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Juan Mata, de ser un fijo en el banquillo español a rubricar la goleada de la gran final
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EL DEL CHELSEA ASUMIÓ A LA PERFECCIÓN SU PAPEL Y RECIBIÓ EL MEJOR PREMIO POSIBLE

Juan Mata, de ser un fijo en el banquillo español a rubricar la goleada de la gran final

Juan Mata dejó Valencia y se marchó a Londres en 2011 después de que el Real Madrid le dejara escapar cuando militaba en las filas del

Foto: Juan Mata, de ser un fijo en el banquillo español a rubricar la goleada de la gran final
Juan Mata, de ser un fijo en el banquillo español a rubricar la goleada de la gran final

Juan Mata dejó Valencia y se marchó a Londres en 2011 después de que el Real Madrid le dejara escapar cuando militaba en las filas del Castilla. En ese momento el club blanco creyó que el pequeño extremo no iba atener la proyección que se auguraba para algunos de sus compañeros. En al ciudad del Turia se propuso hacerse con un hueco en el once titular y poco a poco empezó a destacar y a brillar con luz propia. La delicada economía valencianista le hico transferible y entonces aparecieron los 28 millones de Roman Abramovich y Mata cambió España por Inglaterra. En ese momento no se imaginaba que lo mejor estaba por llegar: un año después de aterrizar en Londres se ha convertido en el jefe de filas del Chelsea y ha dejado su particular sello en la final en la que España se proclamó campeona de Europa goleando a Italia.

Cuando Juan Mata llegó a Londres no estaba solo. Fernando Torres iba a ser su compañero. El ex jugador del Atlético de Madrid había abandonado Liverpool convirtiéndose en el fichaje más caro de Abramovich y la presión le hizo pasar desapercibido de cara a la portería siendo víctima de duras críticas pero fue un apoyo indispensable para Juan Mata. Se convirtieron en socios dentro y fuera del terreno de juego con distinta suerte: mientras a Torres se le resistía el gol, el ex jugador valencianista se iba haciendo con el mando del equipo convirtiéndose en el director de orquesta del Chelsea e incluso veía puerta. El peso del juego y de la creación caía cada vez más sobre las botas de Mata y fue entonces cuando se intercambiaron los papeles y Juan se convirtió en el gran apoyo de Fernando.

Con este panorama en la Premier League, Torres llegó a dudar de su presencia en la Eurocopa. Las dudas para Mata no existían y finalmente, ambos entraron en la lista de Vicente del Bosque. En una entrevista concedida durante esta Eurocopa a El Confidencial el extremo confesaba que el banquillo no era un lugar fácil para vivir los partidos pero Juan Mata llegó a Ucrania y Polonia asumiendo que su papel iba a pasar por ser un fijo entre los suplentes de Vicente del Bosque, un lujo que no está al alcance de muchas selecciones. Y cuando parecía que Mata se marcharía de la Eurocopa sin haber debutado en el torneo del ‘viejo continente’, en el minuto 59 Del Bosque decidió darle paso para sustituir a Iniesta. El destino le tenía guardado un papel especial en la gran final ante Italia. Treinta minutos después de que el centrocampista saltase al césped del Olímpico de Kiev, Torres tuvo la oportunidad de marcar el que hubiera sido su cuarto tanto del campeonato y el que le convertiría en el máximo goleador pero el delantero vio a su amigo y le cedió el honor del gol. Mata rubricaba la goleada de España ante Italia después de haber sido uno de los fijos del banquillo español.

Cinco jugadores que no han debutado

Juan Mata pasó del banquillo a la gloria en media hora pero algunos de sus compañeros no han tenido tanta suerte. Jugadores como Valdés, Reina, Juanfran, Llorente y Albiol no han disfrutado de ningún minuto a lo largo de todo el campeonato. Los porteros sabían a lo que iban ya que Casillas es el amo y señor de las redes españolas mientras que los defensas tenían algo más de esperanza igual que Llorente que apuntaba a teórico titular antes de empezar el torneo debido a las dudas que generaba el puesto de delantero en la selección española. Uno de los competidores, Álvaro Negredo, sí que pudo disfrutar de algunos minutos contra Portugal. Vicente del Bosque ha sabido gestionar a la perfección los cambios que ha introducido en cada uno de los partidos disputados y ha utilizado a gente como Javi Martínez, Pedro, Cazorla y Navas para romper el ritmo de los encuentros cuando peor estaban éstos. Lo que está claro es que ayer ganaron todos y que la copa pertenece tanto al que ha jugado todos los minutos como al que ha apoyado a sus compañeros desde el banquillo, un sitio que no es nada fácil.

Juan Mata dejó Valencia y se marchó a Londres en 2011 después de que el Real Madrid le dejara escapar cuando militaba en las filas del Castilla. En ese momento el club blanco creyó que el pequeño extremo no iba atener la proyección que se auguraba para algunos de sus compañeros. En al ciudad del Turia se propuso hacerse con un hueco en el once titular y poco a poco empezó a destacar y a brillar con luz propia. La delicada economía valencianista le hico transferible y entonces aparecieron los 28 millones de Roman Abramovich y Mata cambió España por Inglaterra. En ese momento no se imaginaba que lo mejor estaba por llegar: un año después de aterrizar en Londres se ha convertido en el jefe de filas del Chelsea y ha dejado su particular sello en la final en la que España se proclamó campeona de Europa goleando a Italia.

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