"Es una grave falta de profesionalidad": los palos a Messi y la bronca del PSG en el vestuario

El PSG ha vuelto a sufrir una nueva dolorosa remontada. El conjunto parisino vio cómo el Real Madrid le daba la vuelta a una eliminatoria en la que fue claramente superior durante más de 150 minutos y, en media hora para el olvido, el equipo blanco acabó con todas sus esperanzas. Los de Carlo Ancelotti, en una épica remontada, voltearon el marcador y lograron la clasificación, lo que ha valido para que implosione el PSG: broncas, palos y ataques desde la prensa gala.

Una de las situaciones más extrañas que se produjeron nada más acabar el partido ocurrió en los propios vestuarios del Santiago Bernabéu. Al término del partido, varios jugadores del PSG, cabizbajos, no podían creer lo que les acababa de pasar, sobre todo porque muchos de ellos ya habían vivido la remontada del Barcelona. Eso provocó que algunos jugadores comenzaran a lanzarse reproches y que la situación se volviera realmente tensa.

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Rubén Rodríguez

Según contaron algunos jugadores, todo comenzó cuando Neymar le echó en cara a Donnarumma que no hubiera despejado el balón antes en el primer gol blanco, momento en el que el meta no se calló: el italiano no dudó en criticar al brasileño su pérdida de balón en el segundo tanto blanco, lo que provocó que la discusión fuera a mayores. Tanto, que incluso otros miembros del equipo tuvieron que mediar para evitar que el enfado acabara en algo más.

Y la prensa francesa no ha dudado en hacer sangre con lo sucedido. Uno de los más críticos fue Emmanuel Petit, el que fuera jugador del Barcelona, en 'RMC': "Todo se derrumbó muy rápido. Ya no había los mismos puntos de referencia ni la misma serenidad en el campo. Los jugadores estaban desesperados en pocos minutos. Estoy muy enfadado porque para mí es una falta de profesionalidad lo que acaba de pasar. Es incluso más grave que lo que pasó contra el Barça".

Muchas de las críticas han ido a parar a Leo Messi: dos tiros fuera, cuatro regates y once pérdidas fueron su triste bagaje en el Bernabéu. Un jugador que hace no mucho era considerado como uno de los mejores del mundo volvió a ofrecer su peor versión en un partido importante: sin peso en el partido, muy lejos de ser el líder del equipo, sin ser decisivo sobre el césped y con una sensación de impotencia que confirma, a las claras, que ha dejado de ser el delantero que asustaba al mundo.

La prensa gala, muy crítica

"El PSG se hundió en el Bernabéu. Esta es la historia de un partido que dominó durante una hora, dándole al Real una lección de posesión y dominio antes de que esa serenidad se derrumbara sola, como un castillo de naipes. Solo por su culpa. Esta eliminación nunca debería haber ocurrido. Su mentalidad de equipo pequeño fue la diferencia", afirma 'Le Parisien', muy crítico con el partido del PSG y con cómo se hundió el conjunto francés en la Champions.

'L'Equipe' también fue agresivo con el conjunto parisino: "Es una terrible decepción para el club, que tenía la ventaja tras la ida (1-0) y que mandaba al descanso (0-1), dominador y dueño del tempo. Pero se desplomó en la segunda parte, recordando, en menor medida, a otro desastre español, el sufrido ante el Barcelona, hace cinco años en el mismo tramo de la competición. El 'hat-trick' de Karim Benzema, en estado de gracia, no puede explicarlo todo".

Neymar ha salido al paso de las afirmaciones de los medios para desmentir su pelea con Donnarumma. El brasileño ha publicado su conversación con el cancerbero italiano: "Hola, Ney. Siento lo de ayer. Es inaceptable esta noticia (sobre su discusión)", escribió Gianluigi. "¡Amigo, tranquilo! Eso puede pasar en el fútbol. Somos un equipo y estamos contigo. Eres muy joven aún y vas a ganar muchas cosas. Levántate y seguimos. Abrazo", contestó Ney.

El PSG ha demostrado que un equipo no se puede hacer solo a base de talonario, de grandes jugadores y de millones. El fútbol es mucho más que eso y, este miércoles, el Madrid -que tampoco es manco- dio una lección a base de intangibles: coraje, casta, lucha y corazón para luchar y dar la vuelta a una eliminatoria que tenía perdida. Y, mientras tanto, discusiones, enfados y palos en un PSG que se las prometía muy felices y salió escaldado del Santiago Bernabéu.