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¿Se ha metido el Madrid en un problema? Este es el duro calendario que tiene por delante
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VARIOS MIURAS POR DELANTE

¿Se ha metido el Madrid en un problema? Este es el duro calendario que tiene por delante

Los blancos tienen que visitar el Metropolitano, el Sadar y el Pizjuán, además de recibir, entre otros, al Betis. Una Liga que parecía ganada habrá que sudarla en el tramo final

Foto: Modric, al término del Clásico. (EFE/Juanjo Martín)
Modric, al término del Clásico. (EFE/Juanjo Martín)

El Real Madrid se encuentra en uno de los momentos más extraños de la temporada. En cuestión de pocos días, ha pasado de ser considerado uno de los grandes terrores de Europa tras su impresionante remontada ante el PSG a dar la sensación de ser un equipo ramplón tras la goleada recibida en el clásico. Como diría Boskov, 'fútbol es fútbol' y, por ende, las derrotas forman parte de la competición. Sin embargo, lo que la afición madridista no comprende es la falta de actitud ni la disposición táctica del equipo en un partido tan importante como el Clásico. La goleada es dolorosa pero, aún más, la sensación de que una Liga que estaba cerrada ha quedado abierta de par en par.

La derrota ante el Barcelona genera dos lecturas muy sencillas: por un lado, insufla gasolina a los azulgranas para seguir peleando por un campeonato que hace solo tres meses parecía una utopía; por otro, que el Madrid, un equipo que llegaba lanzado y pleno de moral, pueda verse afectado en lo anímico a sabiendas de que no puede cometer muchos más fallos si no quiere alimentar las esperanzas de sus perseguidores. Pero, ¿hay Liga? La estadística dice que un equipo que ha tenido esta ventaja estas alturas de campeonato jamás lo ha perdido, pero el Madrid tiene todavía varios miuras por delante y partidos de enorme dificultad que pueden complicar su labor... siempre y cuando sus perseguidores tampoco se dejen ningún punto por el camino.

Foto: Eden Hazard en el partido que jugó contra el Cádiz. (EFE/Kiko Huesca)

Partamos de la base de que lo sucedido contra el Barcelona debe de ser un tropiezo y nada más. Quedan 27 puntos por disputar y el Real Madrid tiene 9 de ventaja contra el Sevilla y 12 con el Barcelona, eso sí, con un partido menos… y con un duelo directo entre los dos perseguidores de Madrid en la próxima jornada. O, dicho de otra manera, al Real Madrid le quedan nueve partidos de liga para saber si levanta el título a final de temporada, de los que jugará cinco como visitante y cuatro en el Santiago Bernabéu. Eso sí, con la Champions de por medio y las piernas de algunos de sus jugadores más importantes cargadas de minutos.

El siguiente duelo que tiene el Real Madrid es frente al Celta en Balaídos. Es un partido mucho más importante de lo que parece, pues tras el duro revés sufrido ante el Barça, es necesario que el Madrid remonte el vuelo y trate de confirmar que lo sucedido fue un paréntesis a la buena temporada blanca. En realidad, es casi una final, pues sacando los tres puntos sabe que aumentará su distancia con al menos uno de sus perseguidores. Tras el partido en Vigo, llegar a la visita de Champions Stamford Bridge, una 'vendetta' ante el Chelsea tras la eliminación de la pasada temporada. Después de la competición europea, el Madrid recibe en casa al Getafe.

A partir de ahí, agárrense porque vienen curvas: el Madrid se jugará el pase a las semifinales de Champions en el Bernabéu para, a continuación, visitar el Sánchez Pizjuán y el Sadar, dos estadios tradicionalmente muy duros para blancos. A continuación, recibe al Espanyol en casa, para visitar el Metropolitano contra el Atlético de Madrid… y todo ello sin tener en cuenta que, entre medias, tendría partidos de Champions si logra la clasificación. A partir de ahí, la recta final de campeonato contra equipos de menos nombre, pero que se están jugando buena parte de sus opciones tanto por la permanencia como por Europa.

placeholder FOTO: Reuters/ Javier Barbancho.
FOTO: Reuters/ Javier Barbancho.

La recta final... ¿más amable?

Primero, recibirá al Levante en casa, para después visitar el Cádiz y acabar el curso contra el Betis en el Bernabéu. Partiendo de la base de que el Madrid cuenta con nueve puntos de ventaja sobre sus perseguidores -sin conocer todavía a favor de quién está el golaverage contra el Sevilla aunque, eso sí, ya lo tiene perdido con el Barcelona- tiene un margen de al menos dos derrotas -que podrían ser tres si el Sevilla derrota al Barça y el Madrid no pierde con los hispalenses- y un empate en los nueve partidos que le quedan. Si echamos la vista de la clasificación, pronto descubrimos que el Madrid solo ha perdido tres partidos en Liga en toda la temporada, por lo que debería de sufrir un batacazo de tamaño indescriptible para no levantar el título liguero.

Sin embargo, a pesar de que todo está a favor del líder, el aficionado blanco no las tiene todas consigo, especialmente porque empieza a ver ciertos problemas en el equipo que se repiten con el paso de las jornadas: Mendy y Benzema, dos jugadores fundamentales para la semana blanco, están teniendo problemas físicos de manera habitual; Carvajal sigue generando muchas dudas en el césped; Kross, Modric y Casemiro empiezan a notar el paso de los partidos en sus piernas; Vinicius ya no está tan brillante como en los primeros compases de curso; y el Madrid empieza a tener un grave problema de gol e, incluso, de esquema cuando Karim no está en el campo, pues Ancelotti ha demostrado que no confía en sus suplentes. Todo ello, genera una coctelera de dudas entre un aficionado que no entiende los inexplicables bajones de forma del equipo en algunos partidos de la temporada.

Pero, como decíamos, esto es fútbol y todo puede pasar. El principal problema que tiene por delante el Real Madrid es el elevado kilometraje que suman las piernas de sus jugadores más importantes. Cualquier aficionado es capaz de recitar la alineación del Madrid de cabo a rabo y eso, en el fútbol actual, es un problema: cuentas con un equipo muy reconocible, pero con escaso fondo de armario, insuficiente para pelear por todo en una temporada tan larga. Será a finales de curso cuando descubramos si Ancelotti estaba en lo cierto apostando por el mismo bloque a sabiendas de que podrían aguantar el trote o si, por el contrario, debería haber contado más con los jugadores de banquillo. Solo el tiempo dirá si la teoría del técnico italiano era la correcta o no.

El Real Madrid se encuentra en uno de los momentos más extraños de la temporada. En cuestión de pocos días, ha pasado de ser considerado uno de los grandes terrores de Europa tras su impresionante remontada ante el PSG a dar la sensación de ser un equipo ramplón tras la goleada recibida en el clásico. Como diría Boskov, 'fútbol es fútbol' y, por ende, las derrotas forman parte de la competición. Sin embargo, lo que la afición madridista no comprende es la falta de actitud ni la disposición táctica del equipo en un partido tan importante como el Clásico. La goleada es dolorosa pero, aún más, la sensación de que una Liga que estaba cerrada ha quedado abierta de par en par.

La derrota ante el Barcelona genera dos lecturas muy sencillas: por un lado, insufla gasolina a los azulgranas para seguir peleando por un campeonato que hace solo tres meses parecía una utopía; por otro, que el Madrid, un equipo que llegaba lanzado y pleno de moral, pueda verse afectado en lo anímico a sabiendas de que no puede cometer muchos más fallos si no quiere alimentar las esperanzas de sus perseguidores. Pero, ¿hay Liga? La estadística dice que un equipo que ha tenido esta ventaja estas alturas de campeonato jamás lo ha perdido, pero el Madrid tiene todavía varios miuras por delante y partidos de enorme dificultad que pueden complicar su labor... siempre y cuando sus perseguidores tampoco se dejen ningún punto por el camino.

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