El 'falso 9' logra la mayor goleada en la historia de las finales

¿Con delantero o sin delantero? Ésa ha sido la cuestión durante todo el campeonato. El debate que, por momentos, amenazó con 'mancharlo' todo. El empeño de Vicente del Bosque por jugar con un 'falso 9', al más fiel estilo del Barcelona, no ha convencido a un amplio sector de la afición, que reclamaba una referencia en ataque para gozar de mayor contundencia. Menos toque y más efectividad, rezaba la crítica. Nada más lejos. El tiempo ha terminado dando la razón al seleccionador, que en los momentos importantes se la ha jugado con Cesc Fábregas como 'delantero'. Y el centrocampista del Barça no le ha fallado. La final ante Italia es un ejemplo claro de ello.

Los números son incontestables y dicen que España logró la mayor goleada del campeonato (4-0) sin un jugador referencia en ataque. Ni falta que hizo. Fábregas, sólo, se ha bastado para desmontar la teoría de que se necesitan delanteros para hacer goles. Los tantos ante Italia, a excepción del marcado por Torres, llevaron la firma de dos centrocampistas y un defensa: Silva, Mata y Jordi Alba. El juego coral de esta selección habilita a todos ante el gol. Ésa es una de las claves de su éxito y uno de los mayores problemas que encuentran sus rivales para desactivarla. Vicente y sus ayudantes, sobre todo Toni Grande, están convencidos de ello y por eso han ido hasta el final con su idea de que el 'falso 9' era lo mejor para España. Pasara lo que pasara. Y lo que pasó es que la Selección ha salido por tercera vez en su historia campeona de una Eurocopa.  

La magnitud de la goleada frente a Italia (la última victoria ante los 'azzurros' data de 1920) trasciende al debate del falso delantero. O mejor dicho, refuerza la teoría de que sin '9' también se puede golear. No en vano, el 4-0 rubricado por España es el mayor resultado de una final en la historia de las Eurocopas. Hay que remontarse a 1972 para encontrar un marcador que se le acerque y curiosamente se trata del 3-0 de la Alemania por aquel entonces Federal ante la Unión Soviética. La misma selección alemana que optó, como España, a la triple corona tras lograr también el Mundial del 74 pero que, sin embargo, se quedó con la miel en los labios en una tanda de penaltis que resolvió el mítico Antonin Panenka con su célebre lanzamiento en favor de Checoslovaquia. A España no le ha hecho falta... y sin delanteros.