Imanol, Kroos y dos maneras de ver la misma jugada: ¿dónde se deben lavar los trapos sucios?

Primer asalto de la Champions con diferente suerte para los equipos españoles: mientras que el Real Madrid sacó adelante un duelo en el que lo mejor fue el resultado, la Real Sociedad sufrió un duro varapalo ante un PSG que supo penalizar los fallos del equipo vasco. A falta de que Barcelona y Atlético jueguen la próxima semana, las sensaciones que dejaron ambos partidos fueron bien diferentes. Aunque una jugada similar tuvo diferente sabor en ambos choques.

Corría el minuto 84 de partido en el RB Arena. Brahim recogía el balón en la banda derecha de su ataque y se metía por dentro con una gran conducción. Tras deshacerse de dos rivales, de repente, levantó la mano en claro síntoma de que se había lesionado, dejando el balón muerto en el medio del campo. El Leipzig aprovechó la coyuntura para mandar un balón largo y tener una clara ocasión de gol, que Andriy Lunin desbarató con una espectacular mano.

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¿Cuál fue la reacción de Toni Kroos? Salir como una bala a por Haidara, el jugador que había robado la pelota y, en lugar de echarla fuera, puso un pase de gol a Sesko. Recriminándole la acción, con dos empujones y muy enfadado, el alemán marcaba terreno al entender que había sido un gesto poco deportivo. Pero ni un solo mal gesto a Brahim que, más allá de que pudiera estar lesionado, podía haber echado el balón fuera para evitar un problema a su equipo.

En el Parque de los Príncipes, tuvo lugar una acción con cierto parecido. Corría el minuto 57 y, en una pugna entre Mbappé y Hamari Traoré, el defensa de la Real Sociedad salía dolido de su rodilla. Tras entrar las asistencias, dejaba el césped cojeando ostensiblemente. Una jugada después, en un nuevo córner, el PSG se adelantaba en el marcador con un gol del propio Mbappé... precisamente el jugador al que marcaba el jugador lesionado. La reacción fue muy diferente.

En rueda de prensa, Imanol Alguacil, entrenador del conjunto txuri urdin, no dudaba en señalar a su jugador por lo que había hecho: "No me explico que un jugador que ha tenido que salir del campo cuando el equipo iba a recibir un gol en contra no acabe en el hospital. No lo entiendo. Si un jugador deja al equipo con uno menos es porque tiene que ir al hospital. Es algo que tengo muy claro", explicaba. El ataque al jugador era claro, concreto y evidente.

Evidentemente, hay ciertos matices entre ambas jugadas, pero el fondo de la cuestión es el mismo: dos errores por lesión que el rival aprovechó de diferente forma. Pero la manera de solucionar el problema es la gran diferencia: mientras unos buscan soluciones de puertas para dentro, la sinceridad de Imanol en rueda de prensa provocó que una queja se convirtiera en una rajada y un ataque contra un miembro del equipo, señalado directamente por la derrota ante el PSG.

El fútbol es un deporte de equipo y, como tal, los aciertos y errores se producen en cadena. Es cierto que un fallo individual puede influir al resto del equipo, pero la clave del éxito está en el grupo: solo Brahim y Haidara Traoré saben el alcance del dolor sufrido en el momento de sufrir el problema físico, pero la mano izquierda y la manera de arreglar estas situaciones suele ser en privado. Señalar a un jugador nunca fue buena solución: dos maneras distintas de entender la misma jugada.