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Las siete vidas de Paul Gascoigne, el jugador que no supo vivir sin balón: "He muerto dos veces"
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UN FUTBOLISTA DIFERENTE

Las siete vidas de Paul Gascoigne, el jugador que no supo vivir sin balón: "He muerto dos veces"

El inglés fue uno de los primeros genios irreverentes de los primeros años de Premier League pero, tras su retirada, no supo asimilar las consecuencias de estar lejos del balón

Foto: Una foto actual de Paul Gascoigne. (Reuters/John Sibley)
Una foto actual de Paul Gascoigne. (Reuters/John Sibley)

Paul Gascoigne es un personaje que sigue sin dejar a nadie indiferente. El exjugador inglés fue, sin ningún género de dudas, uno de los futbolistas que marcaron una época en la década de los noventa: irreverente, peleón, pillo y con mucha técnica, era uno de esos centrocampistas capaces de cambiar un partido con sus carreras, conducciones y disparos llenos de calidad. Pero, pronto, esa alegría que despertaba en el campo quedó difuminada por las sombras fuera de la cancha.

Era sabido que, a pesar de tenerlo todo, Gascoigne no era precisamente lo que se espera de un profesional y que, más allá de los terrenos de juego, ofrecía su peor versión, donde juergas, drogas y alcohol se mezclaban de manera más que habitual. Tanto que tampoco extrañó a nadie que, una vez retirado del fútbol profesional, sus problemas se multiplicaran. Tanto, que hubo una época en la que parecía que la muerte le empezaba a cercar seriamente. Y, de hecho, así fue.

Foto: Dani Alves. (Reuters/Henry Romero)

Así lo ha explicado el propio futbolista en 'Scared of the Dark', un reality show de 'Channel 4' en el que participa Gascoigne. "No tengo miedo a nada considerando todo lo que he pasado en mi vida. He tenido varias experiencias cercanas a la muerte, me he sometido a 36 operaciones, me he muerto un par de veces y he pasado un total de 18 días en coma. La gente me sigue diciendo que tengo más vidas que un gato", afirmaba para explicar el calvario que ha vivido.

Díscolo, irreverente, imaginativo y con mucha calidad. Así era 'Gazza' sobre el terreno de juego, un bad boy con buen corazón y grandes dosis de fútbol que le convirtieron en uno de los ídolos de la recién nacida Premier League allá por el año 92. Sin embargo, esa misma personalidad que le hizo ser uno de los héroes de todo un país también le granjeó graves problemas extradeportivos, que le han llevado a más de un momento crítico en su vida.

Hace ya algunos años, en un acto realizado en Northampton, Gascoigne pedía ayuda para salir del pozo en el que se encontraba. Visiblemente desmejorado y envejecido, el exfutbolista aprovechó la ocasión para pedir ayuda. Con un importante temblor en sus manos y con la voz rota, el que fuera gran jugador de fútbol reconoció no saber cómo detener su adicción al alcohol. El propio agente del exjugador incluso reconocía que podría ser demasiado tarde.

Terry Baker, representante del exjugador, habló claro ante los micrófonos de la BBC, asegurando que la situación por la que atraviesa Paul Gascoigne es crítica y de muy complicada solución: "No me estará agradecido por decir esto, pero necesita ayuda de forma inmediata. Lo que está claro es que su vida siempre corre peligro porque es alcohólico. Quizás nadie pueda ayudarle, no lo sé. La verdad es que no lo sé", indicó. Poco después, parece que ha mejorado algo su camino.

placeholder Los aficionados de la Lazio, con una foto de 'Gazza'. (Carl Recine/Livepic)
Los aficionados de la Lazio, con una foto de 'Gazza'. (Carl Recine/Livepic)

Un 'juguete roto' que va a peor

Newcastle, Tottenham, Lazio, Glasgow Rangers, Middlesbrough o Everton son algunos de los equipos que disfrutaron de 'Gazza' sobre el terreno de juego, pero que también lo sufrieron en lo extradeportivo. Su desordenada vida nocturna y sus continuos problemas lejos de los campos fueron acumulándose, precipitando su retirada. Su sobrepeso y los excesos con el alcohol dieron lugar a que se arrastrara durante sus últimos años de carrera.

Y los problemas se multiplicaron tras colgar las botas. Sin una ocupación diaria en la que centrarse, los problemas se agravaron: desde 2005 estuvo bajo tratamiento por sufrir un desorden obsesivo-compulsivo, trastorno bipolar, bulimia y alcoholismo, pero lo peor estaba aún por llegar. En 2007 fue intervenido por culpa de una úlcera estomacal y solo un año más tarde trató de suicidarse en un hotel de Londres. Tocaba fondo por enésima vez.

Cinco años después, Gascoigne no solo no encontraba el buen camino, sino que su situación se complicaba. Desesperado, decidió pedir ayuda de manera pública, pues temía por su vida. La decadencia de uno de los mitos del fútbol europeo es evidente pero, de momento, parece haber recuperado su energía por vivir. Aunque visiblemente dañado a pesar de su edad, sigue peleando por recuperar el tiempo perdido. El futbolista que pudo ser el mejor ahora solo quiere ser uno más.

Paul Gascoigne es un personaje que sigue sin dejar a nadie indiferente. El exjugador inglés fue, sin ningún género de dudas, uno de los futbolistas que marcaron una época en la década de los noventa: irreverente, peleón, pillo y con mucha técnica, era uno de esos centrocampistas capaces de cambiar un partido con sus carreras, conducciones y disparos llenos de calidad. Pero, pronto, esa alegría que despertaba en el campo quedó difuminada por las sombras fuera de la cancha.

El Confidencial
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