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Al Thani, el jeque del Málaga que gobierna el club bajo sus leyes
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LA PLANTILLA MEDITA JUNTO A LA ASOCIACIÓN DE FUTBOLISTAS SI DENUNCIAR O NO AL EQUIPO

Al Thani, el jeque del Málaga que gobierna el club bajo sus leyes

Abdullah ben Nasser Al Thani ha puesto mucho dinero en su proyecto para hacer grande al Málaga y poner a la ciudad en el mapa futbolístico

Foto: Al Thani, el jeque del Málaga que gobierna el club bajo sus leyes
Al Thani, el jeque del Málaga que gobierna el club bajo sus leyes

Abdullah ben Nasser Al Thani ha puesto mucho dinero en su proyecto para hacer grande al Málaga y poner a la ciudad en el mapa futbolístico europeo. 100 millones dicen unos, 180 millones de euros afirman otros. Hasta el propio Manuel Pellegrini lo reconoció ayer en una entrevista en As. "No hay nadie que haya puesto más dinero". Muchos euros, sin duda. Nunca ocultó que venía a hacer grande al equipo andaluz y a desarrollar proyectos portuarios, como el de la ampliación del puerto de Marbella, del cual tiene la concesión hace un año pero del que nada se sabe. Sincero al máximo. 

Lo primero lo ha conseguido, metiendo al Málaga en la Champions en su segundo año como propietario del club. Lo que nadie entiende es la desconexión que se ha producido en las últimas semanas y que ha llevado al club andaluz a vivir situaciones tensas, con requerimientos por parte de Hacienda, LFP y de sus propios jugadores. El problema es que ha querido imponer su ley, hacer las cosas a su manera e incluso se está atreviendo a criticar a todos los estamentos tanto deportivos como políticos. Se equivoca el jeque actuando de esta manera cuando las dudas se ciernen sobre él. Se lo han advertido, pero por el momento no reacciona

No es el único equipo con problemas económicos, pero si el que más deuda acumula en la temporada 2011-2012. En Málaga se habla de las históricas deudas con Hacienda de otros equipos, pero el panorama ha cambiado. Ya no hay más tolerancia. Una denuncia puede significar el descenso de categoría del Málaga o de cualquier otro club. Equipos de Primera como el Deportivo, Zaragoza o Atlético también viven tensión durante estos días, pero la situación la tienen más controlada. Cualquiera de ellos, si llega con denuncias por impago a los jugadores el 31 de julio, descenderá de categoría. No habrá medidas de gracia como la hecha con Mourinho y Vilanova.

La sensación que tienen los dirigentes de otros clubes, de la Liga e incluso políticos de la Junta de Andalucía o la propia alcaldesa de Marbella -viajó hasta Qatar pero no fue recibida para conocer qué sucede con las obras del puerto- es que en todo momento ha querido marcar los tiempos, mandar a su manera, sin pasar por el aro de lo que dictaminan las leyes deportivas y civiles por las que se rigen los clubes de fútbol. Nadie entiende que con el dinero que se ha gastado en la compra del club -en los próximos días debe hacer frente al segundo pago de la compra- y en el fichaje de jugadores, esté regateando en estos momentos 20 millones de euros, cantidad que de no llegar antes del fin del mes de julio pone el peligro el futuro del club. Parte de la afición desconfía, pero otros creen que la aparición de las noticias de las deudas que mantiene se debe a ataques de un club que molesta a los grandes e incluso el encargado de dar forma a la cuenta de Twitter del jeque ha tildado de ataques racistas.

El jeque no ha a aparecido en exceso por Málaga

Lo cierto es que Al Thani compró un club en la Liga española, pero siempre lo ha gestionado a su manera, a lo qatarí, marcando los tiempos. Se ha movido a impulsos, enviando dinero cuándo y cómo ha querido, lo que provocó momentos de tensión durante la pasada temporada, en los que incluso algunos jugadores se negaban a saltar al terreno de juego ante la acumulación de deuda. La intervención de Fernando Hierro -dejó el club en el pasado mes de mayo ante la diferente manera de ver la gestión- fue decisiva para que los jugadores aceptaran, entendieran la situación, terminaran la temporada sin mayores incidencias y demostrando una profesionalidad fuera de toda duda al lograr un puesto en la Champions.

El jeque, como es conocido, apenas se ha dejado ver por tierras sureñas. Cuando más se le ha necesitado apenas ha aparecido. Ni él, ni Abdullah Ghubn, su secretario y hombre confianza, han sido capaces o se han atrevido a dar la cara, a serenar a la plantilla malaguista. Ha tenido que ser Vicente Casado, director de márketing y un excelente profesional, el que transmitiera tranquilidad al grupo que dirige Manuel Pellegrini. El pasado viernes, Luis Rubiales, presidente del sindicato de futbolistas, se personó en la concentración del equipo en Campoamor para conocer al detalle la situación. El mensaje que le transmitió la plantilla fue el de la incertidumbre que viven ante la mala gestión y la distancia que existe entre el dueño y la realidad del club. 

Los próximos días serán decisivos para conocer la decisión que adoptará la plantilla respecto al dinero que se les adeuda. La palabra 'denuncia' fue pronunciada en esa reunión, pero por ahora han abierto un nuevo paréntesis a la espera de noticias, una reunión con el propietario y dinero. Los jugadores quieren que el club tenga ojos y cara, algo que ahora mismo no tiene. No quieren oír rumores de fichajes y sí dinero con el que poner a cero la deuda que mantiene el club con ellos. La primera medida para terminar con la tensión no es otra que la de vender jugadores. Rondón ya está en la rampa de salida.

Abdullah ben Nasser Al Thani ha puesto mucho dinero en su proyecto para hacer grande al Málaga y poner a la ciudad en el mapa futbolístico europeo. 100 millones dicen unos, 180 millones de euros afirman otros. Hasta el propio Manuel Pellegrini lo reconoció ayer en una entrevista en As. "No hay nadie que haya puesto más dinero". Muchos euros, sin duda. Nunca ocultó que venía a hacer grande al equipo andaluz y a desarrollar proyectos portuarios, como el de la ampliación del puerto de Marbella, del cual tiene la concesión hace un año pero del que nada se sabe. Sincero al máximo.