El Barça juega con fuego pero sale vivo de Elche gracias a la mano 'amiga' de Willy

Pasó la penúltima jornada y la vida sigue igual. Con el Real Madrid fuera de combate tras sus catedralicios errores defensivos en Balaídos (0-2), el empate a nada del Barcelona en su visita al Martínez Valero, unido a una excelsa manode Willy Caballero en el minuto 94 para evitar que el Atlético de Madrid lograra un triunfo que le hubiera dado una Liga 18 años después, aplaza el desenlace de esta bendita traca finalhasta el último suspiro. Será el próximo sábado(18.00 horas) cuando culés y rojiblancos se disputen el título el Camp Nou. A los atléticos les vale con no perder para ser campeones. Los azulgrana tienen que ganar, algo que no han sido capaces de hacer en los cinco envites previos disputados hasta la fecha durante el presente curso (cuatro empates y una derrota).

Con la soga del descenso al cuello, el Elche debía perder el miedo y soltarse la melena. Difícil empresa cuando enfrente se tiene a un Barcelona que, a pesar de haber sidovíctima de su propia desidia, teníaante sí la opción de salvar una temporada plagada de piedras, deportivasy extradeportivas, en el camino. De tú a tú trató de plantear el duelo un equipo que sabía que era mejor no encajar y sacar una igualada que desnudarse sin más.Tras unos primeros golpes de reconocimiento en forma de saques de esquina en ambos lados del campo, llegó el lamento de Iniesta.El manchego buscó el gol con una volea desde la frontal del área y tras tocar lo justo Manu Herrera, el esférico impactó en el travesaño. Con la única idea de la victoria rondando sus cabezas,el Barça se afanaba en tocar pero, paradojas que nos depara el fútbol, le faltaba el temple en la medular para enganchar con Messi y Alexis y encontrar el camino del gol.

Al filo de la media hora de juego, el Barcelona se había convertido en claro dominador del choque. Por desgracia para sus intereses, el dominio culé no cristalizaba en ocasiones claras. Fue entonces cuando Messi, manteniendo el tono gris del resto del curso, se activó y asumió el rol de macho alfa de manada. Emergiendo entre líneas conectó un latigazo que sólo el oportunismo de Pelegrín pudo desbaratar. Siete minutos después, el delantero azulgrana reapareció haciendo gala de pillería contrastada. Una falta lateral desde la derecha botada por el astro argentino se fue envenenando encogiendo los corazones de los presentes en el Martínez Valero.El asedio visitante era asfixiante pero Manu Herrera se empeñaba, junto a la fe de una grada que arengaba a los suyos de forma incesante y al desenfoque culé, en demostrar por qué el cuadro ilicitano es uno de los menos goleados de Primera.

En escrupulosa sincronía con los otros seis partidos en juego en esta penúltima jornada de campeonato, arrancó un segundo acto que pronto dejó entrever que la puesta en escena se iba a mantener inalterable. Messi controló un pase medido de Alves desde la medular. Mientras los rivales pedían un fuera de juego inexistente, el argentino se plantó sólo en el área chica pero la pachorra a la hora de rematar fue su condena.

Con el paso de los minutos, los azulgrana se iban sintiendo más incómodos sobre el verde al tiempo que los de Fran Escribá recuperaban el terreno perdido. El encuentro ganó en intensidad cuando desde la grada y el banquillo se informaba del gol del Málaga en el Calderón. Había que echar el resto. Un triunfo en tierras ilicitanas hacía bueno el empate en la última jornada ante el Atlético en el Camp Nou.Mascherano, con amarilla por un error al corte anterior, se jugó para echar por tierra la arrancada de un insolente Coro que galopó por la izquierda con mucho desparpajo.El Tata agitaba el cesto y daba entrada a Tello en detrimento de Pedro, una tónica más habitual de la deseada por el interior tinerfeño a lo largo de la campaña.

Poco después, el empate en el Manzanares torcía el gesto de un Tata que, fiel a sus costumbres, bebía agua para calmar la ansiedad. El técnico rosarino animaba a sus discípulos al tiempo que con los dedos señalaba el resultado de los rojiblancos. Sin embargo, faltaba la chispa y ambición que venía caracterizando a un grupo en permanente idilio con la victoria. El toque horizontal de un lado a otro del campo dejaba en una posición inmejorable al Elche, que empezaba a ser consciente que un empate les valdría para salvarse.

Aun así, ante la sorprendente inoperancia rival, el Elche no renunciaba a encontrarse con una contra aislada. Para ello guardaba una bala en la recámara.De nombre Richmond y de apellido Boakye, eldelantero ghanés era el hombre elegido para ejecutar la apuesta a la que el cansancio y el talento del Barcelona había obligado a los locales. El nervio y la casta del africano le hizo conducir una contra que Garry Rodrigues mandó fuera por muy poco ante la incrédula mirada de Pinto. En medio del ahogo culé, Adriano estuvo cerca de conducir a buen puerto un derechazo con rosa, marca de la casa, desde el vértice del área. Los manotazos del carrilero brasileño contra el céspedcondensaban la rabia de todo el barcelonismo.

El autobús del Elche sorteó con oficio los arranques de orgullo de un Barcelona apático. Ya en el descuento, una falta de Messi al muñeco desde la frontal, con los lesionados y descartados por el Barcelona en la zona noble de la plaza alicantina en pie,fue celebrada con vítores desatados y lágrimas de emoción por el Martínez Valero. No era para menos. Habían aguantado y salían indemnes de la batalla. Como recompensa, una salvación matemática, el deseo más preciado de la ciudad alicantina.En el flanco opuesto, casi sin quererlo, más por errores ajenos que por aciertos propios, se enchufó de lleno a la Ligael Barcelona de un Tata Martino que, pase lo que pase, cuenta los días para poner fin a su primera (el tiempo dirá si es la última) aventura europea. Y enchufado, hasta que nadie diga lo contrario, permanecerá para salvar un año plagado de desdichas.

Ficha Técnica:

0 - Elche: Manu Herrera, Damián Suárez, Lombán, Pelegrín, Cisma, Carles Gil (Boakye, m. 77), Carlos Sánchez, Rubén Pérez, Javi Márquez (Rivera, m. 73), Rodrigues y Coro (Fidel, m. 87).

0 - Barcelona: Pinto, Alves, Bartra, Mascherano, Adriano, Iniesta, Busquets, Fàbregas (Xavi, m. 80), Alexis, Pedro (Tello, m. 68) y Messi.

Árbitro: Texeira Vitienes (Comité cántabro). Amonestó a los locales Pelegrín, Cisma y Rubén Pérez y a los visitantes Alexis, Mascherano y Pedro.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo séptima jornada disputado en el estadio Martínez Valero ante 33.069 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. En los prolegómenos se homenajeó a los ex jugadores del Elche y Barcelona Marcial Pina y Juan Manuel Asensi.En el minuto 14 se recordó a Tito Vilanova, ex jugador ilicitano y ex técnico azulgrana, con imágenes en los vídeo marcadores. Se guardo un minuto de silencio por la muerte en accidente de los niños cuando volvían de un partido de fútbol sala.