Reuters/Isabel Infantes)

Extrañan sus pocas oportunidades

Extraña que Brahim no tenga más oportunidades, pues siempre que sale, destaca y, sobre todo, en partidos donde Vinícius estaba lesionado. Da la sensación de que Ancelotti lo basa todo en su sistema, que se encorseta con un estilo muy definido y que no premia a aquellos futbolistas que pueden desequilibrar los partidos ante el temor de que se genere cierta anarquía en el césped. Pero el problema es que su plan A se desmonta (casi) siempre antes del Illa, illa, illa, Juanito maravilla.

Brahim es el claro síntoma de que Ancelotti se equivocó este domingo. Con Joselu en el banquillo, Vini de baja y Rodrygo más negado que nunca, era la oportunidad ideal para que el malagueño ofreciera todo su fútbol en el Metropolitano. Pero, a pesar de necesitar una remontada urgente, Ancelotti decidió poner en escena a Nacho, Tchouaméni y Mendy quince minutos antes que a Brahim. La clara demostración de que el técnico no confía en un jugador que puede ser diferencial.

En el AC Milan, Brahim ha demostrado que puede ser un líder pero, para ello, necesita sentirse importante. En su regreso al Madrid, es de los pocos jugadores que demuestra algo diferente sobre el césped, de esos que, cuando un partido se complica, miras al banquillo y sacas como revulsivo. Pero Ancelotti no termina de darle los minutos que la afición empieza a reclamar. Quizá el equipo no sea el único que sale dormido a los partidos...

El Real Madrid sufrió un duro correctivo en el Metropolitano. No tanto por el marcador, como por la sensación de no haber comparecido en el partido más importante en lo que va de temporada. El conjunto blanco, que llegaba al derbi después de sumar sus siete anteriores encuentros por victorias, fue superado en todo momento por un Atlético de Madrid que supo entender mucho mejor el partido... y que le puso mucho más corazón y ganas sobre el césped.

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