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Pasan los años, pasan los jugadores... pero Simeone no se mueve de su estilo
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el equipo volvió a encerrarse tras marcar

Pasan los años, pasan los jugadores... pero Simeone no se mueve de su estilo

La entrada de Tiago al centro del campo por Óliver suavizó un partido áspero y que se complicó. Pero el sufrimiento no hará cambiar el ideario de Simeone, porque éste lo ha hecho campeón

Foto: El Atleti ganó con lo justo (EFE).
El Atleti ganó con lo justo (EFE).

"Tiago es un jugador muy importante para nosotros. Es el cerebro en la mitad del juego. No sólo por lo que juega: interpreta lo que necesita el equipo. Eso se gana con la edad y Tiago la tiene. Con él, el equipo cambió, dejó de sufrir y empezó a jugar y a entrar en la conducción del partido". A Simeone solamente le faltó ponerse de rodillas en la sala de prensa y alabar a su mediocentro. Motivos tiene para ello, la verdad. Tiago le salvó el partido contra el Getafe, que se había complicado como sólo el Atlético sabe complicárselo, una victoria que se podría haber cerrado mucho antes, pero que no fue así porque a este Atleti le cuesta un mundo no defender.

Efectivamente, la entrada de Tiago al centro del campo por Óliver suavizó un partido que se estaba volviendo áspero. Qué digo, se volvió áspero desde el minuto cuatro. Qué mal le viene al Atlético marcar pronto. Este Atleti-Getafe fue un calco al del año pasado: gol de Torres nada más empezar y a sestear y a pedir la hora. Griezmann evitó que los corazones rojiblancos sufrieran de más con el segundo gol, pero no justifica esa sentencia la planicie infinita que se vivió durante tanto tiempo, demasiado. Que ochentaiséis minutos son muchos minutos, oiga, que en menos Mozart te componía una ópera.

¿Por qué el Atleti no intentó dar por terminado el partido muchísimo antes? Mejor, rehago la pregunta: ¿por qué el Atleti no intentó en ningún momento dar por terminado el partido? El segundo gol se lo encontró casi sin buscarlo, con un balón largo. El Atleti tiene mimbres para jugar al fútbol, para hacer goles y para hacer disfrutar al espectador propio y ajeno. Y a este Getafe manso y cordial que saltó al Calderón le podía haber dejado en la lona pidiendo que el árbitro contase hasta diez lo más rápido posible. Pero no, lo dejó vivo, y porque el Getafe seguía atenazado, bajo los efectos de una tisana para elefantes, sino hubiera sufrido mucho más.

El Atlético salió a jugarle al Geta con una alineación bastante ofensiva, donde resaltaba sobre todo la ausencia de un pivote posicional puro. Por eso dijo Simeone que “Dos Tiagos no se pueden pagar”, porque no tiene otro de ese corte en la plantilla. Podría ser Thomas, pero no confía en él y costará verle jugar algún minuto esta temporada. Tiago no hay más que uno y por eso cuando lo perdió, estuvo ojo avizor a la espera, agazapado como un guepardo, para salir a por la presa en cuanto hubiese oportunidad. El Chelsea lo dejó tirado y Simeone lo repescó para que siguiera siendo su continuación sobre el pasto.

Tiago es el reflejo más claro de lo que pretende Simeone que sea su equipo. Tiago es un jugador sobrio, serio, sin ningún tipo de alarde ni floritura, pero nunca dará un balón por perdido, siempre mantendrá la posición y organizará su equipo con y sin balón. El Atleti es eso, juego sin brillantez, sin demasiado que rescatar para un highlight, pero que gana partidos y títulos, que es lo que realmente cuenta en esto del fútbol. Una copa no tiene más valor material si se levanta tras dar un recital o tras ganar con un gol de córner.

Y es precisamente por eso por lo que pasa el tiempo, cambian los jugadores, cambian los rivales, pero Simeone y su ideario sigue intacto, como un diamante en una mina. Al Cholo le ha ido de maravilla jugando como hasta ahora, porque lo que cuenta es marcar más goles que el rival, da igual que sean seis o sea uno y de rechace. Ni siquiera con un once ofensivo como el del Getafe busca masacrar al rival, darse un homenaje de goles, porque la temporada es muy larga y las energías, todas las que sean, será mejor guardarlas cuando lleguen esos partidos donde el Cholo deje de decir eso de partido a partido y empiece con lo de final a final.

"Tiago es un jugador muy importante para nosotros. Es el cerebro en la mitad del juego. No sólo por lo que juega: interpreta lo que necesita el equipo. Eso se gana con la edad y Tiago la tiene. Con él, el equipo cambió, dejó de sufrir y empezó a jugar y a entrar en la conducción del partido". A Simeone solamente le faltó ponerse de rodillas en la sala de prensa y alabar a su mediocentro. Motivos tiene para ello, la verdad. Tiago le salvó el partido contra el Getafe, que se había complicado como sólo el Atlético sabe complicárselo, una victoria que se podría haber cerrado mucho antes, pero que no fue así porque a este Atleti le cuesta un mundo no defender.

Diego Simeone
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