El Eibar demuestra que entre el glamour hay espacio para los equipos forjados en el barro

La cifra no deja lugar a dudas: una población de poco más de 27.000 habitantes tendrá la próxima temporada un equipo en Primera División. O, lo que es lo mismo, si todos los habitantesde Eibar acudieran al Santiago Bernabéu, aún quedarían dos tercios del estadio vacíos. El equipo más modesto del fútbol profesional español ha conseguido obrar el milagro de jugar la próxima temporada en la elite del balompié nacional. Con el mismo bloque de Segunda B, un entrenador que no quiere estrellas y una infraestructura de equipo muy sencillo, el Eibar soñará en Primera la próxima campaña.

El conjunto 'armero' podrá celebrar su 75º aniversario en Primera, en el que se ha convertido en el primer ascenso de su historia a la máxima categoría del fútbol español. La victoria por la mínima ante el Alavés hizo posible el gran sueño de un equipo que subióa Segunda en la presente campaña y que, tras concatenar su segundo ascenso de manera consecutiva, luchará con los mejores clubes de España la próxima campaña. Aunque, para ello, tiene un 'pequeño' problema: debe conseguir 1,7 millones de euros de su masa social antes del 6 de agosto para no acabar en Segunda B.

Cada temporada, un Real Decreto obliga a todos los clubes de Primera y Segunda a cubrir un capital social mínimo, cuya cantidad sale de la media de gastos de los clubes de la categoría -eliminando al que más y menos cantidad ejecutan-. Sin embargo, sólo deben pagarlo aquellos clubes que, en el momento de aplicarse, hubieran jugado los dos años anteriores en una categoría no profesional. Éste es el caso del Eibar, por lo que deberá hacer frente al pago de 1,7 millones, para lo que el club tiene claro que no quiere ningún comprador externo, sólo gente implicada con el club que quiere aportar.

Y es que el Eibar tiene un toque romántico que se ha ganado a millones de aficionados fuera de su localidad. Con una infraestructura humilde, su presidente, Alex Aranzábal, explicaba por qué no se querían grandes inversores en el club. La tradición manda por encima de todo: "Una de las claves de nuestro modelo es que la gente se siente muy cercana al club y el Eibar ha sido siempre de su masa social, sin grandes inversores ni empresas que hayan controlado el club. Por eso se introdujo una modificación en los estatutos del club poniendo un límite de 100.000 euros". Sin duda, un club muy especial.

Un presupuesto al alcance de los más 'pobres'

Contar con el estadio más pequeño de Primera, el presupuesto más bajo del fútbol profesional nacional o un campo de entrenamiento muy humilde le convierten en un 'intruso' entre los 'grandes' de España. Su funcionamiento se asemeja mucho más al de un conjunto de categorías bajas que al de un equipo que vaya a competir al primer nivel, lo que aún da más grandeza a la gesta lograda por el equipo entrenado por Gaizka Garitano. Que los jugadores deban dar vueltas con sus coches para encontrar un hueco en la calle para aparcar es una clara muestra de qué tipo de equipo es el Eibar.

En lo que a jugadores se refiere, el conjunto 'armero' poco o nada entiende de estrellas. Quizá no haya grandes individualidades en el equipo, pero consta de una clavecon la que pocos cuentan: "El grupo por encima de los nombres". La fuerza radica en correr por el compañero, pelear por el compañero, dar el último aliento en el campo por el compañero. Sólo la humildad, el trabajoy la fe en un 'milagro' han hecho posible que el Eibar esté la próxima temporada al más alto nivel.Un equipo acostumbrado a pelear en el barro que, a partir del próximo verano, estará sobre los mejores céspedes de España.

Un bloque que podría mantenerse en Primera

El entrenador 'armero' tiene mucho que ver en el éxito del equipo, pues ha dejado de lado el tradicional 'kick and rush' que se practicaba en Ipurúa para dar paso a un fútbol combinativo que ha dado sus frutos. Dos ascensos consecutivos han metido al Eibar en Primera División con un equipo en el que "en las alineaciones han jugado 8 o 9 jugadores que ya lo hacían la pasada temporada en Segunda B". Con el mismo bloque con el que subiera a la categoría de plata ha llegado la recompensa al trabajo bien hecho, un equipo que se ha ganado el corazón de los románticos del fútbol.

Pero es que hasta la historia de sus colores muestra la humildad del club. Lafalta de recursos del club poco después de su nacimiento obligó a pedir a la Federación Vasca unas equipaciones para poder jugar, cediéndoles las camisetas del Barcelona. Desde ese momento, el Eibar viste de azulgrana y, este año, si consiguen la ampliación de capital, pasearán orgullosos su equipación por todos los campos de Primera. Un 'humilde' se ha colado en la fiesta de los 'grandes'. Porque, en el fútbol moderno, también hay espacio para los más trabajadores.