Las lesiones devastan a un Dortmund en el que Klopp ya no es tan gracioso como antes

La temporada pasada arrasó al Real Madrid en el partido de ida de las semifinales de la Champions. Un 4-1 con cuatro goles de Lewandoski fue definitivo para que el Borussia Dortmund se colara en la gran final. Ahora vuelven a verse las caras, pero el escenario es muy diferente. El equipo alemán ya no intimida tanto. Las lesiones han devastado a un Borussia en el que el histriónico Jürgen Klopp ya no hace tanta gracia en el vestuario.

El Borussia Dortmund se llevó en agosto la Supercopa de Alemania al imponerse por 4-2 al ahora intratable Bayern de Guardiola. Sin embargo, la enfermería del rival del Real Madrid fue generando malas noticias, al mismo tiempo que los resultados en la Bundesliga eran tan malos que la escuadra de Pep fue poniendo distancia desde el principio. En el partido de ida que se jugará en el Bernabéu, hasta seis jugadores que eran fijos hace un año no estarán presentes. Demasiado lastre, a priori, para el equipo alemán.

Para entender la mala temporada del Dortmund en su competición doméstica hay que empezar por la lesión de un jugador que marca la pauta. Se trata de Gündogan, un futbolista básico que desde el pasado 14 de agosto no aparece por un terreno de juego. Se lesionó en un amistoso Alemania-Paraguay… y hasta hoy. Y eso que en su día se habló de dos semanas de baja.

Sin el brillante mediocampista, por el que Real Madrid y Barcelona han pujado, aunque ahora menos por su situación clínica, el juego del Borussia se ha resentido de manera notable. Y cuando regrese al equipo, habrá que ver cuánto tiempo tarda en recuperar el excelso nivel de antaño. No parece que vaya a hacerlo de inmediato, pues hasta el seleccionador alemán ya ha manifestado que tiene claro que no podrá contar con él en Brasil.

En el Santiago Bernabéu, además, tampoco estarán presentes los lesionados Subotic, Błaszczykowski, Schmelzer y Bender. Y no hay que olvidar que Hummels, el jefe de la defensa, acaba de superar una lesión y todavía no ha recuperado su mejor versión. Las lesiones han destrozado al equipo de Dortmund desde que comenzó la temporada, lo que ha provocado que en ningún momento haya adquirido la velocidad de crucero oportuna.

El ‘caso Lewandoski’ tampoco ha favorecido nada al Borussia. Hace poco se desvelaba oficialmente lo que era un secreto a voces, su fichaje por el Bayern de Múnich. De esta manera se reeditó una historia similar a la Gotze. Buque insignia del equipo la temporada pasada, se supo que ya había fichado por el equipo de Guardiola para la presente. Klopp pidió entonces a su afición que no silbara al mediocampista, y esta temporada el club ha tenido que maniobrar de igual manera con el atacante polaco. Es, precisamente, la sexta baja para la cita del Bernabéu al estar lesionado.

Reus, el soberbio mediocampista del Borussia, se ha visto afectado por la ausencia de Gotze y las lesiones que han dejado el centro del campo sin efectivos importantes. Irregular campaña de un jugador básico para Klopp, que no ha conectado tan bien con sus compañeros de línea como la pasada temporada.

La cantera del Borussia suele dar buenos frutos, pero en la actualidad ningún jugador parece estar listo para dar el salto al primer equipo con seguridad de éxito. Este hecho ha tenido su incidencia, pues en el pasado, ante situaciones similares, la factoría futbolística de Dortmund sacaba de apuros al entrenador del primer equipo cuando la enfermería se llenaba.

Jürgen Klopp, mientras, es un tipo que siempre ha tenido buen ‘feeling’ con sus futbolistas. Su perenne sonrisa pocas veces ha desaparecido, en la misma medida que su ‘tropa’ seguía fielmente todas sus instrucciones. Sin embargo, a medida que el equipo se fue descolgando de la lucha por la Bundesliga, en el vestuario dejaron de hacer tanta gracia algunas 'cosas'del entrenador alemán.

Hace unos días, el ex madridista Sahin fue sustituido en un partido.No se lo tomó nada bien el jugador, que fue respondido de inmediato por su entrenador, al que no gustó nada el comportamiento de su pupilo. Tipo muy querido en Dortmund, ese halo de ‘personaje’ que le acompaña desde hace tiempo ha empezado a dejar de hacer tanta gracia como antes.

Dos episodios le han marcado esta temporada a Klopp. En el Nápoles-Dortmund de la primera jornada de la fase de grupos, fue expulsado por encararse de mala manera con el cuarto árbitro. Posteriormente reconoció que había “hecho el ridículo”. Hace unos días, fue multado con 10.000 euros por la Federación de Fútbol Alemana por gritar al cuarto colegiado en un partido. Tuvo un “comportamiento indecente”, según calificó el árbitro en el acta.

Aunque su autoridad en el vestuario y el club sigue siendo incuestionable, Klopp no lo tiene todo tan controlado como antaño. Ya no hay tan ‘buen rollo’. Eso sí, promete batalla al Real Madrid al decir que “no es hora de izar la bandera blanca. Serán dos partidos con una atmósfera excelente. Nos alegramos de tener ante nosotros este desafío e intentaremos aprovechar nuestras posibilidades. Jugar primero en Madrid podría favorecernos”. No le falta razón. El Madrid es favorito, pero el Borussia se crece ante la adversidad cuando llega el momento. Y este puede ser unode ellos...